Entrega Semana 5 La base de un estudiante es la enseñanza de los educadores

GRUPO: 46

• Natalia Andrea Monsalve Vahos

• Geraldine Cañón Cárdenas
• Verónica Castaño Vélez
• Jorge Eliecer Salazar Correa
• Nhora María Rivera Castaño

La base de un estudiante es la enseñanza de los educadores, que son esas personas que se ven como ejemplos a seguir, como guías en la formación del futuro de un joven, pero actualmente se tienen tantas dudas de la educación que tienen los llamados educadores para así poder influir en los estudiantes. Por eso nos preguntamos lo siguiente ¿Cuales son las características que deben tener los docentes, para lograr convertirse, en una clave para la mejora educativa? 

Años atrás la educación era una base teórica dictada por personas que tenían un conocimiento y una experiencia específica en un área y en esta implantaba sus conocimientos a las personas que estaban comenzando su proceso educativo. Con la globalización los procesos han cambiado para bien o para mal, pero cambios. Los docentes tuvieron que adaptarse a los cambios culturales que se han tenido en la historia; la mayoría impactados por las decisiones que tenían que tomar al interior de las aulas, pensaron que esto sería un proceso gradual donde se cambiarían los conceptos antiguos, la educación basada exclusivamente en los libros, pero se dieron cuenta de que las nuevas dinámicas exigían asumir nuevos retos mucho más participativos y de interacción con sus estudian por ejemplo; implementar nuevos proyectos como el (PRAE) proyecto pedagógico que promueve reflexión en el cuidado del medio ambiente, el desarrollo sostenible, a través del concepto de responsabilidad social, implementación de técnicas amigables con el ambiente y optimización de recursos naturales.

La calidad de la educación depende en gran medida de la idoneidad de sus docentes, cualidad que tiene sus bases en una sólida formación y se alcanza con el transcurrir de su práctica profesional, por eso se busca que los maestros que se desempeñan en el nivel de educación básica, comprendan y transformen su trabajo de manera que inciden positivamente en el aprendizaje de los niños, y jóvenes, para conseguir esto se tiene definido que la formación que se brinde a los educadores, esté “en relación con las dificultades que encuentra un maestro diariamente en el aula”^[1].

Esto implica que los docentes revisen sus labores académicas y aquellas que tienen que ver con el proceso de enseñanza-aprendizaje así como de las “actividades curriculares no lectivas complementarias de la función docente de aula, entendidas como administración del proceso educativo, preparación de su tarea académica, investigación de asuntos pedagógicos, evaluación, calificación, planeación, disciplina y formación de los alumnos, reuniones de profesores, dirección de grupo, actividades formativas, culturales y deportivas, atención a los padres de familia y acudientes, servicio de orientación estudiantil y actividades vinculadas con organismos o instituciones del sector que inciden directa o indirectamente en la educación”^[2]

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