Fundacion Micho Y Mau

INTRODUCCIÓN

Desde 1998, la fundación Michou y Mau, I.A.P. Ha atendido las necesidades de miles de niños mexicanos víctimas de quemaduras, además de concientizar sobre las necesidades de los quemados y estableciendo programas asistenciales en beneficio de menores quemados, como también en apoyo de la comunidad médica Mexicana

Por su misión humanitaria, con probada transparencia y resultados, ha recibido diversos reconocimientos nacionales e internacionales, siendo una de las instituciones de mayor influencia en el sector salud y desarrollo de servicios dentro de México

Ha realizado y maximizado todos sus propósitos iniciales, impulsando el establecimiento de los primeros servicios médicos avanzados para niños quemados, así como estimular a las autoridades y profesionales de la salud a crear más y mejores medios para la atención de niños quemados.

ANTECEDENTES

La Fundación Michou y Mau, I.A.P., es establecida por Virginia Sendel de Lemaitre, Presidenta Nacional y Fundadora, en recuerdo de su hija Michelle y de su nieto Mauricio.

"Michou fallece en el incendio de su casa, al quedar atrapada entre las llamas tras salvar a dos de sus hijos y regresar por los otros dos. Ya no pudo saber que posteriormente los bomberos lograron rescatar a los dos pequeños, Mau y Cami, pero ambos con quemaduras severas.

Para cuando se logró trasladarlos al centro especializado en niños quemados del Hospital Shriners en Galveston, Tejas, ya no se pudo hacer nada para salvarlo. Él llegó diez días demasiado tarde.

Michou pereció intentando salvar a sus hijos, pero Mau muere por falta de una adecuada atención médica en México.

Cami, a quién le encontraron zonas quemadas que no le habían descubierto en México, pudo sobrevivir gracias a los recursos y experiencia que le brindaron en el Hospital Shriners de Galveston. Camila es el ejemplo de que sí se puede salvar a un niño con quemaduras severas y darle calidad de vida con una adecuada rehabilitación cuando se cuenta de los recursos necesarios."

Nace así la Fundación Michou y Mau, I.A.P., con la misión de que todo niños mexicano con quemaduras severas, tenga la oportunidad de recibir oportunamente la mejor atención médica especializada para apoyar en su sobrevivencia y rehabilitación.

El Acta Constitutiva de la Fundación Michou y Mau, I.A.P., registra en sus propósitos la asistencia a niños mexicanos con quemaduras, principalmente aquellos de sectores con escasos o nulos recursos, establecer programas de prevención para reducir la incidencia de niños quemados, establecer programas de capacitación médica, impulsar el desarrollo de servicios médicos locales avanzados e investigación, establecer enlaces con organizaciones nacionales e internacionales referentes a la atención especializada de niños quemados.

Tras once años de continuos esfuerzos, la Fundación Michou y Mau, I.A.P., ha realizado y maximizado todos sus propósitos, logrado concientizar a las autoridades y sociedad sobre la problemática que padecen los niños quemados en México, demostrando que con una adecuada atención y recursos sí se puede lograr la sobrevivencia de las víctimas de quemaduras de gran extensión y profundidad, impulsando además el establecimiento de los primeros servicios médicos avanzados para niños quemados, así como estimular a las autoridades y profesionales de salud a crear más y mejores medios para atención de quemados. Pero lo más importante ha sido, el poder asistir a miles de niños mexicanos con quemaduras severas y secuelas agudas, que tanto necesitan del entendimiento y apoyo de todos nosotros.

La Fundación Michou y Mau para Niños Quemados nació́ de una tragedia ocurrida el viernes 19 de diciembre de 1997. La que sería su fundadora, la comunicadora Virginia Sendel de Lemaitre, pintaba esa vez un cuadro para Michelle, su hija. A la joven de 33 años la había cautivado una virgen florida que iba apareciendo en un lienzo.

“Te lo doy en Navidad”, recuerda Virginia que le dijo a Michou, como le decían. “No, me das ese y me das también mi regalo de Navidad”, le contestó de buen humor aquella especialista en traducción y de carácter duro como el de su madre, más amiga que hija, y que a decir de Virginia pasaron sus días más divertidos cuando viajaron por el mundo, mochila al hombro, en vagones de tercera.

Esa noche que sonó́ el teléfono, la mujer terminaba apurada el cuadro en su casa del DF. Era una vecina de Michou. Virginia, hoy con 65 años que no aparenta y dando un golpe al cigarrillo light, recuerda ese momento. La que fuera una conocida figura de la televisión describe aquella noche con su voz grave .

“La vecina me dijo que había habido un incendio en casa de Michou; dos de los niños estaban en una clínica cercana, mientras que los otros dos fueron llevados al exclusivo Hospital Ángeles”. “¿Y Michou?”, preguntó Virginia, conmocionada, y la vecina le contestó que no sabían.

“Pero ya sabían”, afirma hoy, compungida, y pasa los dedos por su cabello corto con luces.

“Ella se quedó́ en la casa.”. Virginia baja la vista, exhala el humo y. más seria, recuerda.

La casa de Michou era de tres pisos.

ASÍ́ LO DIJO...

Para mí, cada chiquito quemado es Mau. Cada chiquito que salvamos, Camila. Me involucro con todo mi espíritu en cada caso”.

Virginia Sendel de Lemaitre

Presidenta de la Fundación Michou y

Mau para Niños Quemados.

Virginia Sendel sigue su existencia salvando vidas todos los días. En diciembre de 1997 un corto circuito en el pino navideño envolvió́ en llamas el hogar de su hija.

Ella estaba en el segundo con Nico, él bebé de 11 meses, mientras los tres niños,

Mauricio, de 5 años; Lorenzo, de 4, y Camila, de 2, estaban en el tercero.

El incendio empezó́ por un cortocircuito en el pino de Navidad y se propagó por la parte baja de la casa. Para cuando la joven se percató́ del siniestro y de que no podría salir por la puerta principal, alertó a sus hijos y a como pudo lanzó por la ventana del baño a Lore y a Nico, quienes cayeron en la terraza de unos vecinos. Se

Restablecerían de los golpes.

Cuando subió́ la escalera para rescatar a Mau y a Camila, Michou quedó atrapada entre las llamas. Allí́ murió́. Los bomberos rescatarían a Camila y a Mau con graves quemaduras por el tercer piso.

Veinte días después, el niño partió́ con su madre.

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