Estudio comparativo del texto dramático a la televisión

Del texto dramático a la televisión: un estudio comparativo de “La Malquerida” y la “MalQuerida”

Todas soñamos con el amor, pero cuando el deseo y la ambición lo superan,

 de ser la mujer amada te conviertes en “La Malquerida”^[1]

Introducción

La telenovela, desde mediados del siglo xx, ha tomado un lugar muy importante en los hogares mexicanos. Lo que en un principio surgió como un pretexto de publicidad para jabón en polvo^[2], se convirtió, inmediatamente, en el pasatiempo más recurrido de las familias mexicanas. De esta manera, para algunos, la telenovela es el entretenimiento propio de una sociedad tercermundista, pues ha hecho que los hogares mexicanos, sólo por el medio televisivo, encuentren las historias más apasionantes, melodramáticas, trágicas y rosas^[3]; dejando a un lado el hábito de leer.

Antes de que la televisión fuera artificio fundamental de los hogares, los libros tenían más probabilidad de conseguir un lugar importante en el taburete de la recámara. Se leían obras como María (1867) del escritor colombiano Jorge Isaacs; Marianela (1878), parte de las novelas de tesis del escritor español Benito Pérez Galdós^[4]; Martín Rivas (1862) del género realista del siglo XIX, escrita por el novelista y diplomático chileno Alberto Blest Gana; Las impuras (1919) del escritor cubano Miguel de Carrión; Doña Bárbara (1929) del modernista Rómulo Gallegos; y también la obra de teatro La Malquerida (1913) de Jacinto Benavente.

¿Qué tienen en común estas obras de la literatura hispanohablante?, pues éstas, décadas más adelante, se utilizaron como guiones de telenovela, proporcionando horas de entretenimiento de lo que en un principio sólo podía imaginarse por algunas semanas, es decir, de las “escasas” hojas pasaron al avatar televisivo; creando producciones por parte de las televisoras donde se invierte dinero, tiempo, esfuerzo, sudor del equipo técnico, y hasta por qué no decirlo, de los actores inmiscuidos.

En 1961, la novela Marianela de Benito Pérez Galdós fue adaptada para la televisión mexicana en formato de telenovela con su título original; Magda Guzmán y Narciso Busquets fueron los intérpretes de los personajes principales. En 1988, bajo el título Flor y canela, la novela de Marianela volvió a llevarse a la televisión con Mariana Garza, Daniela Leites y Ernesto Laguardia; y aún en 1993, se emitió en formato de miniserie con el título original, con la presencia de nueva cuenta de Mariana Garza, pero ahora acompañada por Fernando Colunga.

En el año 2014, la obra de teatro La Malquerida, escrita por el dramaturgo español Jacinto Benavente (Madrid, 12 de agosto de 1866 - 14 de julio de 1954), ganador del Premio Nobel de literatura en 1922, fue llevada por primera vez a los hogares mexicanos a través de la puesta en escena televisiva. Antes, existió una versión fílmica en 1949, de éxito internacional, protagonizada por Dolores del Río, Pedro Armendáriz y Columba Domínguez y dirigida por el mexicano Emilio “El Indio” Fernández, con la colaboración en el guion de Mauricio Magdaleno y la fotografía de Gabriel Figueroa.

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