Ensayo psicoanalitico sobre "hablemos de kevin"
Enviado por emmaceci28 • 19 de Octubre de 2016 • Ensayo • 2.228 Palabras (9 Páginas) • 797 Visitas
Kevin nace en una familia conformada por su padre y madre es el hijo primogénito de ambos. Ellos en su noviazgo mantienen una relación muy unida, no hay otra cosa que les importe más que estar juntos. Se les percibe a los dos muy enamorados durante el noviazgo.
Cuando Eva queda embarazada la noticia a ella no le llega a convencer del todo. Ella estaba bien con la vida que llevaba con su novio y la llegada de un bebé no le hace muy feliz. Él si está más convencido de ser padre así que todo el embarazo a él se le percibe mucho más entregado a la idea de ser padre que a ella.
Cuando kevin nace, ella sigue con la idea de que no está nada bonito ser madre. Se le complica constantemente cargarlo y ser una madre apegada a él. El vinculo de madre a hijo no es el mejor ni el más consolidado. A Eva lo que más le molesta del bebé es la manera que tiene este de llorar y de demandar su atención. En una ocasión Kevin no deja de llorar están en la calle y ella prefiere escuchar el ruido de una construcción cercana que el llanto de su hijo. Esto la pone muy mal. Su esposo a su vez está dedicado a trabajar y al parecer no pasa mucho tiempo con ambos cosa que a Eva también la pone mal ya que se le percibe que sola no está pudiendo. Se le observa siempre de malas y desesperada con el tema de la maternidad. Por más que trata de hacer un vínculo con su hijo no lo está logrando. El vínculo que tiene el papá de Kevin con el niño es diferente. A él se le observa mucho más empático con las demandas del bebé así como el acercamiento hacia el niño es diferente, mucho más cálido, mucho más paciente, mucho más cercano.
Cuando Kevin comienza a crecer, las cosas entre su madre y él no cambian mucho. Comienza a crecer siendo un niño muy demandante así como un niño sumamente retador. No se muestra como un niño que esté feliz jugando o que esté conviviendo con su madre como cualquier otro niño a esa edad. Sus juegos son agresivos y constantemente en contra de su madre. Llama mucho la atención que Kevin ya en una infancia avanzada no controla esfínteres, todo el tiempo usa pañal y cuando su madre lo cambia y asea él “accidentalmente” se vuelve a hacer al momento, al parecer de manera agresiva este acto. La madre de Kevin intenta acercarse a él, pero no se le observa que sea un acercamiento real ni con cierto sentimiento; al parecer es como si fuera “su obligación” ser madre. Sus arranques hacia él son agresivos hasta el punto de romperle un brazo. Esto al niño parece no importarle. Llega a la vida de Kevin Celia su hermana menor. El vínculo que tiene Eva la madre con la menor es muy diferente al que tuvo con Kevin cuando este fue bebé, con la niña todo es mejor y mucho más cálido. Al parecer Eva ya está lista para ser madre. Kevin se convierte en adolescente y esto se torna mucho más complicado para la dinámica familiar. La relación que tiene con Celia su hermana es muy agresiva, siempre le hace bromas muy pesadas, ella lo quiere y lo busca, trata de agradarle siempre, pero él se muestra normalmente muy agresivo aunque todo lo maneja como “accidentes” o como “bromas”. Sin embargo esto se convierte ya en algo más directivo hasta el punto de sacarle un ojo con una de sus flechas, hobbie al cual Kevin se interesa mucho. Eva su madre sabe que esto fue apropósito el padre aún lo duda y confía en que todo fue un accidente. Eva una vez más trata de acercarse a él, pero el vínculo sino se logró formar cuando Kevin fue bebé, en la adolescencia menos. A la madre siempre se le observa dudosa en distinguir que siente por su hijo, si amor u odio. A Kevin jamás se le observa con un amigo o con alguna novia como un adolescente de su edad. El día de su cumpleaños número 16, Kevín mata a sus compañeros de la escuela, cerrando la puerta de todo el colegio para que nadie pueda descubrirlo. Antes que esto suceda, Kevin mata a su padre y a su hermana en el jardín con el mismo arco y flecha que su padre le había regalado días antes. Eva queda sola con el juicio severo de todo el vecindario así como Kevin queda sentenciado a pocos años en la cárcel debido a que es menor de edad. No parece tener culpa alguna. La madre de Kevin vive atormentada por el resto de sus días por saber si esto fue resultado de ella.
Para la psiquiatría Kevin sería diagnosticado por medio del DSM-IV con un trastorno antisocial, ya que cuenta con cada una de las características de este. Sin embargo este diagnostico no es algo que nos interese para este trabajo, ya que nos enfocaremos más en lo que el psicoanálisis podría diagnosticar. Considero importante mencionar que Kevin es un adolescente de 16 años en donde aún la estructura no se puede definir como tal, sin embargo lo que voy a mencionar en este presente trabajo es que Kevin podría tener una estructura perversa.
Freud pasó bastante tiempo buscando el mecanismo metapsicológico que le correspondería metapsicológicamente a la perversión y menciona que el perverso hace una renegación de la realidad con su incidencia respecto de la castración. Esto una vez más nos hace remontarnos al complejo de Edipo. El niño al darse cuenta de la diferencia de los sexos, hace una desmentida de esto, si bien ya se ha dado cuenta que su madre no tiene pene como él creía, sin embargo enfrentarse ante esta realidad causaría mucha angustia y no la podría soportar, es por esto que el niño se dice que su madre tiene un pene tan pequeño que no se puede ver o bien tuvo un pene que le fue quitado. Con esto la falta de pene de la madre conduce al resultado de una castración y con esto el niño se debe enfrentar a la propia castración. Si a la madre le fue quitado el pene seguramente a él también. Es por esto que el objeto fálico se convierte en un objeto imaginario. En el niño no hay ningún interés de aceptar la realidad de una diferencia de sexos ya que esto lo podría llegar a una consecuencia insoportable, estar castrado o no estar castrado y el enfrentamiento con la castración es demasiado angustiante para el niño.
Por todo lo antes mencionado, Freud hace el análisis de dos puntos importantes alrededor de la estructura perversa por primera estancia está la angustia de castración y en segundo término se encuentra la movilización de procesos defensivos destinados a sortearla. Con todo esto, Freud descubre los procesos defensivos de la perversión, en primer lugar está la fijación, la regresión y la renegación de la realidad.
En el perverso la problemática de la renegación se organiza de manera diferente, esto se trata de la Ley del padre. Es importante mencionar que “el perverso va a hacer intervenir la ley de su deseo como la única ley del deseo que él reconoce y no como un deseo que se viera fundado sobre la Ley del deseo del otro, que es inauguralmente, la ley del padre.”[1]
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