Gro En CoIombia
Enviado por Erika_Figueroa • 8 de Octubre de 2014 • 588 Palabras (3 Páginas) • 160 Visitas
INFORME EXPOSITIVO
La docilidad y la humanidad fueron mi característica durante la niñez. Sentía extraordinaria afición por los animales, mis parientes me habían permitido poseer gran variedad de ellos. Esta singularidad de mi carácter aumento con los años, y cuando llegue a ser un hombre, vino a construir uno de mis principales placeres.me case joven, y tuve la suerte de encontrar en mi esposa una disposición semejante a la mía. Teníamos pájaros, un pez dorado, un perro, conejos, un pequeño mono y un gato. Este último animal era tan robusto como hermoso, completamente negro y de una sagacidad maravillosa. Nuestra amistad subsistió así muchos años, hasta que me hice día a día más taciturno, más irritable, más indiferente a los sentimientos ajenos. Llegue a emplear un lenguaje brutal con mi mujer. As tarde, hasta la injurie con violencias personales. También llegue a abandonar y maltratar a mis animales, excepto a Plutón al que le tenía un gran afecto y me impedía pegarle. Mi enfermedad me invadía cada vez más, con el tiempo hasta el mismo Plutón, que mientras envejecía y naturalmente se iba haciendo un poco desapacible, empezó a sufrir las consecuencias de mi mal humor.
Una noche que entre en casa completamente borracho, me pareció que el gato evitaba mi vista. Lo agarre, pero, espantado de mi violencia, me hizo en una mano con sus dientes, una herida muy leve. Mi alma pareció que abandonaba mi cuerpo, y una rabia más que diabólica, saturada de ginebra, penetro en cada fibra de mí ser. Saque del bolsillo del chaleco un cortaplumas, agarre al pobre animal por la garganta y deliberadamente le hice saltar un ojo de su órbita.
Por la mañana, al recuperar la razón, experimente una sensación de mitad horror mitad remordimiento, por el crimen que había cometido. El gato sano lentamente. Iba y venía por la casa, según su costumbre; pero huía de mí con indecible horror.
Una mañana, a completa sangre fría , le puse un nudo corredizo alrededor del cuello y lo colgué de una rama de un árbol; lo ahorque con los ojos arrasados en lágrimas, porque me constaba que me había amado y porque sentía que no me hubiese dado ningún motivo de cólera ; lo ahorque porque sabía que haciéndolo así cometía un pecado, un pecado mortal que comprometía mi ala inmortal, al punto de colocarla, si tal cosa es posible, fuera de la misericordia infinita del Dios misericordioso y terrible.
En la noche que siguió del día en que fue ejecutada esta cruel acción, fui despertado a los gritos de “fuego” las cortinas de mi lecho estaban convertidas en llamas. Con gran dificultad logre escapar con mi mujer y un criado. El día siguiente al incendio visite las ruinas. Solo había quedado un muro en pie. Entorno al muro se agrupo un gran multitud de gente y muchas personas parecían examinar algo muy particular con minuciosa y viva atención, me aproxime y vi, a manera de un bajo relieve
...