Globalizacion
Enviado por alexasalazar3112 • 1 de Octubre de 2013 • 2.607 Palabras (11 Páginas) • 251 Visitas
EL ALBA COMO MODELO TRANSVERSAL DE INTEGRACION:
La Alternativa Bolivariana para América Latina y El Caribe (ALBA) es una propuesta de integración diferente. Mientras el ALCA responde a los intereses del capital trasnacional y persigue la liberalización absoluta del comercio de bienes y servicios e inversiones, el ALBA pone el énfasis en la lucha contra la pobreza y la exclusión social y, por lo tanto, expresa los intereses de los pueblos latinoamericanos. El ALBA se fundamenta en la creación de mecanismos para crear ventajas cooperativas entre las naciones que permitan compensar las asimetrías existentes entre los países del hemisferio. Se basa en la cooperación de fondos compensatorios para corregir las disparidades que colocan en desventaja a los países débiles frente a las primeras potencias. Por esta razón la propuesta del ALBA le otorga prioridad a la integración latinoamericana y a la negociación en bloques sub-regionales, abriendo nuevo espacios de consulta para profundizar el conocimiento de nuestras posiciones e identificar espacios de interés común que permitan constituir alianzas estratégicas y presentar posiciones comunes en el proceso de negociación. El desafío es impedir la dispersión en las negociaciones, evitando que las naciones hermanas se desgajen y sean absorbidas por la vorágine con que viene presionándose en función de un rápido acuerdo por el ALCA. El ALBA es una propuesta para construir consensos para repensar los acuerdos de integración en función de alcanzar un desarrollo endógeno nacional y regional que erradique la pobreza, corrija las desigualdades sociales y asegure una creciente calidad de vida para los pueblos. La propuesta del ALBA se suma al despertar de la conciencia que se expresa en la emergencia de un nuevo liderazgo político, económico, social y militar en América Latina y El Caribe. Hoy más que nunca, hay que relanzar la unidad latinoamericana y caribeña. El ALBA, como propuesta bolivariana y venezolana, se suma a la lucha de los movimientos, de las organizaciones y campañas nacionales que se multiplican y articulan a lo largo y ancho de todo el continente contra el ALCA. Es, en definitiva, una manifestación de la decisión histórica de las fuerzas progresistas de Venezuela para demostrar que Otra América es Posible. Se trata de ayudar a los países más débiles a superar las desventajas que los separan de los países más poderosos del hemisferio. Y esto no solo depende de los cambios en las condiciones de competencias imperantes, sino también de la solidaridad entre los pueblos y sus gobiernos del continente a la hora de corregir estas asimetrías. Solo así un área de libre comercio podrá ser una oportunidad para todos (una alianza ganar-ganar). El ALBA es antiimperialista y el imperialismo es anti Alba El ALBA, desde sus orígenes, al confrontar directamente contra el ALCA, irrumpió como un espacio de lucha antiimperialista. Y así lo percibieron los pueblos. Podríamos afirmar que nació con conciencia de ser una herramienta de lucha por la unidad latinoamericana caribeña, enfrentada al imperialismo y heredera de las jornadas heroicas protagonizada por los pueblos en su camino por la liberación. Y es tan claro el carácter antiimperialista del ALBA, que en sus pocos años de existencia, ha tenido que sufrir el embate de la agresión imperialista de la forma más descarada: golpe de estado en Honduras, intentos separatistas en Bolivia, acoso al gobierno popular de Correa y Ortega, incremento de hostilidades a Cuba y permanente estado de beligerancia contra Venezuela. Al gobierno estadounidense le duele el ALBA, porque entiende que con ella nació una herramienta de liberación muy poderosa. Y lo es, más por sus ideas que por el tamaño de las economías de los países que la integran. Esto es lo que en su momento no pudieron percibir los think tank al servicio del imperio. ¿Y cuáles son las ideas que tanto molestan al gran capital? Sin duda que las ideas rectoras del modelo de integración propuestas por el ALBA. Esos principios, basados en la cooperación, complementación y solidaridad, configuran un cuerpo ideológico que, de ser implementados con precisión podrían conformarse como modelo de integración de corte socialista y popular, mostrando al mundo y a los otros países de la región los beneficios de la unidad construida en base al respeto, la ayuda mutua y la satisfacción de las necesidades de las grandes mayorías. Aunque este modelo es incipiente, rompe con la lógica del capital, ubica a la economía al servicio del pueblo, desata los poderes creativos e innovadores de los trabajadores y trabajadoras como asimismo convoca a la construcción de una sociedad libre e igualitaria. ¡Un verdadero peligro para el imperialismo y sus aliados! Cuando la política marca los objetivos, como es el caso del ALBA, y esos objetivos son claros, porque se fundamentan en una ideología socialista de profundas raíces autóctonas, obliga al enemigo imperialista a desplegar sus fuerzas para matar a la criatura antes que se desarrolle. Así lo ha entendido la Casa Blanca y una suerte de herodismo (por el Rey Herodes), parece signar la táctica imperialista actual con respecto al ALBA. El ALBA es ofensiva gran nacional El ALBA dio pasos agigantados en muchos sentidos. El poner en evidencia la inviabilidad de la OEA como organismo no representativo de los intereses de los latinoamericanos caribeños, impulsó la decisión tomada por el Grupo Río de conformar un nuevo organismo sin los Estados Unidos y Canadá. Si el ALBA había enterrado al ALCA en Mar del Plata hacía unos años, ahora ayuda a sepultar la vetusta organización al servicio del Pentágono. El CIADI, la DEA, el FMI y otros mecanismos de sujeción al imperio ya han sido desterrados, en mayor o menos medida, del espacio ALBA. El dólar parece seguir el mismo camino. En la VIII Cumbre, el comandante Raúl Castro afirmó: “En América Latina y el Caribe se manifiestan hoy con peculiar nitidez las contradicciones entre el progreso y la reacción, entre los derechos y reivindicaciones de los pueblos históricamente vilipendiados y los intereses del gran capital transnacional y las oligarquías tradicionales. Es una contradicción antagónica, que no se resuelve de la noche a la mañana y que no se puede enfrentar con ingenuidad o descuido”. Vale decir que lo que señala Raúl Castro es claro y preciso, la lucha contra la reacción y la agresión imperialista será un proceso largo que deberá ser abordado con conciencia y atención. Cabe aquí la recomendación de Bolívar cuando decía: “Planificar con audacia y ejecutar con prudencia”. Pero al hecho de tener que actuar con suma precisión y eficacia, debemos sumarle la necesidad de acelerar el proceso, consolidar espacios e ir materializando proyectos que ya están consensuados por los presidentes del ALBA. La confrontación contra los históricos enemigos
...