FORMACION DEL HOMBRE QUE REQUIERE LA SOCIEDAD COLOMBIANA: CAMPO DE ACCION DEL PEDAGOGO INFANTIL
Enviado por adrito2014 • 23 de Abril de 2016 • Ensayo • 2.370 Palabras (10 Páginas) • 386 Visitas
FORMACION DEL HOMBRE QUE REQUIERE LA SOCIEDAD COLOMBIANA: CAMPO DE ACCION DEL PEDAGOGO INFANTIL
El sistema educativo juega un papel importante dentro de la sociedad (entendida ésta como un conjunto de sistemas funcionales), puesto que su relación con los demás sistemas (económico, científico, religioso, político y cultural), su estructura y su operacionalidad, están socialmente condicionadas para cumplir una función social. Función social que enmarcada en el proyecto de nación que se tiene para Colombia (fruto de un proceso de construcción histórico, político y cultural), “busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica y a los demás bienes y valores de la cultura”.
Esta función social del sistema educativo no puede fijar y cumplir su propósito si no se reflexiona sobre cómo se define la sociedad colombiana y cuál es el tipo de hombre propuesto para convivir en esa sociedad. La Constitucion del 91, define la sociedad colombiana como “un estado social de derecho” y el tipo de hombre que se propone para esa sociedad es “un ser humano integral, comprometido socialmente en la construcción de un país en el que primen la convivencia y la tolerancia; un ser humano con capacidad para discrepar y argüir sin emplear la fuerza; un ser humano preparado para incorporar el saber científico y tecnológico de la humanidad a favor de su desarrollo y el de su país”.
Bajo estos parámetros, nos preguntamos cómo se puede llegar a formar, de manera eficaz y pertinente, a ese hombre que se propone para vivir en una sociedad que en los últimos años, ha abierto sus puertas al conocimiento y que cada día afronta nuevos retos tecnológicos y científicos, en medio de un ambiente no muy pacífico y digno de un verdadero “estado social de derecho.”
Es necesario recordar que los avances en la investigación sobre la formación del hombre, han determinado que éste no se empieza a formar a partir de su nacimiento, sino que desde el vientre comienza a recibir información que más adelante puede ser procesada y utilizada en la solución de problemas que se aparezcan en su cotidianidad. Es decir, que es el entorno social donde él se gesta, nace y crece, el primer aportante directo de los fundamentos formativos que el ser humano necesita para desempeñarse positivamente en el diario caminar de su existencia.
Este primer escenario, de hecho es la familia, que más adelante no será reemplazada, sino complementada por la escuela y la comunidad donde el hombre viva.
Es la relación del hombre con estos entornos sociales y su participación activa dentro de ellos, lo que le permite sumergirse en un sinnúmero de procesos que de manera progresiva y continua lo van formando hasta el punto que pueda enfrentar los desafíos que le imponen la sociedad donde vive, trabaja y se desarrolla.
A todos estos procesos, reunidos en uno solo y desarrollados de forma intencionada, sistemática, organizada y constante, le podemos llamar educación.
En Colombia, como en la mayoría de los países del mundo, la educación se plantea como “un derecho”, fundamentada en una “concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y deberes”. Es decir se propone una educación integral que consolide los saberes tanto de orden teórico como prácticos encaminados al enriquecimiento del mundo espiritual y material de la sociedad. Una educación que sea solución para una sociedad enferma en el fondo de sus valores más significativos.
Entendida así, la educación se convierte en el objeto de estudio y campo de acción de la pedagogía, conceptualizada ésta como la ciencia que estudia las regularidades y particularidades del proceso educativo del hombre (conscientemente organizado) y las relaciones y contradicciones entre sus categorías esenciales: formación, educación, instrucción, enseñanza, aprendizaje y desarrollo.
Dentro de este campo de acción y en especial en el de la educación inicial, se lleva a cabo el desarrollo de la práctica investigativa y profesional de los pedagogos infantiles de la Universidad de la Amazonía, teniendo la escuela infantil (concebida como un centro educativo encargado de la formación de niños de 0 a 6 años de edad) como principal escenario. Para los estudiantes de pedagogía infantil de la Universidad de la Amazonía se tiene el gran compromiso de participar en la construcción de un nuevo proyecto sociocultural donde las intervenciones humanas tienen un significado social, educativo y pedagógico.
Entendida la escuela como un instrumento privilegiado para intervenir las culturas o espacios socioculturales, se debe pensar e interactuar en ella a través de experiencias significativas y oportunidades relevantes de enseñanza, de acuerdo con los intereses de los niños y los derechos constitucionales que el estado les proporciona; conociendo y comprendiendo completamente su desarrollo evolutivo, tanto físico como mental, con el fin de que las prácticas pedagógicas propuestas sean lo más acertadas y pertinentes posible, sin violentar los ritmos de aprendizaje. Se debe velar para que las metodologías pedagógicas respondan a los intereses y necesidades de estos tiempos; necesidades relacionadas con el respeto por la dignidad humana y fundamentadas en acciones de equidad, igualdad y diversidad para formar así, hombres que puedan vivir en el seno de unas realidades sociales, tecnológicas, políticas, culturales y económicas que nos es difícil prever, pero que sabemos serán esencialmente distintas a la de hoy; hombres con sentido democrático, que sepan intervenir y participar en el ejercicio de la ciudadanía, capaces de convertir los problemas en oportunidades, de organizarse para defender los intereses propios y de los demás, de solucionar problemas sin violencia, a través de la deliberación y la concertación, respetando las reglas y las leyes establecidas. Esto solo puede ser posible si se ofrece una educación integral.
Frente a las diversas problemáticas a las que se enfrenta la infancia en nuestra región, además del compromiso por responder en los aspectos académicos de una institución educativa, se debe también reconocer el rol como emprendedores de acciones relacionadas con el compromiso social para atender oportunamente los derechos de los niños; y eso solo podemos hacerlo si aprendemos a comprenderlos, a conocerlos mediante acciones evaluadoras, formativas e integrales.
Desde el proyecto de grado “Estado actual de la enseñanza de los derechos humanos en la escuela infantil del sector urbano de la ciudad de Florencia: Posibilidades y estrategias de intervención”, cuyo objetivo general es realizar un diagnóstico sobre el reconocimiento del estado actual de la enseñanza de los derechos humanos en el nivel preescolar y proponer estrategias de intervención pedagógica que movilicen los derechos de la infancia y garanticen su conocimiento y pleno desarrollo desde la Escuela, en el marco de la alianza estratégica entre la Universidad de la Amazonia y la Fiscalía General de la Nación y luego de realizar la observación al desarrollo de las clases dentro del aula de transición de la jornada de la tarde, en la sede 3 del Instituto Técnico Industrial, se propone la necesidad de la formación en derechos humanos desde los primeros años de escuela, con el ánimo de opacar un poco, en las generaciones más jóvenes, el aumento de actitudes violentas como la intolerancia, el irrespeto y la agresividad.
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