Ensayo De Libre Convivencia

Esta ley tiene por objeto regular la libre convivencia, su interpretación y aplicación estarán en los Códigos Civil y de Procedimientos Civiles ambos del estado de Jalisco.

La libre convivencia es un contrato civil que se constituye cuando dos o más personas física, mayores de edad, con capacidad de goce y ejercicio se asocian con el objetivo de otorgarse ayuda mutua, las personas que ya estén unidas en matrimonio o tengan vigente otra convivencia no podrán constituir este contrato. El juez de primera instancia o mixto especializado en materia civil o familiar del ultimo domicilio de las personas que celebren la libre convivencia es el que será competente para conocer las controversias relativas a este contrato, así como serán aplicables los métodos alternos de solución de conflictos previstos por la Ley de Justicia Alternativa del Estado de Jalisco.

Por principio de cuentas llama la atención que se proponga la figura jurídica de la libre convivencia a través de la expedición de una nueva ley, cuando la tendencia actual en el trabajo legislativo va en sentido contrario; es decir, compilar el mayor número de ordenamientos en el menor número de leyes posible. Esto debido a que haciéndolo así se simplifica y facilita el manejo y la localización de las normas jurídicas vigentes.

Por otro lado el promulgar una ley para regular la libre convivencia es a todas luces un exceso, ya que en ese orden de ideas habría que crear también una “Ley del Matrimonio” y otras para los demás estados civiles, lo cual es, desde la técnica jurídica, incorrecto. Lo apropiado en todo caso, en el supuesto de que esta ley fuera aprobada, sería incluir este nuevo estado civil con un apartado particular dentro del Código Civil vigente en el estado de Jalisco.

Por si esto no fuera suficiente; la iniciativa hace referencia en más de una ocasión, que en todo lo no previsto en el proyecto legislativo los libre convivientes se regirán por las normas previstas para el concubinato, detalle por lo menos paradójico, cuando se supone que esta nueva institución estará muy bien regulada ya que tiene su origen en un cuerpo legislativo completo y especial para ella.

Éstos y una serie de contradicciones elementales son evidentes a lo largo de los apenas 30 artículos que la integran; como el hecho de que si bien para formalizarla ante el oficial del registro civil, se requiere la voluntad expresa de los individuos que la celebran, para darla por terminada basta con que uno de los firmantes lo manifieste por escrito para que quede disuelto el vínculo contraído (dejando al otro participante en virtual estado de indefensión), independientemente de que se hayan generado obligaciones de tipo sucesorio, de alimentos o de tutela.

A lo largo de estos meses de debate en los medios, los diputados que la promueven han repetido en numerosas entrevistas que esta iniciativa para nada es motivada por la intensión

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