Estructura de un chiste
Enviado por moga94 • 26 de Noviembre de 2013 • Tesis • 2.379 Palabras (10 Páginas) • 1.046 Visitas
Un chiste es un dicho u ocurrencia aguda y graciosa. Es una corta serie de palabras o una pequeña historia hablada o escrita con fines cómicos, irónicos o burlescos, contiene un juego verbal o conceptual capaz de mover a risa. Muchas veces se presenta ilustrado por un dibujo, y puede consistir solo en este.1
Se debe distinguir de la broma, que consiste en crear una situación cómica a partir de una persona, una situación o un evento reales, mientras que un gag difiere del chiste en que el humor no es verbal sino visual como en el caso del tartazo o lanzamiento de pasteles o tartas de crema a la cara de alguien característico de la comedia de tipo slapstick.
Índice [ocultar]
1 Estructura de un chiste
2 Génesis del chiste
2.1 Teorías psicológicas de las bromas y su estudio
2.1.1 Teoría del chiste según Freud
3 Tipos de chistes
3.1 Parodias
4 El chiste como mecanismo de violencia
5 Estereotipos comunes en los chistes
6 Referencias
7 Véase también
Estructura de un chiste[editar · editar código]
La mayoría de los chistes tiene dos partes: la introducción (por ejemplo, "Un hombre entra a un bar...") y una gracia, que unida con la introducción provoca una situación graciosa que hace reír a la audiencia.
Génesis del chiste[editar · editar código]
Teorías psicológicas de las bromas y su estudio[editar · editar código]
Un humorista actuando en un pub.
El por qué nos reímos ha sido estudiado en numerosas ocasiones por expertos en el campo de la psicología, es el caso de:
Society of Mind (La sociedad de la mente), obra de Marvin Minsky. Minsky sugiere que la carcajada tiene una función específica que se relaciona con el cerebro humano. Opina que los chistes y la risa constituyen mecanismos que utiliza el cerebro para aprender el absurdo. Por este motivo, argumenta que un chiste, después de escucharlo varias veces, ya no es divertido.
The mechanism of the mind (El mecanismo de la mente) y I am right, you are wrong (Yo tengo razón, tú estás equivocado) de Edward de Bono. De Bono sugiere que la mente es una máquina que trabaja formando patrones, y que funciona reconociendo historias y conductas para ponerlas en patrones familiares. Cuando una conexión familiar se interrumpe, y alternativamente un vínculo nuevo e inesperado se produce en el cerebro por una ruta distinta a la esperada, se origina la risa con la nueva conexión. Esta teoría explica bastante acerca de los chistes. Por ejemplo:
Por qué un chiste sólo es gracioso cuando se oye por primera vez: una vez que se oyó una vez, se origina el patrón de reconocimiento, por lo que no puede haber nuevas conexiones, y por lo tanto no hay risa.
Por qué los chistes tienen un inicio elaborado y a menudo repetitivo: La repetición establece el patrón familiar en el cerebro. Un método usual es decir casi la misma historia dos veces para luego decir la parte graciosa la tercera vez que se cuenta la historia. Las primeras dos veces de la historia evocan un patrón familiar en el cerebro, y de este modo preparan el cerebro para la parte cómica.
Por qué los chistes con frecuencia recurren a estereotipos: el uso de estereotipos crea un nexo con una conducta familiar esperada, ahorrando tiempo en la introducción del chiste.
Por qué hay variedades de historias bien conocidas (por ejemplo, el genio de la lámpara): esto ahorra tiempo en la introducción y establece un patrón familiar.
Teoría del chiste según Freud[editar · editar código]
Artículo principal: El chiste y su relación con lo inconsciente
Freud señala que el chiste , junto con los actos fallidos, es una de las formas como las representaciones pueden emerger al consciente de una manera desfigurada en hechos que trascienden nuestra vida diaria. 2
Los actos fallidos son acciones causales y somáticas y actos u operaciones fallidas que tienen un sentido (llevan un mensaje) y un propósito (cumplen una función), resultado de un conflicto intra psíquico por una lucha de fuerzas, en el aparato psíquico, de representaciones inconscientes (reprimidas), que quieren devenir conscientes, contra las representaciones conscientes (manifiestas). Esta lucha de fuerzas produce una interferencia entre la representación-consciente (perturbadora) y la representación-inconsciente (perturbada), produciéndose un refrenamiento y sofocación. Así, se suscita una transacción entre sistemas (Consciente-Inconsciente) sin éxito ni fracaso de ninguno.
Lo anterior produce muchos comportamientos apreciables, como ser el olvido de nombres propios, en el que no sólo se olvida, sino que se recuerda erróneamente y acuden a la conciencia nombres sustitutivos, que persisten con tenacidad. De aquí que Freud deduce que existe una determinada conexión con el nombre erróneo y el olvidado. A veces, el nombre es olvidado como garantía de propósito. Lo mismo se aplica al olvido de palabras extranjeras y de series de palabras. De igual manera se producen las equivocaciones orales o lapsus linguae, en los que la equivocación obedece a la perturbación causada por una idea reprimida o semi-reprimida, extraña a la que se quiere expresar; puede ocurrir por sustitución de palabra o por semejanza o semilicadencia.
En cualquier caso, la perturbación ocurrida intenta evitar que despierte el recuerdo de una sensación penosa o desagradable. Y lo que nunca falta en toda clase de equivocaciones (orales, escritas, de lectura, de nombres, de acciones, olvidos, etc.) es la palabra o idea perturbadora, sea cualquiera la causa de que proceda, la que impide a una representación inconsciente devenir consciente.
Estos recuerdos que pueden causar displacer se presentan como sustitutivos de otras impresiones y abarcan toda la vida del individuo, no están presentes en la memoria, pero son evocados por sucesos en el instante o historia del individuo y es así que desean exteriorizarse y en ese proceso son perturbados. Dichos recuerdos son los denominados recuerdos infantiles encubridores, los cuales no son exclusivamente visuales y en ninguno se observa a la propia persona.
En el caso del chiste, Freud halla que un fenómeno que ocurre es el de condensación, que consiste en la fusión de dos palabras formando una sola, y por ese motivo, aunque se trate de una equivocación, resulta chistosa; como en el caso de Heine y la palabra "familionar", en la que el sujeto quiere decir "familiarmente", pero que se perturba con la idea de que esa familiaridad sólo le es posible a un "millionario" y ello motivó a la fusión de palabras.
También se aprecia otro elemento en los chistes: el desplazamiento, para lo cual Freud alude
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