Esclavo Del Dolor

Esclavo del dolor.

Del alguna forma, sin darme cuenta o quizás masoquistamente he guardado en el fondo de mi corazón muchas cosas que no quiero explicar al mundo, cosas que enferman mi rumbo, cosas que lastiman incluso mi fe, puesto que no he sido más que una esencia marchita, un vestigio del todo que se ha vuelto nada, una partícula más en este pequeño mundo, mundo al que solemos llamar tierra de gigantes, mundo al que solemos llamar tierra del salvador, mundo en el que a veces me siento en tierra de nadie. No puedo decir con precisión en que parte del camino me he perdido, solo que hace un tiempo dejé de verme a mí mismo como un ente de cuerpo, alma y corazón, y por ende, un ente así no existe. Es notorio decirlo de ese modo, cada vez que escribo una historia, todos pueden ver que dentro de de mí, contenedor de sentimientos soy, contenedor de iras, de inquietudes y curiosidades, contenedor del alba.

Más allá de eso, todos dicen, eres inteligente, eres muy buena persona, eres muy amable y servicial, pero no conocen esas emociones oscuras donde pienso egoístamente nada tiene sentido, al final del día, después de tantas sonrisas, después de tantas palabras, de nuevo me siento vacío. No obstante, trato de buscar dentro del alba, pero no encuentro nada, ¿Cómo buscar lo que está perdido?, muy buena pregunta; unos dicen que preparándose para ello, yo opto por extraviarme hasta encontrarme, o por lo menos hasta que alguien me encuentre. Pasaba segundos, minutos y horas buscando la felicidad absoluta, consciente de que solo se puede hallar en Cristo, o al menos es lo que refleja la biblia, por cuestión de fe, prefiero creer en ello. Ahora, no estoy seguro de que trato de encontrar, solo sé que me gustaría sentir un poco de paz, pero las voces me aturden en el silencio, son miles de voces, miles de recuerdos, miles de gritos que se aferran a mis sentidos y que no me dejan tranquilo.

Entre más solo me encuentro, más aturdido me siento, es uno de los motivos por los que amo y al mismo tiempo le temo al silencio, motivo por los que a veces duermo con auriculares lastimando mis oídos. No he podido controlar el sin fin de veces que despierto por la madrugada y siento que alguien me observa con esa mirada tan nostálgica, como quien dice, no quiero que sufras más, pero es inevitable, tú mismo has elegido este camino y no tienes la menor idea de cómo seguirlo o de cómo salir. En parte creo que es cierto, de alguna forma es adictivo, pero toda adicción tiene sus consecuencias, y por ello, me puedo ver de esta forma tan atocigante y complicada, ¿Qué sentido tiene ser tan complicado?, es cierto que soy muy sociable y puedo compartir conversaciones con cualquier persona, incluso puedo hablarles acerca de mi historia, sin embargo, del alguna forma y por alguna razón que ni siquiera yo puedo conozco, comprender y saber tal cual es el autor es la mayor utopía de este hermoso cuento.

Estoy seguro

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