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Evaluación y ámbitos de aplicación


Enviado por   •  4 de Marzo de 2020  •  Informe  •  2.923 Palabras (12 Páginas)  •  555 Visitas

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Tema 1 La evaluación y sus ámbitos de aplicación

Definición de evaluación

Tomás Escudero Escorza, en su artículo “Desde los test hasta la investigación evaluativa actual. Un siglo, el XX, de intenso desarrollo de la evaluación en educación”, nos dice que para entender el concepto de una disciplina, así como sus funciones y los ámbitos que abarca, es necesaria una aproximación histórica. El caso de la evaluación, no escapa a esta revisión, pues se trata de una disciplina con cambios conceptuales y funcionales a lo largo de la historia.

Antecedentes de la evaluación

Desde tiempos muy remotos, el asunto de la evaluación viene asociado a la capacidad del hombre para establecer juicios de valor, sin embargo, no se puede hablar aquí de su concepto actual como proceso sistemático y continuo, pues, en cierto modo, la evaluación consistía más bien en una tradición. El examinador se limitaba a poner a prueba a los candidatos con el fin de conocer el grado de pericia que tenían para desempeñar un cargo o para obtener algún nivel en la jerarquía política y social. La presentación de exámenes y su aprobación constituía todo un ritual en las primeras civilizaciones y era el único procedimiento para validar cargos públicos y aún más, un discriminador neutral del talento. Un ejemplo de esto fue China, en donde el asunto de los exámenes públicos era una técnica claramente institucionalizada.

En la Universidad medieval, la palabra exámenes estaba estrechamente ligada al de grados académicos, los cuales se obtenían a través de un procedimiento de exposición y

debate desarrollando al máximo la destreza dialéctica, en el que se debía demostrar el dominio de los contenidos de enseñanza. En la titulación se entregaba al alumno birrete, anillo y libro. A partir de este momento, el egresado podía postularse como catedrático de su universidad u otras universidades.

En la edad moderna se destaca la aparición de una poderosa organización educativa que hasta nuestros días ejerce indiscutible influencia: Los Jesuitas. La compañía de Jesús merece una mención especial en el estudio de la evaluación, pues fueron ellos quienes hicieron de la emulación un verdadero arte a través de exámenes, competencias y certámenes, donde el estudiante debía demostrar sus conocimientos para ser mejor y superarse a ejemplo de otros. Sin embargo, el cambio de ideas educativas generadas por el realismo pedagógico que proclamaba una enseñanza objetiva y racional, modificó el proceso evaluativo subrayando entonces la importancia de la aplicación como medio para medir los aprendizajes. Entre sus representantes están Juan Federico Herbart y Juan Amós Comenio.

En la edad contemporánea, el papel de la educación científica tomó gran importancia y con ello el campo de la evaluación se amplió notablemente. El progreso que fue alcanzando la psicología en el ámbito de los test educacionales, coadyuvó el diseño de pruebas o exámenes elaborados por los maestros en situaciones ordinarias de clase, para corroborar el aprendizaje de los alumnos, otorgándoles más tarde, las características de objetividad, validez y confiabilidad, características imprescindibles para medir el aprendizaje de los alumnos.

Sin embargo, es importante mencionar que la medición es sólo un componente de la evaluación como proceso, pues, decir que evaluamos a un alumno o a un proceso, va mucho más allá de la simple calificación.

La evaluación es un proceso sistemático y continuo que nos permite obtener información para formarnos juicios de valor y con base en ello tomar decisiones. Esta toma de decisiones debe necesariamente conducir a una mejora continua.

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Ámbitos de la evaluación educativa

Generalmente, cuando hablamos de evaluación, el imaginario es un conjunto de exámenes y pruebas aplicadas a los alumnos en un escenario áulico, no obstante, la evaluación educativa tiene diferentes ámbitos que convendría precisar, pues sus campos de aplicación y el tipo y análisis de información que se requiere en cada una de ellas tienen diferentes dimensiones. De este modo es posible diferenciar la evaluación:

Esta clasificación de los ámbitos de la evaluación educativa se enmarca en tres niveles de alcance:

El primero tiene relación con la valoración de los individuos que participan en el proceso educativo.

Este nivel es el que aporta las calificaciones y certificaciones de los resultados logrados por los estudiantes. Pero, sobre todo actualmente, la función evaluadora no sólo debe recaer en el alumno, sino también en los docentes quienes son los que realizan la tarea de mediación entre el objeto de aprendizaje (contenidos) y el sujeto de aprendizaje (alumnos). Finalmente, la tarea de los directores escolares o de ciertos cargos de responsabilidad administrativa, es también susceptible de evaluación. Su principal uso es la acreditación y el desarrollo personal.

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El segundo nivel de aplicación corresponde a las instituciones o entidades singulares que forman parte del sistema educativo; por ejemplo, los centros docentes de cualquier carácter y nivel, que se encuentran constituidos por un conjunto de actores.

Precisamente, las funciones de estos actores y los resultados educativos que emergen de la relación entre éstos, es el objeto de evaluación de este segundo nivel. Actualmente, la evaluación de instituciones es ampliamente ejercida y se realiza en dos grandes fases; por un lado, una autoevaluación del centro educativo realizada a partir de ciertos indicadores y en otro momento, la verificación de éstos por pares evaluadores externos.

En este segundo nivel de aplicación se incluyen también los proyectos y programas educativos, lo cual abarca diversas actividades de intervención, con dimensiones, características y cobertura muy variables. El empleo que se le da, es para la rendición de cuentas o mejora continua.

El tercer nivel se refiere a la valoración del conjunto de un sistema educativo, el cual tiene una perspectiva global, basada en información correspondiente a unidades singulares empleando muestras, datos agregados, experiencias piloto o casos ejemplares. En el ámbito sistémico, la evaluación se utiliza para cuestiones de conducción e información pública.

Así pues, la evaluación educativa puede aplicarse o llevarse a cabo en tres niveles o planos, progresivamente más alejados del ámbito individual y con una perspectiva cada vez más amplia.

Funciones y finalidades de la evaluación educativa

Dada la importancia en la evaluación en el proceso educativo para su mejora cualitativa, es obligado examinar sus cuatro funciones:

Simbólica: porque los procesos de evaluación transmiten a los actores del proceso, la idea de finalización de una etapa o ciclo.

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