Gestión y reputación corporativa.

Gestión y reputación corporativa.

Roberto Martínez Pianeta.

Estudiante maestría en comunicación

Modulo: Comunicación estratégica I.

Respetados colegas, cuerpo directivo presente y periodistas invitados.

“ Las organizaciones que perduren en el tiempo serán aquellas capaces de adaptarse al entorno cambiante y que sepan interpretar los mensajes de su públicos “ Esta frase que parece sencilla de interpretar fue dicha por el reconocido conferencista y consultor de negocios Italo Pizzolante invitándonos a hacer un diagnóstico sobre el estado real de las organizaciones a las cuales pertenecemos.

Las organizaciones de hoy estamos convocadas a la construcción del futuro. Para lograrlo requerimos de nuevas concepciones, herramientas, y prácticas que nos permitan, sin desconocer los logros del pasado, generar nuevas estrategias para el futuro.

El conocimiento , la información y el talento , son reconocidos hoy como los recursos más valiosos de nuestras compañías, en consecuencia han de ser gerenciados de forma innovadora mediante el uso del poder más valioso : el lenguaje.

Pero además del lenguaje se deben tener en cuenta otros aspectos que son indispensables para mantener un posicionamiento de nuestras organizaciones y estos son la imagen, identidad y reputación.

La identidad y la imagen influyen directamente en el posionamiento de nuestra marca en los públicos internos y externos mientras que la reputación debe ser gestionada como estrategia o columna vertebral de la empresa.

“Las empresas tienen personalidad. Esa personalidad es la resultante única, dinámica e irrepetible de una configuración de factores, de los que emerge la singularidad de la empresa”. (Scheinsohn 1996). Esa frase resume la importancia de la identidad, la imagen es ante todo un lenguaje, una percepción, creada con el claro objetivo de perpetuar en el inconsciente un motivo empresarial.

La reputación por su parte “es un juicio de valor de la empresa que los públicos efectúan comparando la imagen corporativa con los valores y comportamientos que consideran ideales para este tipo de organización” (Eva Antón Ferremoné - 2008).

La reputación es un activo , un valor clave para perdurar tanto así que el Reputation Institute ha creado siete pilares sobre los cuales debe establecerse dicho elemento y estos son: Productos/servicios, innovación, lugar de trabajo, ciudadanía (RS), gobierno corporativo (código de buen gobierno), liderazgo y desempeño. La RC no funciona sin transparencia y ética.

Los comunicadores en la parte operativa tenemos como misión ser intermediarios entre una empresa y sus públicos, pues  prestigio es considerado por todos los estamentos que se relacionan con una compañía como una responsabilidad del consejo de administración. Por lo tanto, cada director debería cerciorarse de que la política de comunicación es la adecuada; que asegura que todo el que tiene derecho a recibir información la recibe con puntualidad; que existe un mecanismo de alerta para identificar los contratiempos con antelación; que existen unos procedimientos adecuados para enfrentarse a una crisis y, por último, que existe un encargado de las Relaciones Públicas, responsable directo de la reputación, que informa de manera regular a todo el consejo de administración.

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