Generacion Economistas
Enviado por jacke1111 • 5 de Octubre de 2012 • 1.506 Palabras (7 Páginas) • 281 Visitas
a generación de economistas 1961-65 conmemoró el primero de este mes 50 años de su ingreso a la UNAM. Ahí, el comité organizador presentó un Pronunciamiento, firmado por la mayoría de los asistentes, cuyo texto presentamos en síntesis:
Hoy (...) no nos sentiríamos satisfechos si no expresáramos las preocupaciones y reflexiones que nos motiva la situación de México y su creciente disgregación económica y social que abruma, ofende y alarma.
Vemos a nuestra Nación virtualmente estancada en su producción per cápita y en patente regresión social; con una economía errática, desarticulada, insuficiente, vulnerable, crecientemente concentrada y desnacionalizada. Y vemos a una sociedad agobiada con inaceptables rangos de desempleo, pobreza y precariedad, desigualdad, exclusión e inseguridad en todos los órdenes.
Por ello, nos pronunciamos por un Reordenamiento económico, social y ético del país, y proponemos los siguientes:
Principios económicos rectores
I. Consolidar en México una democracia económica efectiva, una economía de, por y para todos sus habitantes; de oportunidades reales para los infantes y los jóvenes, de protección para los viejos, y de trabajo digno para la población.
II. Construir una economía con objetivos claros, rumbo definido y sin falsos dilemas. Una economía en la que el mercado tenga su lugar como fuerza vital, creativa e impulsora, pero debidamente regulado y sujeto a límites que impidan que por su propia naturaleza de acumulación y reproducción degenere en fuerzas monopolistas, especulativas y contrarias al desarrollo económico y social; y en la que el Estado, en representación de la sociedad, cumpla con eficiencia, austeridad y transparencia su obligación constitucional rectora y ordenadora de los factores y los actores de la producción, brinde servicios públicos de calidad y a tarifas justas, preserve los recursos y la riqueza patrimonial de la Nación (...) y garantice una distribución equitativa de la riqueza generada.
III. Definir una Política Económica nacional (hoy inexistente) y un Plan Rector (hoy letra muerta) que encauce, equilibre y dinamice con realismo el crecimiento económico, el desarrollo regional, y el bienestar social (...) que integre articuladamente a las políticas públicas sectoriales con los grandes objetivos sociales de inclusión, empleo, salud, educación y seguridad social.
IV. Encauzar una incorporación inteligente, eficiente y equilibrada de México a la economía global; una inserción positiva no perniciosa, que impulse y no lastre nuestro desarrollo, que sea un activo y no una amenaza.
Enfoques temáticos:
1.- Retomar en el campo el objetivo de máxima autosuficiencia en alimentos y en el abasto primario para la industria, con normas de sanidad de origen (sin alteraciones transgénicas o químicas), y la incorporación económica de todos los pequeños productores, garantizándoles mercado y precios remunerativos por un lado, y por el otro, el acceso a infraestructura, organización, tecnología, insumos nacionales y crédito a bajo costo.
2.- Aprovechar óptimamente los valiosos recursos naturales del país en aguas, tierras, bosques, costas, minerales y biodiversidad. Preservar los hidrocarburos y asegurar con capacidades propias tanto una adecuada explotación como una eficaz transición energética a las fuentes del futuro. Pemex y CFE deben potenciarse como empresas públicas, no degradarse.
3.- En la industria, reconstruir las cadenas productivas; aumentar el valor agregado nacional en los productos de la industria terminal y exportadora; y darle viabilidad a la pequeña y mediana industria mediante facilidades y preferencias de venta en el mercado interno, tecnología y crédito accesible.
Alimentos, energía, agua, salud y transformación de alto impacto vendrían a ser áreas prioritarias para los centros universitarios y públicos de ciencia y tecnología, con patentes de usufructo colectivo en el país.
4.- Establecer nuevas reglas y cauces para el ahorro nacional, con miras a lograr tasas de inversión productiva de al menos un 30% del PIB. Para el ahorro público, es necesaria una reforma fiscal con el objeto de: a) gravar con eficiencia las utilidades de las empresas, y con equidad y sencillez los diferentes niveles de ingreso y consumo de la población; b) cancelar los tratamientos preferenciales no justificados socialmente, así como los vacíos que hoy permiten evadir y eludir al fisco en gran escala. En una economía de alta desigualdad y concentración, los impuestos al ingreso personal deben integrar las ganancias del capital y tener una progresividad equivalente y justa.
Para el ahorro social proponemos crear un Instituto Nacional de Pensiones que, con autonomía, recupere, reordene y administre con absoluta pulcritud, eficiencia y seguridad estos enormes recursos colectivos en un marco de viabilidad financiera, rendimientos sustantivos, y una combinación del esquema solidario, aportaciones justas y cuentas individuales.
Para el ahorro privado, consideramos necesario emprender
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