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Enviado por Nallelu • 7 de Mayo de 2015 • 442 Palabras (2 Páginas) • 169 Visitas
Lee con atención el siguiente texto, después responde las preguntas.
Las Leyes de Reforma son un conjunto de leyes expedidas entre 1855 y 1860, por el entonces presidente de
México, Benito Juárez. Las reformas establecidas en estas leyes fueron más radicales que las de la
Constitución de 1857, y según los colaboradores del presidente, completaban la constitución. Este
documento, verdaderamente radical, fue realizado totalmente por Benito Juárez al expedir en Veracruz las
Leyes de Reforma, parte de las cuales estaba destinada a castigar al clero por su intervención en la política y
en la educación, y por haber ayudado con sus bienes al sostenimiento de la guerra, favoreciendo a los
conservadores. No estará por demás advertir que esas leyes habían ya sido puestas en práctica por el
gobernador de Zacatecas, don Jesús González Ortega, con anterioridad.
Entre las más importantes de esas leyes, se cuentan: la de ocupación de bienes eclesiásticos, de 13 de julio de
dicho año; la del 23 del mismo, que declaró que el matrimonio era un contrato civil, suprimiendo la
intervención forzosa, en él, de los sacerdotes; la ley del registro civil, el 28 del mismo por la que la prueba del
estado civil de las personas, quedaba a cargo de empleados de gobiernos; la del 31 de julio, por la que se
secularizaron los cementerios; la del 11 de agosto, que suprimió casi todas las festividades religiosas, y la del
4 de diciembre de 1860, que estableció la libertad de cultos. El objetivo principal de estas leyes era separar a
la Iglesia del Gobierno o Estado.
Un hábil gato hacía tal matanza de ratones, que apenas veía uno, se lo comía. Los pocos que quedaban, sin valor para salir de su agujero, se conformaban con su hambre. Para ellos, ese no era un gato, era un diablo carnicero. Una noche en que el gato partió a los tejados en busca de su amor, los ratones hicieron una junta sobre su problema más urgente.
Desde el principio, el ratón más anciano, sabio y prudente, sostuvo que de alguna manera, tarde o temprano, había que idear un medio de modo que siempre avisara la presencia del gato y pudieran ellos esconderse a tiempo. Efectivamente, ese era el remedio y no había otro. Todos fueron de la misma opinión, y nada les pareció más indicado.
Uno de los asistentes propuso ponerle un cascabel al cuello del gato, lo que les entusiasmó muchísimo y decían sería una excelente solución. Sólo se presentó una dificultad: ¿quién le ponía el cascabel al gato?
-- ¡Yo no, no soy tonto,…no voy!
-- ¡Ah, yo no sé cómo hacerlo!
-- Mmmm yo menos voy.
En fin, terminó la reunión y no lograron llegar a ningún acuerdo por falta de valentía.
“Todos dicen, pero nadie hace”.
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