Estereotipos Femeninos En La Publicidad Televisiva

ESTEREOTIPOS FEMENINOS EN LA PUBLICIDAD TELEVISIVA

3.1 La publicidad y su principal objetivo

Aunque la publicidad intenta influenciar al público para que éste acceda a comprar los productos que se venden, esta acción de compra puede estar motivada por el convencimiento promovido por lo que el anuncio publicitario representa.

La publicidad actual desempeña un papel crucial en la civilización industrial urbana, condicionando para bien o para mal todos los aspectos de la vida cotidiana.

Tras demostrar su enorme poder para promover la venta de bienes y servicios, desde la década de 1960 la publicidad se ha utilizado cada vez más para fomentar el bienestar, cumpliendo funciones propagandísticas.

No obstante, es necesario diferenciar los conceptos de «publicidad» y «propaganda». Si bien la publicidad tiende a la búsqueda de beneficios comerciales, la propaganda tiende a la difusión de ideas políticas, filosóficas, morales, sociales o religiosas; es decir, comunicación ideológica.

3.2 El rol de la mujer en la publicidad y su relación con la sociedad.

Los estudios sobre la mujer y la publicidad han acaparado cierto interés en estos últimos años convirtiéndose en uno de los campos de investigación con mayor productividad, bajo el concepto de “estudios de género”.

Parte de nuestro trabajo es detallar el protagonismo de estos últimos años de la publicidad, siendo agente activo en las representaciones de género y estereotipos, más aún en un tema controversial como es la imagen de la mujer la cual ha sido estudiada en diferentes campos de estudio, pero en esta oportunidad será sólo en el ámbito comunicativo.

Por ello, situándonos hacia mediados de la década de los ochentas podemos mencionar ciertos rasgos explícitos de la imagen femenina, tales como:

Mostrar un nivel educativo limitado.

- La escasa participación en asuntos de fondo social.

- El conformismo total ante las decisiones del varón.

- La dependencia casi absoluta hacia el varón.

- El encasillamiento en su rol de madre, ama de casa y esposa.

Se experimentaba una especie de empuje y resistencia, es decir, mientras en la realidad se alcanzaba logros significativos en el ámbito social – Juana de Arco (heroína nacional francesa y una santa de la Iglesia católica), como el derecho al voto en, la lucha de las hermanas Mirabal en contra de la corrupción en Latinoamérica–, aparecía la publicidad como medio retroactivo a través de sus campañas basadas en estereotipos que reflejaban una visión fragmentaria de la realidad.

La frecuencia del uso de la mujer como elemento decorativo en los anuncios publicitarios para hombres (como en las bebidas alcohólicas, desodorantes, etc.) hacía reincidente la figura de objeto sexual. A diferencia del hombre, destinado a las funciones de relevancia y formación elevada.Así pues, a través del proceso de investigación, hemos podido identificar tres estereotipos:

1. La mujer objeto sexual: Bajo este estereotipo se esconde la misión de la mujer, la cual es satisfacer el deseo sexual del hombre. El cuerpo femenino – en su totalidad o una parte de él – adquiere un papel secundario y sólo se adjuntan las cualidades de su cuerpo como cualidades del producto publicitado. Así, se logra atraer la atención del cliente y generar la idea de que el producto siempre estará asociado a mujeres con las cualidades mostradas en el comercial.

2. La mujer y su búsqueda en su único ideal de belleza: En este tipo de anuncios, la mujer está sujeta a un ideal de belleza que debe alcanzar para ser reconocida en la sociedad como una mujer exitosa y valiosa. Así, las compañías que utilizan este estereotipo en sus anuncios se valen del temor a la muerte para infundir rechazo a envejecer naturalmente. Evidentemente, los productos que son publicitados con mayor frecuencia de este modo son los productos de maquillaje, lociones, cremas, fajas, e incluso cirugías estéticas. Estos productos son los que más causan presión en la psiquis femenina y hacen que la mujer sea preconcebida como un ser con miles de imperfecciones físicas por corregir.

3. La mujer trofeo, esposa perfecta: Este estereotipo es, tal vez, el más difundido. El estereotipo comienza desde que se muestra a la mujer completamente realizada cuando consigue casarse y sumamente emocionada por los lujos que la ceremonia conlleva. Y continúa con su labor en el hogar, la cual consiste, básicamente, en limpiar, cocinar, lavar – a mano o en lavadora

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