¿Es La Prueba INICIA La Verdadera Solución Para La Formación De Profesores?

Desde hace bastantes años que se viene cuestionando la calidad de los profesores que ejercen actualmente en el sistema nacional. Las evaluaciones docentes realizadas, no arrojan muy buenos resultados y constantemente se buscan alternativas para mejorar la carrera docente. En el año 2006, el gobierno aposto por un programa para mejorar la formación inicial docente, es decir, comenzar a potenciar a los futuros profesores desde un principio. Este programa llamado Programa inicia, pretendía mejorar la formación desde tres ejes fundamentales:

• Orientaciones curriculares: la definición del currículum para la formación de profesores, que estén relacionados con los requerimientos de la formación escolar.

• Programa de apoyo a instituciones: el mejoramiento de la estructura y gestión de las diversas instituciones formadoras de profesores a nivel nacional.

• Evaluación diagnóstica INICIA: la evaluación de los conocimientos pedagógicos y competencias computacionales alcanzados por los profesionales egresados de las carreras de pedagogía.

A propósito de estos tres ejes, el que más resuena dentro de este programa es la evaluación, que es la llamada prueba inicia. Esta prueba evalúa conocimientos disciplinarios, pedagógicos y específicos a los egresados y estudiantes de pedagogía que se encuentren en su último semestre. La prueba se ha aplicado desde el comienzo del programa, con carácter voluntario, reflejando muy malos resultados en los futuros pedagogos. Es por eso que el año pasado se ha impulsado un proyecto de ley que exige que para que un egresado de pedagogía se desempeñe en un colegio municipal o subvencionado, debe haber rendido la prueba. Es por todo lo anterior que es pertinente preguntarse ¿Es la prueba inicia, la verdadera solución para la formación de profesores? o es ¿Una medida parche más para un sistema en crisis?

Nuestro sistema educacional resuena como uno de los mejores dentro de Latinoamérica. Tenemos los mejores estándares de calidad, gran tasa de alfabetización, buen índice de años de escolaridad, etc. Sin duda que estos logros no reflejan la mala calidad del sistema en Chile. Por otra parte tenemos una de las educaciones más caras del mundo, donde la segregación educativa es enorme, y los mejores resultados la mayoría de las veces están condicionados por la condición socio-económica de los estudiantes, dado a que se prioriza la libertad de enseñanza por encima del derecho a la educación. Es dentro de este mismo sistema donde los profesores han pasado al olvido, obtienen muy malas remuneraciones y su trabajo no siempre es valorado como se debiera, se dice que no están capacitados para realizar su labor y que por eso se debe mejorar la formación inicial docente para que en algunos años más tengamos buenos profesores y no los “malos” que existen hoy. Sin duda que partiendo de la base de que la prueba inicia es un instrumento que certifica la calidad de los egresados de pedagogía, lo hace de manera muy simple y se centra en la medición del dato cuantificable siendo que para evaluar a un buen o mal profesor se necesita mucho más que eso. Es por eso que la prueba inicia no contribuye a la formación inicial docente, sino que solo aporta el dato practico general de cómo están las instituciones de nuestro país.

En primer lugar la prueba inicia tiene una batería de pruebas sobre conocimientos y habilidades, donde las preguntas tienen una elaboración muy similar a las de la prueba de selección universitaria. Sin duda que para aprender un conocimiento, se requiere de constancia y mucho estudio, estos se adquieren a través de la disciplina y en la formación universitaria. Pero la segunda sección, que es la de habilidades, si bien, en las universidades se dan a conocer estas destrezas el estudiante solo las conoce cuando se encuentra con el mundo educativo real. Según Jorge Inzunza “las habilidades se aprenden cuando éstos son puestos a prueba en una situación concreta. Cuando un nuevo profesor/a prepara una clase, la realiza y luego la evalúa, es cuando logra este saber único que sintetiza la teoría pedagógica, los conocimientos particulares de una materia, y la experiencia con sus alumnos/as”. Es decir, la prueba inicia no mide habilidades concretas, ya que el estudiante aún no las ha puesto en práctica, esta parte de la evaluación debe ser evaluada a partir de la experiencia del profesor y no cuando aún no conoce la realidad que va enfrentar. Sin duda que debido a los ítems que mide no está aportando a una formación concreta.

En segundo lugar la evaluación ha tenido malos resultados desde su comienzo. Además dado su carácter voluntario, no permite identificar las instituciones que se encuentran más débiles en la formación pedagógica. En nuestro país existe un universo de establecimientos que imparten la carrera de pedagogía, donde durante los cuatro años que lleva la prueba se han ausentado. Esto claramente se debe a la libertad en la que está sometido nuestro sistema, se habla de mejorar la formación inicial, pero no se habla de la infinidad de lugares donde se imparten la carrera, sin siquiera muchas veces estar acreditadas “El mayor crecimiento de la matrícula es en las instituciones de escasa selectividad: el 85% de la matrícula de Pedagogía Básica en 2008 pertenece a instituciones de escasa o nula selectividad (alumnos con menos de 550 puntos promedio en PSU o que sencillamente no la rinden).” Evidentemente que si no existe selección hacia los estudiantes de pedagogía, los resultados que arroje la prueba inicia serán malos, y no me refiero a una herramienta de selección como la PSU, ya que esta tampoco es un instrumento válido para la selección de los futuros profesores, esta solo mide la condición socio-económica de los estudiantes, sino que las políticas deben estar centradas en como mejorar la selección desde un perspectiva cognitiva, vocacional.

Por otra parte resulta “extraño”, que las autoridades critiquen los malos resultados de

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