Elementos Escritores

Elementos escritores.

Factor intermediario entre el soporte y la sustancia colorante, pueden ser propios o impropios. Los elementos escritores propios son aquellos que fueron creados para la ejecución de la escritura, es decir para cumplir específicamente con esa función gráfica. Por su parte, serán impropios, aquellos que no habiendo sido creados para ello puede utilizarse con ese fin, como por ejemplo pintura, carbón, etc.

1. Plumas: en la antigüedad utilizaban plumas conformadas por palos o venas de palma, en forma puntiaguda o como canuto de cañas con uno de sus extremos cortados al sesgo que, debido a su longitud, las tornaba lo suficientemente elástica para tomar y contener la cantidad de líquido colorante necesario. Este instrumento fue perfeccionándose, pasando por el cálamo vegetal, las plumas metálicas de bronce o cobre las cuales fueron sustituidas por las plumas de aves, y en la Edad Media por el cálamo italiano. Sin embargo, a partir del siglo XVI fueron reemplazadas por completo por las aves, especialmente el ganso, pato y cisne. A estas plumas se les realizaba primeramente un proceso de endurecimiento. Posteriormente se construyeron maquinas que cortaban en forma exacta y segura los cálamos de las plumas de aves. En 1808 se crea la pluma independiente, al cortar pequeños trozos de cálamos y darles forma puntiaguda de pluma en uno de sus extremos y adaptando el otro a punteros o estiletes, a modo de lapiceros. En Berlín se fundó la industria alemana de plumas metálicas, estas plumas eran grabadas con planchas de acero rojo, que luego eran formadas y encorvadas por medio de una prensa. A fines del siglo XIX se perfeccionó la fabricación de plumas, utilizando además metales nobles como la plata y el oro. Para evitar el deterioro de las puntas, las plumas modernas están revestidas por metales muy duros, generalmente por iridio.
2. Plumas fuente: todos los elementos escritores descriptos requerían recipientes o contenedores para su resguardo y traslado. Los egipcios tenían tinteros y estuches con todos los útiles de escritura, algunos consistían en cañas huecas con uno de sus extremos acondicionados para resguardar la extremidad puntiaguda o donde el pincel encajaba perfectamente. Tenían además cubiertas sumamente artísticas para las molestas (trozo de mármol de forma cónica que utilizaban para moler o raspar los colores).

Todos los sistemas de escritura requerían el traslado de los recipientes con pintura o tinta, sufriendo los inconvenientes como derrames o manchas. Como solución a esto el agente Edson Waterman patento en 1884 la primera pluma con un almacén incorporado para la tinta, naciendo la pluma fuente o estilográfica. Este tipo de elemento escritor posee una pluma dividida en dos gavilanes (cada una de las puntas de la pluma) para permitir fluir la tinta por capilaridad entre ambos. La tinta depositada en un almacén en el interior del lapicero comienza a fluir al abrirse el mecanismo de cierre, ante la fuerza ejercida sobre la pluma al ser presionada sobre el soporte. Este elemento adquirió una rápido difusión en el Occidente, constituyéndose en un verdadero líder preferencial con respecto a los demás tipos de lapiceros.

1. Lápices: compuestos por cilindros o prismas de madera, plástico, metales u otros elementos, que contiene en su interior sustancias grasas o minerales dispuestas en forma de barra o mina, pueden ser de tres tipos:

• Comunes: constituidos por una mezcla conformada principalmente por grafito (carbono natural en estado casi puro) y arcilla, la que moldeada, secada y cocida provee intenso color negro y baja dureza, lo cual permite, ejerciendo una presión sobre el soporte, disgregarse en pequeños fragmentos que se adhieren a la fibra celulósica del papel. La mayor o menor proporción de arcilla provocará distinta consistencia y dureza, clasificándolos con la letra “B” a los blandos y con una letra “H” a los duros (requieren mayor presión, dejando por ende surcos o indentaciones  de mayor profundidad), seguidos de los números “1 a 4”. La barra o mina puede contener además negro de humo o colorantes, y ambos pueden incorporarse al elemento o como accesorio. Sus escrituras permanecen inalterables con el tiempo, aun que sufren fácil desgaste por abrasión, lo que puede llegar a eliminarla.
• Indelebles: además del grafito y arcilla, poseen fragmentos de tinta o colorantes orgánicos (generalmente violeta de metilo) que lo hacen más resistentes a la abrasión. Esto se logra al presionar lo escrito sobre un soporte humedecido, la humidificación de la mina antes de producir la escritura provoca además del desgaste del grafito, la difusión del colorante en las fibras del papel. Estas circunstancias hacen que estos lápices sean denominados copiativos o lápiz tinta.
• Crayones: formados por sustancias grasas o cerosas compuestas de parafinas, ceras y colorantes inorgánicos u orgánicos liposolubles, y pueden estar recubiertos de igual manera que los comunes, con una envoltura de papel o sin cobertura.

1. Bolígrafo: lo creo el húngaro Ladislao José Biró (1936). Llegado a la Argentina en 1940, comenzó a fabricar en el año 1943, un instrumento constituido por un almacén contenedor de tinta grasa (no liquida como las utilizadas gasta ese momento) que tenían adosado a unos de sus extremos una bolilla o esfera metálica que rotando sobre su eje y al deslizarse sobre el soporte, por contacto, toma tinta del almacén y la deposita sobre el papel durante su desplazamiento giratorio. La marca comercial de ese producto fue un derivado del apellido del creador Birome, el cual ha valido en la mayor parte de los diccionarios, el reconocimiento como argentinismo de la palabra bolígrafo. Le evolución de estos elementos ha sido continuada y constante, apareciendo a comienzos de los ochentas, los bolígrafos con tintas fluidas. Estos presentan un sistema mixto o bolilla rotativa y tinta que fluye al desplazarse la bolilla por la presión ejercida sobre ella.  
2. Fibras: fueron creadas por Yukio Horie en 1962, siendo la compañía Japonese Stationery la que produjo el primer tipo que recibió el nombre de Pentel. Estaba constituido por un cilindro o tubo metálico conteniendo en su interior tinta a base acuosa que se comunicaba por uno de sus extremos, con un cilindro de unos tres centímetros de largo conformado por fibras plásticas muy delgadas unidas en forma longitudinal. El otro extremo del cilindro terminado en punta, es el que permite la escritura. La tinta fluye desde el depósito a través del cilindro fibroso rígido que, al tener su punta porosa y redondeada, actúa como una pluma. Su particularidad es que no producen surcos o indentaciones, debido al suave presionado que requieren para una correcta escritura. Actualmente se fabrican con puntas de diferentes grosores y materiales como fieltro, acrílico, vegetales, etc. Y puede ser descartables o recargables, también de trazo ancho, permitiendo un trazo de hasta 5mm, o de trazo fino, sus puntas pueden realizar trazos de 0.3mm.

Tintas.

Vehículos colorantes que por evaporación, reacción química o atracción de cargas eléctricas contrarias, dejan colorantes intensos y perdurables. Pueden estar formadas por suspensiones o por soluciones. Se denominan suspensiones a los compuestos que resulta de mezclar determinadas sustancias muy pequeñas en un fluido, de manera tal que éstas queden totalmente disueltas. La primera tinta que se conoció se remonta a 3000 a.C. esta conformada por carbón finamente dividido en una solución coloidal y ha recibido el nombre de tinta china, debido a su lugar de origen. Se elabora el negro de humo (obtenido mediante la combustión incompleta de sustancias orgánicas) suspendido en agua, con el agregado de colas o gomas. Al evaporarse el agua el carbón amorfo queda adherido al soporte por la acción de la goma. No las afecta la luz, el paso del tiempo ni los reactivos químicos, pero pueden ser fácilmente lavadas. Las soluciones por su parte, son mezclas formadas por la incorporación de un líquido, de partículas de cuerpos sólidos, líquidos o gaseosos, desunidas o separadas por él, conformando una nueva sustancia.

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