Empoderamiento ciudadano

La propuesta de jóvenes kolping en Querétaro inicia con el rescate del espacio público, se ha detectado pérdida de “identidad” y la falta de “sentido de pertenecía” lo que ha derivado que los habitantes se sientan fuera de lugar. La calle, que es el espacio de convivencia, interacción, distracción, de ejercicio tanto cívico como físico, está devaluado; es sucio, inseguro, oscuro; sus mensajes suelen ser: “no importas”, “no vales”, “no cuentas”, “me vale”; por supuesto estos mensajes tiene su efecto en el comportamiento de los habitantes, aumenta su indiferencia y apatía por integrarse, convivir y ser parte saludable de su entorno inmediato.

La sociedad se está acostumbrando a espacios desiguales, informales, incongruentes, indignos para la convivencia, para la seguridad, para la comercialización, para la recreación, etc., etc. Este proyecto busca formas en las que el diseño participativo (mesas de trabajo con ciudadanos locales, reconocen las necesidades y las prioridades de infraestructura que tiene su zona) permita a la sociedad unir sus propuestas, participe en la realización y se sienta parte del cambio, cambio en el que se restructura los usos del espacio público, para que este sea Digno para: platicar, jugar, difundir cultura, comercializar, transitar, etc., sea cual sea la actividad se tenga la certeza de que en ese lugar, el tránsito de las personas es más seguro que si el tránsito sólo fuera vehicular y disminuya la desigualdad social. Un punto importante aquí, es que nadie siente seguridad al transitar por una calle sola y oscura, más sin embargo ver gente y sobre todo niños jugando da otra impresión, y es que niños jugando en la calles, son indicador de seguridad, son niños que viven en entre personas responsables y respetables, como valores increvantables de un pueblo que es incapaz de hacerse daño a sí mismo y que además, al estar interactuando constantemente, permite  ejercitar la diversidad social.

El rescate del espacio público no sólo permite la revalorización  la imagen urbana, sino más importante aún, democratiza el espacio que es usado por la mayoría, “El Peatón”, icono representativo de la “Dignidad Humana”, el empoderamiento de los peatones en la vía pública reconoce la prioridad, la fragilidad de la vida, y el valor con la que la infraestructura debe cumplir su cometido de servicio para con la humanidad, que se ha perdido gracias a que muchas obras alimentan la desigualdad social, creando más espacio para la minoría y degradando el espacio de las mayorías, haciendo los sistemas públicos (transportes, banquetas, parabuses, etc.) deficientes, incoherentes y de mala calidad.

Puedo asegurar que Jurica como en otros lugares, los jóvenes buscan muchas formas de expresión, sin embargo son tomadas como agresivas, furtivas y/o ilegales, lo que abre más la fosa de la intolerancia; para muchos en la sociedad, los jóvenes son el problema, pero no ven que la ciudad no acerca ni permite otras formas de expandir las habilidades de las generaciones jóvenes e inquietas.  A través de este proyecto se busca que la infraestructura pública dote de esas posibilidades a todos los habitantes, pero que sean los jóvenes los que construyan el medio.

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