En estos días se ha puesto a circular la palabra “plusvalía”
Enviado por • 25 de Abril de 2015 • Síntesis • 1.644 Palabras (7 Páginas) • 251 Visitas
En estos días se ha puesto a circular la palabra “plusvalía”, debido a las medidas económicas que modificaron el tipo de cambio del dólar con respecto al bolívar, a lo cual reaccionó el comercio con la remarcación de precios, incurriendo en especulación. El presidente llamó “pluscuálidos” a los especuladores, combinando las palabras plusvalía y escuálidos. Sin embargo, el término plusvalía tiene una connotación muy precisa, dentro de la magnífica construcción teórica de El capital [1] , obra en la cual Marx desnuda el sistema capitalista y describe las leyes que presiden su funcionamiento. Siendo la plusvalía el corazón de esa teoría, es importante tener muy clara su definición.
Una buena definición no debe dejar cabida para ninguna confusión. Si se define de forma clara y precisa lo que es la plusvalía, no se puede confundir con la ganancia o la especulación. Para Karl Marx, la diferencia entre ganancia y plusvalía se expresa incluso matemáticamente: La tasa o cuota de plusvalía se obtiene dividiendo el plusvalor entre el capital variable (p/v), mientras que la tasa o cuota de ganancia se obtiene dividiendo el plusvalor entre el capital total, es decir, la suma del capital constante más el capital variable (p/c+v). Cabe recordar aquí que el capital que Marx denomina constante, no es el mismo que la contabilidad convencional identifica como capital fijo.
Marx se opuso en esto, como en muchas otras cosas, a las ideas comunes y corrientes, por lo cual no ha sido fácil que se comprendan sus conceptos, especialmente éste de plusvalía, que exige una lectura concienzuda y desprejuiciada de El capital.
Es recomendable leer y releer los capítulos dedicados por Marx en El capital a explicar la plusvalía, así como otros textos en los que se ocupa del tema, pero, además, leer y releer también a los detractores de Marx, para hacer contrastes y poder llegar al corazón de la idea de plusvalía. No se está aplicando correctamente el concepto de plusvalía, cuando se lo usa para explicar la especulación o la sobreganancia capitalista. El capitalismo puede operar dentro de márgenes de ganancia no especulativos y sigue siendo capitalismo y sigue generando plusvalía y sigue explotando a la fuerza de trabajo.
Casualmente, un artículo publicado en Aporrea [2] por estos mismos días trata de explicar el concepto de plusvalía, al decir que plusvalía se puede entender “como equivalente a beneficio o especulación”, para apuntar seguidamente que esta definición es “correcta pero insuficiente”. Pero, si una definición es insuficiente no puede ser correcta. El propio Marx decía que una explicación que no diera por resultado la diferencia específica, no era una explicación. Entonces, la correcta definición de plusvalía debe permitir que se distinga este concepto del de ganancia y del de especulación. Si no se puede hacer esa distinción, porque la definición es insuficiente, no sirve de mayor cosa, pues se va a confundir plusvalía con ganancia y con especulación.
En el mismo artículo de Aporrea se dice que plusvalía es “el tiempo de trabajo que el obrero realiza, más allá del tiempo de trabajo que el capitalista le remunera”. Pero, el capitalista remunera al obrero con el salario vigente en el mercado de trabajo. Posteriormente, cuando el capitalista hace uso de la fuerza de trabajo, es decir, del obrero que ha comprado en dicho mercado, éste produce el equivalente a su salario en un determinado tiempo, menor a la jornada laboral para la cual se ha vendido, el resto de jornada que sigue trabajando, produce un valor que se apropia el capitalista, eso es la plusvalía: El valor que produce el obrero después de producir el equivalente de su salario.
Para simplificar, se ha tomado un día de trabajo y un obrero, así como un capitalista y un proceso de producción con unos productos obtenidos al final de la jornada, pero no se debe olvidar que se trata de procesos sociales, que envuelven a millones de obreros, miles de capitalistas, miles de fábricas y cientos de millones de mercancías producidas a lo largo del año.
Veámoslo de otra manera. En las primeras horas de su jornada, el obrero produce lo que recibió como salario, el resto de la jornada produce plusvalía. El capitalista se la apropia, porque él compró la fuerza de trabajo del obrero por la jornada completa y pagó por ello el jornal normal, el que están pagando en ese momento todos los capitalistas. No se trata de un robo. Esta idea del robo es una idea proudhoniana, es decir, parecida a las de Proudhon, a quien Marx fustigó implacablemente, en una de sus más brillantes obras polémicas, Miseria de la filosofía.
Si el capitalista le devuelve al obrero todo el valor que produzca en la jornada, no obtiene plusvalía, ni ganancia, de modo que no estaría interesado en la negociación, aun más, no existiría el capitalismo, porque no puede existir capitalismo si no hay ganancia y, por supuesto, si no hay plusvalía. Y con esto no estamos justificando el sistema capitalista, sino explicando cómo funciona, para comprenderlo y orientar correctamente las luchas para erradicarlo.
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