HISTORIA DE LA EDUCACIÓN Y LAS DOCTRINAS PEDAGÓGICAS. Capítulo 5 “los jesuitas”
Enviado por AlikaSimpson • 26 de Septiembre de 2020 • Resumen • 1.256 Palabras (6 Páginas) • 118 Visitas
HISTORIA DE LA EDUCACIÓN Y LAS DOCTRINAS PEDAGÓGICAS. Capítulo 5 “los jesuitas”
Los jesuitas
En el Renacimiento debido a los cambios sobrevenidos en la organización política y económica, se vio en los pueblos europeos la necesidad de un nuevo sistema de educación. Así se produjo un despertar en la reflexión pedagógica, ya que es en el momento de pasar a los hechos cuando estas pedagogías toman contacto con la realidad y se despojan de su intransigencia inicial. El rasgo fundamental de la Compañía de Jesús fue que supo reunir en su seno dos características que la Edad Media había encontrado irreconciliables y contradictorias. Al mismo tiempo, el jesuita es un clérigo regular, pero con todas las características del clero secular, se mezcla con la vida del mundo, porque para él, el deber consiste en actuar. Para impedir que los fieles se alejasen de la religión, se las ingeniaron para despojarla de su antigua severidad a la vez que conservaban su inmutabilidad como dogma, representando un doble personaje de liberales y conservadores. Pronto entendieron que para alcanzar su objetivo no bastaba con predicar y confesar, sino que debían emplear una poderosa arma: la educación. Debían de apoderarse de ella, ya que estaba iniciando el camino de las herejías; de este modo y a pesar de tener en su contra a todos los poderes importantes del estado, clero, universidad y parlamento, acabaron triunfando sobre todos los obstáculos acumulados en su camino. La enseñanza de los jesuitas tuvo mucha aceptación desde el principio porque era gratuita, y los internos solo pagaban un pequeño precio por su pensión, además de que respondía muy bien a los gustos y necesidades de la época. Esto se comprende porque todos los nombres importantes de los siglos XVII y XVIII fueron alumnos de estos, con lo cual queda demostrado que el talante nacional francés ha sido conformado en gran medida por los jesuitas.
Los jesuitas
En el año 1584 el Padre Aquaviva concibió el proyecto de reunir, coordinar y fijar los resultados de la experiencia que tenía adquirida bajo la forma de un reglamento que se aplicase obligatoriamente todos los colegios de la sociedad. Finalmente, tras unas modificaciones, la orden acordó adoptarlo. Al principio, los colegios de los Jesuitas no admitían como pensionistas más que a los futuros miembros de la Orden, el resto eran externos, pero poco a poco se fueron admitiendo a título de tolerancia. El Padre Jouvency definía la metodología a emplear, según él “un maestro debe enseñar dos cosas: la piedad y las bellas letras”, así que dejada a un lado la piedad, las bellas letras son la única enseñanza propiamente dicha. Sus estudios se dividían en dos tipos: studia superiora (destinada a los futuros jesuitas) y studia inferiora (para el resto de las clases), la cual constituye una verdadera enseñanza secundaria, y en ellas las bellas artes (lenguas y literatura) ocupaban todo el sitio. Lo que les achacaban era que ningún escritor francés era estudiado o leído en clase, ni tampoco se enseñaba gramática francesa, de modo que los Padres Jesuitas, que manejaban el latín con una notable maestría, ignoraban completamente su lengua materna; lo cual les puso en unas condiciones de inferioridad en su lucha contra los jansenistas, ya que no encontraron a nadie entre ellos para contestar a los ataques de que fueron objeto. La desconfianza hacia la literatura francesa se debía a la situación privilegiada del amor y de la mujer que existía en ella, y una de las razones para el decantamiento por los poetas de la antigüedad es que estos supieron cantar otros sentimientos. También otra razón se debía a que la educación se considera que solo toma valor cuando se aleja en el tiempo y toma un carácter arcaico, porque el presente estaba bajo sospecha. Con los jesuitas nació ese sistema pedagógico que hace del deber escrito el prototipo del deber escolar, ese sistema que la universidad ha heredado y que se ha perpetuado hasta nuestros tiempos, y la importancia de estos ejercicios radica en que el objetivo era únicamente enseñarles a los alumnos a hablar y escribir en griego y en latín. No obstante, los jesuitas eran conscientes de la amenaza que suponía para la fe la moda de las letras clásicas, pero resolvieron este problema explicando a los escritores antiguos de tal modo que se convirtieran a la fe. Esa es otra razón por la que atribuyen al pasado lejano un valor educativo más alto que al presente, porque el pasado al no ser nítido aparece en nosotros bajo formas flotantes, inestables, indecisas... que podemos establecer mejor a nuestra voluntad; constituye una materia plástica, maleable.
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