Gobierno De Alejandro Toledo
Enviado por mariasugo • 31 de Enero de 2014 • 3.645 Palabras (15 Páginas) • 626 Visitas
GOBIERNO DE ALEJANDRO TOLEDO 2001 – 2006
Cuando Alejandro Toledo asumió el poder, el Perú había recuperado los equilibrios fundamentales de la economía. En efecto, la inflación, el viejo fantasma de los ochenta, estaba totalmente controlada, fue de 3,7% en el año 2000; el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) perdido en 1998 como consecuencia de la crisis externas y del Fenómeno del Niño se había recuperado, terminando el año 2000 con una tasa de crecimiento de 3,0%; las Reservas Internacionales Netas (RIN) eran más de 8 mil millones de dólares; el déficit fiscal y el déficit externo eran totalmente manejables, 3,3% y 2,9% del Producto Bruto Interno respectivamente.
Además, el Perú estaba reinsertado en el sistema financiero internacional, se habían desmantelado las prácticas intervencionistas y estatistas, existían mercados libres en la mayor parte de los sectores, los precios eran el mecanismo principal de la asignación de los recursos de nuestra economía, se había consolidado el sector privador como líder del proceso de crecimiento, y el país estaba prácticamente pacificado, etc.
Es decir, existía un buen comportamiento de la economía en su conjunto (estabilidad macroeconómica, recuperación del crecimiento económico, solidez externa por la existencia de reservas internacionales, mejor desempeño de los mercados, etc.). Sin embargo, los indicados sociales no estaban en consonancia con los logros macroeconómicos. Los niveles de empleo y subempleo, las tasas de pobreza, la distribución y la exclusión social, etc., no mostraban mejoras significativas; en algunos casos, mostraban algún grado de deterioro. En consecuencia, los principales indicadores macroeconómicos positivos y la mayoría de los indicadores sociales negativos, fueron la herencia que recibió Alejandro Toledo cuando empezó su administración.
A pesar de los resultados negativos en términos sociales, a inicios del gobierno de Alejandro Toledo, el Perú tenía todas las condiciones necesarias para iniciar un proceso de crecimiento económico alto y sostenido.
1. Estabilidad económica vía emisión de bonos soberanos
Los gobiernos, al igual que las empresas, requieren financiar sus actividades. Para ello cuentan con distintas fuentes de financiamiento tales como la recaudación de impuestos, los excedentes de la operación de empresas públicas y el endeudamiento.
El endeudamiento puede realizarse de dos formas distintas: a través de créditos o empréstitos otorgados por bancos locales, extranjeros o internacionales, y a través de la emisión u oferta pública de instrumentos de deuda, como bonos o pagarés, que son ofrecidos a los inversionistas, quienes los compran a cambio de que al vencimiento se les devuelva el capital más intereses.
Un bono soberano es un instrumento de deuda que permite al fisco acceder a financiamiento a través del mercado de valores. El emisor de un bono soberano es el país que busca financiamiento y puede ser emitido tanto en los mercados locales como en mercados internacionales, dependiendo de los objetivos buscados y del costo asociado a cada emisión. En todo caso, usualmente se llama bono soberano a aquél emitido en los mercados internacionales.
Su importancia radica en que al ser un bono cuyo pago depende del fisco, el “spread” o diferencial entre la tasa de interés de un bono libre de riesgo y el bono soberano indica la probabilidad que le asigna el mercado al cumplimiento o “pago” por parte del emisor de la deuda contraída. Por ello, dicho spread es conocido como “riesgo país”, pues indirectamente mide tanto la estabilidad de la conducción económica de un país como su deseo de cumplir con los compromisos.
2. Promoción de las exportaciones
Uno de los cuatro ejes centrales del Acuerdo Nacional, es el fomento y mejora de la competitividad del país, en lo cual se desarrolló agresivamente el comercio exterior, en base a una alianza estratégica entre un Estado promotor y un Sector Privado emprendedor.
Los resultados económicos obtenidos en el año 2002, confirman y ratifican los avances del proceso de reactivación económica, la disminución del riesgo país y sobretodo, que la orientación del Gobierno de promoción e impulso de las exportaciones como el motor del crecimiento de la economía es forma muy acertada. Siendo un año de logros y resultados positivos, sino también un año en el que se concretaron oportunidades que debemos aprovechar en beneficio de la industria nacional y la generación empleo productivo, por el bienestar de todos los peruanos.
Mediante la aprobación de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas, que ha abierto las puertas de un mercado de más de 280 millones de habitantes a las exportaciones textiles y agroindustriales, así como a la industria del calzado y cuero del Perú
En este contexto, el Gobierno trabajó en la implementación de una serie de medidas destinadas a promover e impulsar la producción nacional, no sólo para el consumo interno, sino para penetrar mercados en el mundo, particularmente en los sectores en los que el Perú tiene ventajas comparativas. Asimismo, durante los últimos meses, el Sector Público y el Sector Privado, en un esfuerzo concertado, han trabajado en la elaboración del Plan Estratégico Nacional Exportador (PENX); documento que contiene un análisis profundo de la realidad de nuestro país en materia de comercio exterior y que plantea metas y acciones orientadas a mejorar la competitividad del sector y duplicar nuestras exportaciones hacia el año 2006.
La diversificación estratégica de nuestra oferta exportable; la consolidación de nuestro comercio con aquellos países que representan nuestros principales mercados de destino; la adopción de medidas legales de fomento y el impulso y desarrollo de una cultura exportadora con visión global y estratégica desarrollados en el PENX, son objetivos en los que ya venimos trabajando, para tener una presencia competitiva en los mercados internacionales, para facilitar el comercio exterior y para fomentar capacidades de emprendimiento y buenas prácticas comerciales basadas en valores
3. Concesión y venta de recursos naturales al extranjero
En efecto, el notable crecimiento de las exportaciones, sobre todo de las tradicionales, hizo posible que registre un superávit en la balanza comercial a partir del año 2002, que ascendió a 292 millones de dólares. En el 2005, este ascendió a 5 260 millones de dólares, superior en 2 467 millones de dólares respecto al 2004 y un equivalente a 6,6 puntos porcentuales del Producto Bruto Interno (PBI). Este superávit en balanza comercial se explicó principalmente por el incremento de las exportaciones en 35% durante el año 2005. Por otro lado las exportaciones
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