Facilitacion del comercio internacional

Si bien es cierto, se han suscitado avances en la gestión de las actividades de las aduanas en el país las mismas estas aún son insuficientes pues el papel de estas como instrumento facilitador de las actividades de comercio exterior vienen a ser un una de los actores involucrados en  las operaciones comerciales de comercio exterior. Lo real es que aún  falta  mucho para tener la certeza de que las aduanas cumplen un efectivo rol en la facilitación del comercio exterior. Esto,  solo será posible con el apoyo y corresponsabilidad de los otros actores involucrados tanto de orden estatal y local, los usuarios, concesionarios y otros actores que participan de modo directo o indirecto en las diferentes actividades de lo que viene a ser la logística integral de las operaciones de comercio exterior.

El sistema aduanero no es un ente aislado, pues las responsabilidades de su competencia afectan el clima de negocios e inciden en la economía nacional ya que es parte de la red de comercio exterior y tiene establecidos vínculos formales con los diferentes entes constituidos para facilitar o regular las actividades comerciales. Su rol principal es el optimizar el logro de lo que son sus obligaciones aduaneras: la recaudación y el control; sin quebrantar la expeditividad de las operaciones comerciales y no afectar el libre comercio internacional.

Respecto a las agencias de Aduanas, las mismas  tienen un papel importante en el comercio internacional pues sus actividades involucran operaciones de alta complejidad que comprometen la oportunidad de que las tareas de aduanaje y desaduanaje posibiliten  que los envíos lleguen oportunamente dentro de los plazos estimados pues los valores asociados a estos son muy significativos.

La dinámica creciente del movimiento aduanero implica la integración de avances tecnológicos por otro lado, la integración comercial de los países mediante los Tratados de Libre Comercio trae cambios en la normativa del sector aduanero en términos de las actividades del comercio. Todo ello obliga al Agente de Aduanas, al ser un auxiliar de la función pública aduanera, a un mayor compromiso por su responsabilidad ante los usuarios y las autoridades.

El vínculo que se genera entre el importador y el exportador y el Agente de Aduanas  es el resultado del mandato que recibe del importador  y que está  previsto en el Código Civil. En esa medida,  su  actividad no la hace en nombre propio pues, por un lado, la Agencia de Aduanas en su carácter de mandatario actúa en representación de su mandante, dentro de los límites fijados por el mandato, y el sujeto pasivo de esta relación jurídica-tributaria corresponde al consignatario aceptante o exportador.

La tecnología de la información es prioritaria para que el servicio aduanero ejerza un control inteligente sobre las operaciones aduaneras, permite desarrollar procedimientos expeditos de tránsito, depósito y despacho de mercancías posibilitando, además, el ejercicio de la fiscalización de las declaraciones aduaneras con posterioridad a su tramitación en las aduanas de ingreso y de despacho.

Finalmente, respecto a la autodeterminación de las obligaciones aduaneras las mismas se sustentan en que estas se cumplan de forma  voluntaria con apego a las disposiciones legales, quedando los responsables sujetos a la fiscalización por el servicio aduanero.

El Perú, aún está lejos de formar parte del grupo de naciones que tienen  reconocimiento internacional respecto a lo que es la gestión de su actividad aduanera. Si bien, se están desarrollando esfuerzos respecto a una visión integrada respecto a su gestión y que tanto el  gobierno Central  y  sector empresarial le están dando importante  apoyo, Sin embargo, aún no hay un foro donde se discutan de modo formal y sistemático y tampoco  los mecanismos institucionales que impulse el análisis respecto a los avance hechos.

Adicionalmente, otros componentes, como la infraestructura logística de que se dispone no nos  posibilita el aprovechar nuestra privilegiada ubicación geográfica. A ello se añade el que la insuficiente infraestructura de transportes no tiene un adecuado mantenimiento y la regulación existente limita la competencia y establece trabas a los distintos sectores de transporte.

Las aduanas son ineficientes para controlar y lentas para tramitar y están poco desarrolladas, especialmente en las fronteras terrestres y los servicios de logística públicos y privados, aún no aprovechan a plenitud los beneficios de las nuevas tecnologías de la información.

A pesar de los esfuerzos hechos, hay aspectos aún no  desarrollados en el país como: la obligación de rendir cuentas y la operativización del derecho a información oportuna sobre las operaciones de comercio exterior por los clientes del sistema y la sociedad en general.

Las agencias de Aduanas cumplen un rol de facilitador del comercio exterior, sin embargo el éxito de las operaciones comerciales y de los procesos en torno a ellas no depende exclusivamente de su gestión. El papel del empresario en los procesos de comercio exterior, es de suma importancia, puesto que a pesar de contar con todas las herramientas legales (normativas) y operativas (agencias de aduana), este debería conocer los fundamentos teóricos en el tema de aduanaje y comercio exterior, para realizar negocios de modo más eficiente y que contribuya a la generación de una mayor rentabilidad.

El que el empresario conozca estos planteamientos es relevante pues evitará que su gestión se vea entorpecida por empirismos aplicativos. Lo anterior queda evidenciado pues el empresariado no conoce y no aplica mayoritariamente estos fundamentos. Ello origina procesos lentos y enrarecidos que se traducen en situaciones producto de este desconocimiento: estafas, fraudes, malos manejos, entre otros.

Por otro lado, hay evidenciadas de las serias deficiencias en la atención al cliente  por las agencias de aduana, al no brindan estas la información  de la operaciones comerciales de modo oportuno. Esto es muy significativo, dado que entre el empresario y la agencia de aduana debe existir una relación basada en la confianza, confianza  producto de la delegación que le confiere el empresario a la agencia de aduana  para el manejo de su patrimonio (mercancía). Para posibilitar el fortalecimiento de tal relación es imperiosa la fluida información y la constante retroalimentación (feedback).

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