Guarda César, Pinto Felipe, La Naturaleza como medio de tranquilidad frente a factores externos en el árbol de María Luisa Bombal.
Enviado por pajaromuerto • 15 de Septiembre de 2016 • Informe • 2.844 Palabras (12 Páginas) • 290 Visitas
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UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA FACULTAD DE EDUCACION, CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES
LITERATURA CHILENA I.
La naturaleza como medio de tranquilidad frente a factores externos en “El árbol” de María Luisa Bombal
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20 de junio de 2014
Resumen
En el siguiente trabajo analizaremos la obra “El árbol” de la escritora María Luisa Bombal, profundizando en la vida de la protagonista (Brígida) quién lleva una vida monótona y aburrida frente a su marido Luis quién no siente amor por ella, y ubicando el contexto político-social que regía en ese entonces a las mujeres, especialmente a las casadas.
La falta de libertad, de sentirse amada, y de autoridad personal, hace a la protagonista fijarse en un árbol que se ve desde la ventana de su pieza, encontrando en él toda la tranquilidad y el amor que no le daba su marido, dejando los factores externos como: la desvalorización de la mujer en la sociedad, matrimonio sin amor y la figura femenina destrozada en la soledad, para enfocarse netamente en “El árbol” que se ve desde su pieza, como medio de amor y de reencuentro con ella misma, evocando su forma de sentir idealizando características físicas y emocionales en el árbol.
Términos claves: factores externos, figura femenina, idealización de la naturaleza y psicoanálisis.
Introducción
Antes de explicar más a fondo los términos claves, Es imprescindible comenzar a definir la vida literaria y la vida real que nos presenta María Luisa Bombal. La vida literaria es el reflejo de las perturbaciones e infelicidad que acontecían en su vida íntima personal en una sociedad que no tenía comprensión acerca de la existencia femenina, como ser humano que siente, que piensa y que anhela cambios. Su literatura emerge de un continuo desahogo que transgrede los cánones establecidos de la literatura criollista del siglo XX, por su carácter rupturista le da cabida a problemas existenciales que acontecen en la visión de una nueva mujer.
En el cuento “el árbol” podemos encontrar estas nuevas temáticas y como es característico en Bombal estas se reflejan en objetos naturales que sus protagonistas aprecian cuando ya no pueden sostener la influencia y paradigmas masculinos establecidos en su acontecer diario. La rebeldía que en Brígida comienza a nacer es incitada por el gomero a quien la mujer le atribuye características idóneas para sentirse plena y comprendida dejando de lado los factores externos que la han moldeado a lo largo de su vida.
Así presentamos el relato de “el árbol”, una narración donde apreciamos las carencias afectivas que lleva a su protagonista a una vida decadente, con un sentido unidireccional predefinido desde su infancia que como en la mayoría de los relatos de Bombal es la representación de pasajes funestos en su vida amorosa.
Factores externos que crean una problemática en el mundo de la protagonista
- Figura femenina
- Construcción de la identidad de Brígida:
Brígida, personaje femenino en “el árbol” figura como un ser dependiente y displicente ante el poder del patriarcado, la cual no encuentra argumentos o armas suficientes para desenvolverse ante la monotonía situacional en su matrimonio. La infancia de la protagonista la encasilla en lo que será su vida; una búsqueda incesante de comprensión y aceptación ante sus limitadas características teóricas y discursivas, primero en su padre y luego en Luis. Ambos construyen su identidad y su bajo autoestima que la caracteriza a lo largo del relato.
“No voy a luchar más, es inútil. Déjenla. Si no quiere estudiar, que no estudie. Si le gusta pasarse en la cocina, oyendo cuentos de ánima, allá ella. Si le gustan las muñecas a los dieciséis años, que juegue” (Guerra, 1987)
A través del lazo conyugal Luis replicaba de manera inconsciente lo mismo que el padre de Brígida, en cuanto a las capacidades de ella. Así es como la personalidad de Brígida se envuelve en desencanto frente a las figuras masculinas, primeramente su padre y posteriormente su marido, quienes van creando con este tipo de situaciones una personalidad introvertida y con vacíos amorosos, y viviendo en la monotonía de no sentirse querida por un hombre.
Esta caracterización de la mujer se hace más clara cuando se mencionan las actividades que Luis realiza y las relaciones interpersonales que posee, muy diferentes a la nula comunicación que Brígida sostiene con las demás personas. Este punto encuentra cabida en la temática existencial de la autora y como para definir los patrones de comportamiento del género femenino necesita de antagonistas quienes paradójicamente son sus más cercanas relaciones fraternas por lo tanto el némesis es ser masculino quien a medida que transcurren las acciones va recalcando y definiendo condiciones como soledad, fragilidad, torpeza y sumisión en el ser femenino.
- Matrimonio sin pasión por parte del marido:
Si bien la nueva literatura de los años 30 intenta desligarse de la generación pasada y del entorno social, ocupa modelos de la época criollista para darle sentido y un afán de revolución a los personajes. De esta manera el matrimonio y el comportamiento del hombre se convierten en el detonante de las respuestas femeninas y los cuestionamientos expuestos crean el desencanto de ambos sexos en la relación. En esos años el matrimonio se concebía como un acto social donde el hombre encontraba a una mujer y simplemente se casaba. Como lo menciona Guerra- Cunningham, Lucía “El aspecto esencial de la narrativa de Ma. Luisa Bombal no recibe simplemente en la representación de lo femenino, sino en la oposición conflictiva y trágica de lo masculino y lo femenino concebidos como fuerzas irreconciliables que están condenados a la incomunicación y esterilidad” (Guerra-Cunningham L. , 1980)
El cabello canoso de Luis lo define como un hombre maduro, longevo y muy lejano a la singularidad que posee brigada con sus dieciocho años. Esta diferencia de edad, sobrepasada en años de Luis, explica la falta de conexión entre la pareja, ya que no posee la energía y la paciencia necesaria para tratar a una mujer tan joven.
“Cinco minutos, cinco minutos nada más. Tu estudio no va a desaparecer porque te quedes cinco minutos más conmigo” (Guerra, 1987) Aquí podemos ver la incomprensión y la falta de sensibilidad de Luis contra su mujer, cosas que podrían mejorar solo con un poco de voluntad de parte de él.
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