El suelo es el escenario de un balance entre el reciclaje de residuos orgánicos de las plantas y la descomposición por los organismos del suelo.

1. INTRODUCCIÓN

El suelo es el escenario de un balance entre el reciclaje de residuos orgánicos de las plantas y la descomposición por los organismos del suelo. El efecto de los disturbios antrópicos en los ecosistemas andinos merece especial atención, por cuanto podrían afectar ampliamente las propiedades del suelo y los procesos de reciclaje de nutrientes al alterar la diversidad de la fauna del suelo. [pic 1]

Uno de los tipos de disturbio más comunes en Sudamérica durante el último siglo ha sido el reemplazo de bosque nativo por la plantación extensiva de especies exóticas, como pino y eucalipto (Sedjo 1999, Toro y Gessel 1999, Granda 2006, citado por León et al.  2010). Sin importar si estas plantaciones tuvieron un interés estético o maderero, las alteraciones físicas del suelo en plantaciones de pino han sido ampliamente documentadas, e incluyen una baja retención de calor (Porté et al. 2004, citado por León et al 2010) y una máxima evapotranspiración, afectando la dinámica hídrica a nivel regional (Oyarzún y Huber 1999, Buytaert et al. 2007, citado por León et al. 2010). Con frecuencia, el establecimiento de estas plantaciones trae consigo la fragmentación del bosque nativo, donde los parches más pequeños pueden ser seriamente influenciados por la plantación de pino.

En muchos países el establecimiento de plantaciones con especies exóticas ha llegado a ser menos aceptado, especialmente por el impacto ambiental que éstas causan. Aunque una de las motivaciones para la forestación es el mejoramiento del medio ambiente a través de la conservación del suelo y la regulación de la hidrología, sin embargo existen estudios que afirman un impacto negativo de éstas plantaciones.

Las plantaciones forestales de eucalipto y pino en nuestro país han significado cambios en el uso del suelo, desde su antiguo uso ganadero y/o agrícola al forestal. Por lo que a través del presente estudio se desea probar la hipótesis, que las plantaciones de Pinus radiata y Pinus teocote   tienen efecto en el  cambio de las propiedades del suelo en  Cullpa Alta, Junín.

El objetivo general del estudio consistió en  estudiar el efecto de las  plantaciones de Pinus  sobre las propiedades del suelo  en  Cullpa  Alta, Junín; con objetivos específicos de determinar el efecto de las plantaciones de Pinus radiata D. Don y Pinus teocote Schltdl. & Cham  sobre  las propiedades físicas y químicas del suelo y comparar las diferencias de éstas con las características de un suelo con vegetación nativa.

1. REVISIÓN DE LITERATURA

1. Antecedentes de investigación

En Ecuador, el estudio “Impacto causado en el suelo por las plantaciones de pino en el páramo de Gachaneca”, realizado por Estupiñan (2003), determinaron que el efecto de las plantaciones de pino en las características del suelo en el páramo de Gachaneca destacan: bajos contenidos de materia orgánica y humedad; disminución de la porosidad así como de la capacidad de campo y aumento de los valores de densidad aparente. Los bajos contenidos de humedad indican que obedecen a la disminución del contenido de materia orgánica. Si las plantaciones establecidas corresponden a zonas que en condiciones naturales fueron turberas, el efecto es aún más negativo en lo que tiene que ver con la retención de humedad. Comprobaron  que las plantaciones de pino estuvieron relacionadas con menor materia orgánica y menor humedad. Por lo tanto, refieren que las plantaciones de pino tienden a disminuir el valor ecológico de los ecosistemas naturales, como es el caso de los páramos, y las sustancias resinosas exudadas por los pinos conservan la estructura del suelo pero dificultan el humedecimiento del mismo bloqueando los poros; debido a los valores altos de porosidad, baja densidad  aparente y poca capacidad de retención de humedad. No observan compactación en el suelo como consecuencia de la resina exudada por las plantas de pino,  por el contrario, se mantiene y conserva la estructura, pero se dificulta el humedecimiento. [pic 2]

Schlatter y Otero (1995), en Chile determinaron que las plantaciones de pino desarrollan una forma de humus del tipo moder, de estructura suelta, pero con una descomposición lenta para la situación climática de la región considerada. En el bosque nativo, en cambio, la forma de humus dominante es del tipo mull, de rápida descomposición, y sólo en climas más fríos a mayor elevación presenta una moderización. La morfología del mantillo bajo bosque natural muestra una buena integración biológica con el suelo mineral, dando origen a un sistema gradual y bien estructurado, donde la fauna juega un rol principal. Bajo pino, en cambio, el límite entre mantillo y suelo mineral es claro y  observaron  una disminución de la actividad de fauna, con un menor ritmo de descomposición. Determinaron que las características químico-nutritivas de la hojarasca del pino, eran más pobre en calcio y nitrógeno y más rica en compuestos inhibidores como resina, ceras y lignina. Estas características y la mayor actividad fungosa en el mantillo de pino fueron  causantes de un medio más ácido. En suelos de altas reservas en bases y capacidad de intercambio iónico, el efecto ácido fue neutralizado en el límite mantillo/suelo mineral. Sin embargo, en suelos de menores reservas en bases el efecto ácido se extiende al suelo mineral superficial, pudiendo afectar a mediano plazo la fertilidad de ésta.

 En la provincia del Neuquén, Argentina en plantaciones realizadas en suelos derivados de cenizas volcánicas, Broquen et al. (1995), determinaron que  las plantaciones de Pinus ponderosa, de hasta 52 años, en relación con la vegetación natural, no provocaron una variación de la acidez actual, ni un incremento de la acidez intercambiable de los suelos derivados de cenizas volcánicas. De la misma forma no provocaron  una variación de la densidad aparente de los Andisoles, no incidiendo por lo tanto en la infiltración de agua, ni en la aireación, ni en la resistencia a la penetración de las raíces.

En Argentina Broquen et al. (2002) determinaron que la acidez de intercambio aumentó en los 5 primeros centímetros bajo pino,  donde ocurrió una disminución de las bases de cambio totales y un incremento de la actividad del Aluminio, el que ocuparía los sitios de las bases de cambio. La acidez de la solución del suelo no cambió bajo pino en los primeros 5 cm, manteniéndose por encima del valor de pH citado como crítico para la evolución a Andisoles alofánicos. El hecho de que no varíe la acidez de la solución del suelo e incremente la acidez de cambio fue consecuencia del alto poder tampón del suelo. Aun así disminuyeron las bases de cambio y aumentó la proporción del Al. El pH bajo pino fue más alto en los primeros 5 cm, indicando un mayor dominio de Al activo y alófano. En general, Pinus ponderosa en suelos alofánicos no se comportó como una especie acidificante del suelo, pero en sentido estricto influyó en el equilibrio de intercambio. La respuesta depende no sólo de la especie forestal considerada, sino también de otras características del sistema que se considere, en particular del suelo y el clima.

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