Ensayo: LA ÉTICA DE LA PROFESIÓN.

LA ÉTICA DE LA PROFESIÓN.
Por Kharlos Véliz

 “Todo trabajo remunerado es una profesión. No todo trabajo remunerado es una profesión en sentido pleno. Existe hoy una tendencia hacia la profesionalización de todo trabajo”.

Hoy en día surge la cuestión de que todos queremos ser profesionales, ingeniero, médico, abogado, contador auditor, pero muy pocas personas saben lo que es una profesión, pues bien, por profesión se entiende con un sentido de “vocación y misión”. ¿En qué consta esta expresión? La profesión tiene un origen religioso, si religioso, porque se entiende que la única forma de agradar a Dios es cumpliendo en el mundo los deberes profesionales, por eso se dice que el profesional se va a entregar en cuerpo y alma a realizar su vocación, en mis palabras, se dedicará tanto mental y físicamente a cumplir con su deber, con tal de sentirse realizado, consagrarse en la vida.

Teniendo esto en cuenta, la actividad que realiza el profesional debe cumplir una función social específica, puesto que así es desde el principio, este servicio que presta el profesional ha de ser único, en el sentido que no debe ser realizada por ningún otro profesional, por ejemplo un médico no puede realizar la actividad de un abogado; siguiendo con la función social de la actividad, debe estar tan bien definida que las personas sepan de que trata tal profesión, puesto que las personas cifran su confianza en el profesional, una persona que es “ignorante” en el área contable cifra toda su confianza en un contador, por tanto ha de estar tan bien definida que esa persona “ignorante” debe tener claro la actividad de ese contador.

Los profesionales ejercen la profesión de forma estable, lo que les permite subsistir, gracias a esta, perciben una remuneración, pero no dejan que este sea el eje principal de su vida, saben claramente que el fin de su actividad es cumplir con un rol social y de consagración, no ganar dinero, la actividad primero y por añadidura la remuneración.

Los profesionales están ligados a un colegio, como por ejemplo el colegio de médicos, el cual establece las normas y procedimientos vinculantes para todo aquel que quiera ejercer la profesión, el cual sus miembros llegan a ser colegas.

Pero cada profesional debe plantearse la pregunta ¿a quién y para qué sirve el ejercicio de una determinada profesión? Esta es una pregunta de difícil respuesta, pero a partir de esta parte toda reflexión ética, esto tiene que ver con el fin y con el modo, con las técnicas y los saberes con que cuenta la actividad en cuestión y así es como se define a un buen profesional, responsable y competente. Entonces, el profesional debe asumir la responsabilidad por todos aquellos actos que son propios de la profesión, “justo es que los profesionales reclamen sus derechos, pero igualmente justo es que asuman la responsabilidad por el correcto ejercicio de su profesión, ya que son sujetos morales”.

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