El socialismo parte de un análisis del trabajo humano como categoría económica

El socialismo parte de un análisis del trabajo humano como categoría económica, y en lo fundamental, de su naturaleza y función en el régimen capitalista de producción. La ciencia económica ha desentrañado el misterio del capital, su capacidad para producir ganancias que, para los economistas burgueses apologistas de la clase social que los retribuye, es una cualidad natural del propio capital; es decir, el atributo milagroso del capital es producir capital

Hernández Arregui, Juan José. Peronismo y socialismo. Buenos Aires, AR: Editorial Continente, 2011. ProQuest ebrary. Web. 9 August 2016.

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El paso de la economía capitalista a la socialista no es fácil. La vieja sociedad, la vieja mentalidad, subsiste en todas las capas de la población y en los mismos obreros. La brega y entrecruzamiento de ambos sistemas se presenta bajo formas complejas que duran, aun en el socialismo, bajo apariencias diversas durante un tiempo más o menos largo: “Todas las naciones llegarán al socialismo; esto es inevitable; pero todas llegarán de un modo diferente, cada una aportará cierta originalidad en tal o cual forma de la democracia, en tal o cual variedad de la dictadura del proletariado, en tal o cual ritmo de las transformaciones socialistas de los diversos aspectos de la vida social” (V. I. Lenin). En el tránsito hacia el socialismo, el autoritarismo del Estado es inevitable. Tan inevitable como la dictadura del Estado capitalista para no perecer. Esta función dictatorial del Estado en el socialismo, es históricamente necesaria, tanto como la reeducación paciente de los trabajadores a fin de prepararlos ideológica, técnica y prácticamente para la construcción de la nueva sociedad. Tarea que, justamente, sólo las masas pueden llevar a término. En verdad, la liberación automática de las formas capitalistas de vida es imposible. La tarea inicial del socialismo es la estructuración de la industria nacional, asociada a la más alta productividad del trabajo, paralela, esta productividad, a la capacitación de los obreros al servicio de sus propios intereses de clase, que son los de toda la sociedad. Esta transformación obedece a una sola regla: “Hay un solo medio para poner fin a la explotación del trabajo por el capital; a saber, liquidar la propiedad privada sobre los instrumentos del trabajo, poner todas las fábricas, talleres, minas, como asimismo todas las grandes haciendas, etc., en manos de toda la sociedad y organizar una propiedad socialista común dirigida por los propios obreros” (V. I. Lenin). Una vez tomado el poder, la nacionalización de la tierra es la primera reforma legal del socialismo, una medida revolucionaria que el proletariado industrial, más avanzado que el rural, debe hacer suya a fin de atraer a las masas del campo y a las capas medias a la revolución. La nacionalización de la tierra es el umbral de la expropiación de los latifundios. Estas dos medidas, nacionalización de la tierra y expropiación de los terratenientes, son el punto de arranque de la reforma agraria socialista, con la nulidad de los contratos de arrendamiento, etc., estipulados por la oligarquía territorial, y la transferencia correspondiente de la tierra a los productores sobre planes del Estado. La nacionalización de la tierra es un paso trascendente, pues significa la supresión de la renta absoluta del suelo 1 , el abaratamiento de sus productos, el incremento del potencial alimenticio de la población y la formación de stocks de reserva y para la exportación, unido tal plan agrario, a la tecnificación intensiva del campo, acicate a su vez, de la industrialización nacional, de la alianza política de los trabajadores fabriles y rurales. En conclusión, la nacionalización de la tierra es la primera etapa hacia la socialización gradual del agro y del progreso de la industria pesada, tanto como del acercamiento de la ciudad y el campo.

Necesidad histórica del

Del mismo modo que la Revolución francesa inauguró el predominio de la burguesía, y la Revolución rusa de 1917 y la china de 1949 provocaron la caída de esa misma burguesía en parte de Europa y Asia, dando lugar al socialismo, el Tercer Mundo asestará el golpe de gracia a la burguesía mundial. Esta línea del desarrollo de la historia de los pueblos no requiere mayores comentarios.

Hernández Arregui, Juan José. Peronismo y socialismo. Buenos Aires, AR: Editorial Continente, 2011. ProQuest ebrary. Web. 9 August 2016.

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