Entrar A La Universidad Y Como Elegir Tu Carrera, O Al Contrario
Enviado por IlaG • 12 de Mayo de 2014 • 405 Palabras (2 Páginas) • 444 Visitas
Adicionales a los 17 años que, normalmente -según el sistema de educación pública de México- tienes para formar tus intereses y personalidad hasta el punto de decidir la carrera que quieres estudiar e idealmente a la que te quieres dedicar, yo me tomé 3 años extra. Lo cual parece no ser demasiado tomando en cuenta el tiempo que vivimos. No me arrepiento de tomar ese tiempo, o de las cosas que hice mientras lo pensaba, por meses me obsesionaba y me auto-cuestionaba ¿hay algo malo conmigo? Porque, si además me gustan y apasionan tantas cosas no puedo decidirme.
Pienso que sólo aquellos que han pasado por un proceso similar pueden entender la frustración que se experimenta de ir a un paso más lento, de tener el amplio abanico de posibilidades frente a ti y la libertad de decidir, pero para aquellos que son realmente conscientes de lo que dichas decisiones implican a futuro implica una reflexión extremadamente profunda, cuestionamientos de quién eres, quien quieres ser y hacia donde te diriges, el tipo de preguntas que se presentan en esta etapa de la vida.
Después de mucho cuestionamiento y reflexión, tomé una decisión, y una que no vi venir del todo, pero que me convenció al tiempo de eliminar a las débiles competencias que tenía en mi panorama.
Una vez con la meta en mente, empecé a prepararme para el próximo reto: entrar a la universidad que yo quería, a sabiendas de que no es un obstáculo cualquiera, es una competencia contra cientos y miles de otras personas como yo, en la búsqueda de su destino.
No me encontré sola en el camino, uno incierto y con pocas probabilidades de éxito, en el que, en caso de fracaso apenas tienes tiempo de limpiarte las heridas emocionales y volverlo a intentar una y otra vez, hasta que tu fuerza de voluntad se vea doblegada o tengas éxito en el propósito, que en mi caso, fue lo último.
Una vez dentro, en retrospectiva, escuchando historias de otros junto a mí, más jóvenes veo que mis razones para estar donde estoy parecen más fuertes que las de muchos otros que toman caminos por inercia y en algunos casos a pesar de la poca vocación por la disciplina a la que se dirigen.
Mi consejo para aquellos que aún buscan su camino, es vivan, experimenten cosas nuevas; todo aquello que los emocione, permítanse sentir cada momento de lo que los apasiona.
Ése es tu camino.
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