Ensayo Cuestión De Dignidad
Enviado por jaragabriela • 21 de Marzo de 2013 • 2.053 Palabras (9 Páginas) • 1.124 Visitas
Cuestión de dignidad.
La importancia de mantener en equilibrio nuestra autoestima, de comunicarse a través de
un comportamiento asertivo, de pensar de forma racional siendo prudente; son temas
que refleja la obra de Walter Riso.
Por medio de varios ejemplos desde el lado psicológico y terapéutico, el autor comunica la
estrategia de ser asertivo, para que cada uno busque recibir su derecho de ser respetado.
Difunde la discusión educada donde las personas se apoderan de su inteligencia
controlando sus emociones, para de esta forma convencer a quienes realizan acciones
hirientes que llegan a transgredir la dignidad y obstruyen metas; de que retraigan su
manera insensible de actuar.
Se menciona que cada uno de nosotros tenemos principios, creencias, y valores propios
que se nos han inculcado y tenemos la capacidad de indignarnos cuando alguien viola
nuestros derechos o somos víctimas de la humillación, la explotación o el maltrato.
Poseemos la capacidad de reaccionar más allá de la bilogía y enfurecernos, cuando
nuestros códigos éticos se ven violados
Detrás del ego que acapara está el yo que vive y ama pero también está el yo aporreado,
el yo que exige respeto, el yo que quiere doblegarse el yo humano: el yo digno. Es por eso
que siempre debemos de buscar un equilibrio entre todos estos para disfrutar las cosas
que realmente queremos. Debido a que muchas ocasiones decimos si cuando queremos
decir no.
La explotación psicológica surge cuando los aprovechados encuentran un terreno fértil
donde obtener beneficios, es decir, una persona incapaz de oponerse. Es por ello que
debemos aprender a defender nuestros puntos de vista y a decir lo que pensamos.
Cuando exigimos respeto, estamos protegiendo nuestra honra y evitando que el yo se
debilite. Pero para poder exigir este respeto debemos empezar por respetarnos primero
nosotros mismos. El autorespeto es la ética personal que separa lo negociable de lo no
negociable, el punto del no retorno.
En el libro el autor Walter Riso aborda el tema de asertividad en oposición, referida a la
capacidad de ejercer y defender nuestros derechos personales sin violar los ajenos y no
dejarnos manipular.
En este libro se muestra la Asertividad como una propuesta para ganar autoestima. La
asertividad es el punto medio entre la sumisión y la agresividad, se plantea como una
herramienta para defendernos en caso de que nuestros derechos se vean vulnerados, es
decir que una persona asertiva tiene la capacidad para defender todos sus derechos sin
agredir a los demás. Aunque es de gran importancia la asertividad, hay casos en los que no
es recomendable aplicarla; por ejemplo cuando se pone en peligro la integridad física y
cuando se puede lastimar innecesariamente a una persona (no es necesario ser sincero sin
ningún objetivo convirtiéndose en una persona entrometida y criticona).
La asertividad logra fortalecer el amor propio, la dignidad, nos hace más seguros, facilita
la libertad emocional, el auto-conocimiento y ayuda a mejorar la comunicación; ya que a
través de ésta expresamos nuestros desacuerdos, planteamos una posición y sentamos un
precedente frente a la actitud inadecuada de otra persona que puede lastimar nuestro YO.
Vale entonces la pena preguntarnos ¿Qué nos impide ser asertivos?
• La culpa anticipada: Es aquel sentimiento de auto-sacrificio irracional que nos impulsa
a evitar herir los sentimientos de los demás así violen nuestros propios derechos,
entonces preferimos ser sumisos.
• Creer que debemos mantener obligaciones afectivas aunque se pierda la
individualidad: Nos sentimos responsables de los demás, pensamos que su bienestar
emocional depende de nuestro sometimiento y disposición para cumplir sus caprichos,
en este caso anulamos nuestros derechos y nos sentimos inferiores.
• Consideramos que si defendemos nuestros derechos seremos egoístas e incapaces de
perdonar: Nos da miedo ser malos y preferimos ser víctimas.
Para contrarrestar la culpa cuando deseamos aplicar la asertividad debemos ser
tolerantes, prudentes y responsables; así la tolerancia limitada indica equiparar los
deberes y los derechos, la prudencia logra autorregular nuestros actos para no lastimar y
la responsabilidad permite.
Para Riso, el poder manifestar nuestra incomodidad ante la injusticia personal o de otros,
nuestro desacuerdo ante los maltratos, ofensas y todo acto que atente contra nuestra
integridad física o emocional, es una cuestión de dignidad. Pero eso sí advierte, que la
asertividad como nuestra mejor vía de expresión no puede ser tergiversada para caer en
el terreno de los agresores o de las susceptibilidades excesivas que nos lleve a actuar
descentradamente manifestando y aclarando todo en toda situación por más inútil e
inadecuada que ésta sea. Por eso dice que debe ser una forma de defensa inteligente. Así,
presenta pautas sobre situaciones en que podemos ver vulnerados en nuestros más
básicos derechos como el respeto y la consideración que otros nos deben, de la misma
forma en que nosotros los debemos a los demás.
Nos enseña a reconocer estados de sumisión que menoscaban nuestro amor propio y que
atentan contra nuestros deseos internos de decidir libremente sobre nosotros mismo o
nuestras cosas.
Una de las formas de reconocer que debemos ser legítimamente asertivos es cuando una
situación nos hace sentir una especie de fuego interno que nos quema ante lo que
enfrentamos, una fuerza interior que nos empuja a expresar lo inadecuado del trato, los
mensajes o conductas de otros que nos lastiman, limitan o niegan nuestros derechos
En el mundo complejo como este, es necesario que seamos asertivos, sino, tanto nuestros
derechos, como nuestras obligaciones acabaran dominándonos.
Qué es la asertividad?
Asertividad es la capacidad para expresar propias opiniones, los sentimientos y las
emociones sin complejos, de una manera tranquila, sin agresividad, temor o ansiedad,
permitiendo a una persona autoafirmar sus derechos como individuo, evitando ser
manipulado y sin necesidad de manipular a los demás.
Wolpe (1958) fue quien primero utilizó este término, denominando “conducta asertiva” a
una determinada forma de actuar mediante la que se exteriorizaban sentimientos
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