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EL TRABAJO HUMANO COMO ACTIVIDAD HUMANA HISTORICA


Enviado por   •  19 de Abril de 2013  •  6.865 Palabras (28 Páginas)  •  1.405 Visitas

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EL TRABAJO HUMANO COMO ACTIVIDAD HUMANA HISTORICA

El hombre es un ser menesteroso (Que carece de lo necesario para vivir), y esta condición le impulsa a procurarse la satisfacción de las necesidades que la naturaleza sola no puede proporcionarle. Su menesterosidad es, así, necesidad y tarea. Una tarea que comienza en la necesidad de la naturaleza y que camina siempre hacia la libertad. El recorrido es, claramente, un camino de liberación, es la historia de la condición humana, la historia de un ser trabajador. Un ser que no está acabado y que tiene, ineludiblemente, que hacerse. Trabajo humano, vida del hombre, e historia, están ligados. En el trabajo se dan siempre dos elementos juntos: adaptación al objeto y sumisión al sujeto. Tanto la naturaleza como el hombre tienen sus exigencias, y en su mutuo trato se van humanizando. En este esfuerzo se crea la herramienta que sirve de lazo entre el hombre y la naturaleza, que ayuda a transformarla y la preserva al mismo tiempo. Pero si el hombre es un obrero, no sólo lo es porque él está en el mundo; es también, y en primer lugar, porque el mundo está en él. También él es naturaleza.

LO HUMANO

Hablar de trabajo humano nos obliga a definir "lo humano". No existe una "naturaleza humana" sino una "actividad humana".

El ser humano tiene una dimensión sensitiva que comparte con los otros animales no racionales. El ser humano natural se caracteriza por las capacidades naturales de su dimensión animal. Es un ser deseante, movido exclusivamente por sus deseos. La razón es sólo un instrumento para satisfacer sus deseos individuales, pero no fija los fines que dependen de sus deseos. Su relación con la naturaleza es pasiva. El mismo es un trozo de naturaleza que se comporta como tal.

El "ser para sí", es decir, la conciencia de sí mismo como lugar de participación social. El fundamento humano como el reconocimiento de "el otro" que a su vez le reconoce "a él" como humano. Su actividad (de producción y de disipación) en su relación con la naturaleza y con la sociedad. El papel activo de su razón para modular y limitar sus deseos, teniendo en cuenta los deseos de los otros y los límites de la naturaleza, para así conseguir una vida en común segura para todos y todas.

Lo humano es una actividad compleja que se desarrolla en varios planos. El plano de la producción y reproducción de la vida humana (trabajo), el plano de la creación y recreación de los vínculos sociales (política), el plano del lenguaje y la creación artística (cultura) y el plano de lo no racional (emociones, sentimientos, pasiones).

EL TRABAJO

No sólo es un componente de la actividad humana. También es una categoría histórica. El trabajo no siempre ha tenido la forma de trabajo asalariado o trabajo movilizado por dinero.

Una visión humana del trabajo supone dos condiciones. Por un lado que se articule armónicamente con el resto de los planos de la actividad humana. Por otro lado que el trabajo, a su vez, sea creativo. Es decir, que en la relación productiva con la naturaleza y con la división del trabajo social, los individuos modifiquen la naturaleza y se modifiquen a sí mismos para potenciar su dimensión humana, sus vínculos sociales y el respeto a los recursos naturales.

EL TRABAJO ASALARIADO

Si el trabajo humano es el que potencia las capacidades humanas, el trabajo que las degrada es un trabajo inhumano.

El trabajo asalariado, forma histórica con pocos siglos y existencia, es hoy la única forma de supervivencia para la inmensa mayoría de la población. El trabajador, la trabajadora, han llegado a considerar "natural" el trabajo asalariado y no lo consideran sujeto a discusión. Lo que persiguen las personas asalariadas es: rentas, seguridad, consumo, pertenencia y estatus social.

No se pone en tela de juicio que el capital, producto del trabajo, como poder social privatizado, persigue como único fin su propio acrecentamiento e impone ese fin a toda la sociedad, haciendo caso omiso de las necesidades de los mismos trabajadores y de la preservación de la salud del aire, el agua y la tierra.

El trabajador, subsumido en ese ciclo, se comporta como mercancía, como capital, aunque como mercancía peculiar, ya que siempre mantiene un resto de vida que el capital necesita vampirizar para mantener activo su ciclo de reproducción. El proceso de trabajo, la experiencia de las personas "decentes" que trabajan para vivir, o mejor que viven para trabajar, es sólo el proceso necesario para que el capital se acreciente succionando el trabajo humano.

Si como productor de mercancías, el trabajador se mueve en la tensión de integración-explotación-exclusión, como consumidor de mercancías el trabajador se siente totalmente integrado en la lógica depredadora y autista del capital.

Existe una relación inversa entre la actividad humana y los deseos de consumo. Cuanto más humanos son el trabajo y la vida, menos "necesidades" se tienen. Por el contrario las necesidades, los deseos ilimitados de consumo, como símbolo de felicidad y bienestar, son expresión de degradación y empobrecimiento de la dimensión humana.

Cuando el obrero, como consumidor, sólo se preocupa por el precio de los artículos (en algunos casos justificadamente por los escasos recursos, pero en otros casos no) se está desentendiendo de lo que el capitalista ha hecho para ser competitivo y ofrecerle esos precios tan bajos. No le importa si se han arruinado millones de pequeños campesinos que, como parados, han llenado los suburbios de las ciudades, parte de los cuales se verán obligados a la delincuencia para sobrevivir. No repara en la posibilidad de que ese precio tan ventajoso se deba a la utilización masiva y el agotamiento de la tierra o del agua, aunque eso comprometa el futuro de la vida, incluida la vida humana. Su desentendimiento ante un precio bajo, debido al trabajo esclavo en el Tercer Mundo, le pasará factura cuando le despidan a él porque su capitalista particular decide beneficiarse de la globalización y se lleva la fábrica a otro país.

La maquinización y las nuevas tecnologías facilitan el máximo de producción con el mínimo de trabajo humano. El trabajo necesario (salarios) se reduce constantemente respecto al trabajo excedente (beneficio). El valor tiende a independizarse del trabajo. Esta tendencia tiene su condición en la multiplicación de la fecundidad del trabajo humano en base a la tecnología y en la globalización de la lógica capitalista. Pero también en los aparatos de coerción ajenos al mercado, que permiten que mil millones de parados condicionen a mil millones de asalariados ocupados para aceptar voluntariamente trabajar más por menos salarios, y a otros mil millones

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