Factores De Riesgo De Las Operaciones Petroleras

La industria extractiva, representada por los sectores de petróleo & gas y minería, es quizá una de las más exigidas por gobiernos y comunidades para que contribuya al desarrollo de sus entornos. A pesar de las grandes utilidades que genera, su impacto no siempre se traduce en mejores resultados ambientales o sociales. Sin embargo, numerosas compañías en todo el mundo están aplicando estrategias de valor compartido y adoptando una visión de largo plazo, abriendo oportunidades de desarrollo socioeconómico en los países y regiones donde operan.

Hace algunos días se presentó en primicia en Colombia el estudio “Operar con Propósito: ¿Cómo generar valor compartido en el sector de hidrocarburos y minería y sus áreas de influencia?”. Esta investigación, que tomó cerca de un año, fue adelantada por FSG y Shared Value Initiative, líderes globales en sostenibilidad y valor compartido que cuentan con el respaldo de Michael Porter, coautor del concepto de valor compartido y profesor distinguido de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard.

EL VALOR COMPARTIDO

Aunque este concepto ronda en la gestión de las empresas hace varios años, en el caso de la industria extractiva significa alinear las necesidades del negocio con las necesidades y prioridades de las comunidades. “Porter y Kramer definieron el valor compartido como las políticas y prácticas que mejoran la productividad de la empresa y a la vez ayudan a mejorar las condiciones socioeconómicas y ambientales de las comunidades. Existe valor empresarial real en resolver necesidades sociales, y una inmensa oportunidad de ser más competitivos y de generar mayor impacto social”, afirma Smith.

Participar en el desarrollo social, más que una moda, es un requisito de supervivencia. De acuerdo con Michael Porter, “La habilidad técnica para las empresas de exploración y producción es apenas el costo de entrada. En el futuro, la competitividad va a estar determinada por la habilidad de la industria para integrar factores económicos y sociales”. La pregunta que surge entonces es: ¿Cómo se genera valor compartido? Y para resolver esta inquietud, Porter y Kramer sostienen que las empresas pueden desarrollar estrategias e iniciativas de valor compartido en tres niveles fundamentales: repensar productos y mercados (crear mercados locales para productos intermedios), redefinir la productividad en la cadena de valor (mejorar la capacidad de la fuerza de trabajo y los proveedores locales) y generar un entorno local habilitante (desarrollar cluster locales

El país ya llegó a producir un millón de barriles, en abril se llegó a 935.000 barriles, pero no es porque no tengamos petróleo, sino que por distintas razones, especialmente por las afectaciones que hemos sufrido por el tema del orden público no hemos podido estar sobre los niveles del millón. Pero claramente como país estamos en la capacidad

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