El valor del decálogo y de la competitividad

Antes que nada, con respecto al tema del “DECALOGO DE COMPETITIVIDAD”, menciona temas que me interesaron como la forma en el que el gobierno federal implemento acciones para “MEJORAR” la competitividad de industrias nacionales, tanto internas como externas del país, así como la forma en la que detonan cambios para facilitar el comercio, y la implementación de políticas sectoriales para la innovación y el fortalecimiento del mercado interno.

Esto es con el fin de mejorar y crear una mayor participación en los flujos globales de comercio e inversión con el consecuente crecimiento de empleo, cuya importancia para nuestro país es fundamental, considerando de la misma manera que otro de los propósitos que tomamos en cuenta como cualquier otro país es consolidar nuestras fortalezas y debilidades para así podernos mostrar a nivel global que somos una economía creciente, todo con el fin de generar confianza en aquellos inversionistas cuya intención sea generar más en nuestro país o tal vez de cierta manera generar esa confianza para comercializar nuestros productos y servicios.

Por otra parte, refiriéndonos al segundo tema que se encuentra dentro de la misma, y es el “DECRETO DE FACILIDADES ADMINISTRATIVAS” del 31 de Marzo del 2008, donde se puede analizar cómo el ex presidente, Felipe Calderón, decreta otorgar diversos beneficios en materia aduanera y de comercio exterior, a través de la eliminación, simplificación, automatización y reforzamiento de los procesos aduaneros y de comercio exterior, a fin de contribuir a la competitividad de las empresas, sin perjuicio del control y cumplimiento de las disposiciones aduaneras y de comercio exterior.

A esto se suma lo mencionado por el entonces Secretario de Economía, Eduardo Sojo Garza, el cual menciono: “Hoy en día, el nombre del juego es competitividad: competir para tener acceso a una mejor y mayor participación en los flujos globales de comercio e inversión, con el consecuente efecto en empleo y crecimiento. Con este propósito, es fundamental compararnos frente a otras economías y definir las estrategias que nos permitan consolidar nuestras fortalezas y atender nuestras debilidades.

En conclusión, el decálogo de competitividad podría ser el inicio de una nueva visión y estructura de la economía mexicana la que podría impulsar al país a una calidad de vida y aprovechamiento de recurso, así como incremento de empleos, y fortalecimiento del mercado interno.

Es importante e indispensable que estas estrategias que componen al decálogo se lleven a cabo de manera correcta y responsable para lograr el mayor aprovechamiento y mejor en la comercialización mexicana.

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