Heteropatriarcado El Poder Detrás De La Discriminación Laboral De Las Lesbianas

Heteropatriarcado el poder detrás de la discriminación laboral de las lesbianas

Por Indyra Mendoza Aguilar

Cattrachas- Organización Lésbica Feminista

Barbados 11-12 octubre de 2012

Honduras, se encuentra en Centroamérica y cuenta con una población de 7.6 millones de habitantes y con una tasa de crecimiento natural de 1.9%. La pirámide poblacional indica que la mayoría de los habitantes son jóvenes, pues se tiene una base muy ancha, y los grupos etarios se reducen según aumenta la edad. La edad promedio de los hondureños es de 21 años.

La distribución de la población total por sexo es del 50.1% para las mujeres y un 40.9% para los hombres. Por área de residencia, el 50.5% habita en la zona urbana, mientras el 49.5%, en la zona rural. La relación de dependencia alcanza el 69.8%, la que resulta de la relación de los grupos poblacionales menores de 14 años (36.8%) y mayores de 65 años (4.3%).

Honduras además es el país más violento del mundo, según la ONU y en la última década prácticamente ha duplicado la tasa de homicidios violentos. De 52 por cada 100 mil en el año 2000 a 92 muertes violentas por cada 100.000 habitantes en 2011. El informe muestra también que Centroamérica y México conforman la región más violenta del planeta, equiparándose en la cifra de muertes a la de cualquier zona en conflicto bélico.

En relación a la violencia hacia la comunidad sexo género diversa desde el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 hasta octubre de 2012 se registran ochenta y una muertes violentas de la comunidad LGTTBI según registros del monitoreo de medios de comunicación de las Cattrachas.

Con respecto a la situación de empleabilidad de las mujeres en Honduras la mujer en el mercado de trabajo del sector formal (remunerado) de la economía, muestra una baja participación respecto al hombre. Se observa en periodo 2008 – 2011 que en materia de empleo la mujer participó con el 35.6% en promedio, en tanto el hombre participa con el 64.4%. En cuanto a la participación en la fuerza de trabajo en el mercado laboral, la mujer manifiesta un porcentaje de participación similar al de la participación en la PEA de 35.6%, mientras que el hombre participa con el 70.6%. La tasa de desempleo por sexo indica que la mujer presenta una tasa de desempleo más alta que el hombre. En efecto, en el último año la mujer alcanzo 6.1% de desempleo, mientras que el hombre la tasa más alta fue de 3.3%. El problema más agudo que enfrenta el mercado laboral hondureño es el subempleo; en esta categoría, la mujer presenta también una tasa más baja en comparación al hombre. Y si a estas tasas de desempleo le agregamos la variable orientación sexual, la situación para optar al mercado laboral de una lesbiana es más precaria, por no decir nula.

Aunque la Constitución de la República de Honduras especifica en su artículo 60 que todos los hombres nacen libres e iguales en derechos, que en Honduras no hay clases privilegiadas y que todos los hondureños son iguales ante la Ley por lo que se declara punible toda discriminación por motivo de sexo, raza, clase y cualquier otra lesiva a la dignidad humana.

La Ley establece los delitos y sanciones para el infractor de este precepto en el artículo 321 del Código Penal, pero hasta el momento no se ha podido penalizar a nadie.

En el II Plan de Igualdad y Equidad de Género de Honduras, 2008-2015, Eje 5, Política 1, Objetivos Estratégicos OE 1.1. se proclama “Establecer políticas y programas de empleo para mujeres, a nivel del Estado nacional, departamental y local, asegurando el derecho a la no discriminación por razones de sexo, edad, ideología, origen étnico-cultural, orientación sexual y capacidades diferentes”.

Esta normativa existente no garantiza el derecho al trabajo para las lesbianas, debido a que el fundamento de discriminación para las lesbianas en el ámbito laboral es la heteronormatividad, definida esta como la imposición de la heterosexualidad como norma obligatoria.

De esta heteronormatividad emergen formas de discriminación hacia las lesbianas de acuerdo al género de la persona que ejerce el poder dentro de la institución laboral, cuando el poder esta ejercido por una mujer, la discriminación no esta cruzada por competencias entre pares, la discriminación esta implícita en la heteronormatividad que le indica a la mujer que ejerce el poder que es “mejor” que la lesbiana por ser heterosexual.

Aunque el heteropatriarcado

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