FE Y ALEGRIA EN REPÚBLICA DOMINICANA

Fe y Alegría en República Dominicana

En junio de 1994, Ann Joyce Peters culminó 14 años en Chile y esperaba que aclarara y se le indicara la que iba hacer en el futuro. Elizabeth Barber entonces líder en la sociedad en la Provincia americana, no estaba tan de acuerdo con las ideas de Ann Joyce Peters de ir donde los pobres del Perú, pero surgió la posibilidad de iniciar un proyecto en Centroamérica en el aérea del Caribe relativamente cerca de los EE. UU.

El 31 de junio de 1994, Elizabeth murió en mitad de su mandato y en medio del dolor, el proyecto no prosperó en el pensamiento de nadie. Pero la nueva líder provisional Susan Slater, dio luz verde a Ann Joyce acompañada con Liz Barber para que comenzaran a buscar.

Ann Joyce dio una sugerencia de comenzar en un país totalmente familiar a ella para poder guiar y orientar a los misioneros laicos. Dado que aquella técnica tenía algún conocimiento de la República Dominicana, por haber estudiado español hay. Ann Joyce organizó una visita y algunas llamadas con algunas personas claves, una de esas personas fue el director de la organización Jesuita Fe y Alegría, un programa internacional, sustentado por los jesuitas de apoyo a niños pobres, cuyo lema es: “Donde la acera termina, Fe y Alegría Comienza”.

Entonces Susan se dio cuenta de que los jesuitas acogerían bien el lugar, pero les uso a condiciones:

1) Que el compromiso fuera de fe, con una verdadera motivación misionera.

2) Que las misioneras vivieran en el barrio pobre donde ellas trabajarían.

Fe y Alegría tenía un grupo de voluntarios que trabajaban en diversas de República Dominicana. Entonces Ann Joyce visitó una de estas casas para ver que significaba vivir en el mismo barrio y a ver si los norteamericanos podían cumplirlo.

Susan Slater no quiso empezar desde cero, sino que buscaba una organización ya establecida que tuviera lugar para los diversos talentos de una variedad de misioneros laicos. Pero también quería un país pobre, pero que no fuera un lugar peligros para los voluntarios que iban a ejercer su cargo. Una vez que estas condiciones fueran aceptadas, ella recibió la autorización para establecer este proyecto como una empresa cooperativa para los jesuitas.

1995 – Llegada a Santo Domingo

Al llegar a Santo Domingo, el 14 de Junio de 1995, Ann Joyce fue recibida por los jesuitas y llevada al lugar en el que esperaba trabajar, en Sabana Perdida.

Los jóvenes de Sabana Perdida vivían en una manera simple, no tenían refrigerador y le enseñaron a Ann Joyce y la única manera de conservar sus productos como mantequilla, queso, etc., era poniendo agua en una olla poco profunda y dejando los envasas de estos productos, permanecían en el agua. También le enseñaron a guardar agua cuando el departamento de agua le daba día por medio, entre otras cosas.

Fe y Alegría no solo se extendió en Sabana Perdida, sino que también en Los Alcarrizos. La directora local de Fe y Alegría en esos tiempos era la Hermana Ana Rosa.

Ana

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