Las Actividades Humanas

Jimena Morales Fallas

Efectos y alternativas de desechos generados por actividades humanas

Las actividades humanas son definidas por Vigotsky (1982) como el proceso entre el ser humano y lo que transformará en este proceso. Según A. N. Leontiev (1981) estas son un sistema de acciones y operaciones entre el ser humano y el objeto. Cualquiera que sea la definición escogida para “actividades humanas”, estas siempre van a tener consecuencias, ya sean positivas o negativas.

Si se mira desde una perspectiva ambiental, las actividades humanas han tenido una gran serie de resultados negativos que han provocado grandes cambios en este ámbito, todos estos proviniendo de las diferentes actividades humanas desarrolladas hasta el momento. De acuerdo con la Evaluación Mundial de la Degradación Antropógena de los Suelos (GLASOD) un 15 por ciento de la superficie total del mundo ha sufrido daños por erosión, disminución de nutrientes, salinización, entre otras cosas. (Ver Imagen 1.)

Al hablar de actividades humanas se pueden fácilmente mencionar gran cantidad y de todo tipo, sin embargo las más mencionadas con respecto al impacto ambiental son la industria, el transporte, las actividades domésticas y las prácticas agrícolas.

La agrícultura es una de las actividades más dañinas en este momento realizadas por el ser humano. Su impacto negativo del ambiente se extiende desde la contaminación del aire y las aguas, hasta la modificación de procesos ecológicos.

En el ámbito de contaminación del aire, tenemos el problemas de agroquímicos como el Bromuro de metilo, el cual ha sido uno de los contribuyentes a la destrucción de la capa de ozono y por tanto benefactor del efecto invernadero. Asimismo representa un peligro para la salud humana, ya que posee la capacidad de acumularse en exceso y degradarse dificilmente en partes aprovechable de plantas consumidas por humanos (DiGeCa, 2010).

Una de las principales dificultades es que es uno de los fumigantes de suelo más baratos en el mercado. Además, tiene una aplicación fácil y efectiva donde todos los organismos vivos con los que establece en contacto son eliminados y esto ha generado cierta dependencia de varios sistemas de producción agraria (DiGeCa, 2010).

Costa Rica por su parte ha estado en la lista de los 10 principales consumidores de Bromuro de Metilo en el mundo con una cifra de más de 500 toneladas de este agroquímico consumido. Abandonó luego este puesto en el 2004 cuando puso en práctica el Proyecto Alternativas al Bromuro de Metilo en Costa Rica, con el cuál logró reducir esa cifra más de un 10 porciento, teniendo como prioridad el sector melonero y florista al ser los sectores con más consumo de Bromuro de Metilo. Esta reducción fue lograda con la búsqueda de nuevas alternativas, ya fueran químicas, físicas o biológicas. Estas alternativas han sido químicos como el Telone, el Metam sodio y el Yoduro de Metilo. Las alternativas físicas usadas fueron el vapor de agua (Ver Imagen 2.) y la solarización (Ver Imagen 3.) y por último, concluídas como las más efectivas al ser las más sostenibles, las biológicas, en las cuales se observa el trabajo de hongos como el Trhichoderma como mecanismo de manejo integrado de plagas. (DiGeCa, 2010)

Siguiendo en el ámbito de la agricultura, esta también provoca grandes daños a los suelos y aguas. Algunas técnicas agrícolas tales como el cambio del uso del suelo, en el cual se deforestan grandes terrenos de bosques primarios y secundarios puede provocar erosión y pérdida de especies. También el uso de productos o métodos de rociamiento que contaminen el aire o que transpoten químicos a aguas cercanas provocan contaminación de aire y agua. (Hernández, 2010) Otra consecuencia de esta actividad agrícola es la

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