Historia de Maquinaria

ENSAYO

Las principales contribuciones de la Antigüedad grecorromana a los mecanismos de obra y medios de construcción, son aquellas que se refieren a la maquinaria destinada a la ejecución de las mismas, se verán complementadas por los avances del Medievo, en especial desde las primeras novedades que comienzan a verse a partir del siglo XII, en plena Alta Edad Media, en la cual algunos han llegado a señalar como la primera revolución industrial. Aunque tales avances no fueran en gran modo significativos, dado que su utilidad continuara siendo baja, y, por último, algunas de estas novedades no llegaron a llevarse a la práctica, este período constituye un eslabón más en el progreso de la maquinaria de construcción y los equipos de obra. De ahí, el viable beneficio de estos avances, sobre todo como un punto de iniciación para contextualizar los posteriores avances del Renacimiento, algunos probablemente inspirados en aquellos ingenios gráficos de época medieval, que nunca llegaron a plasmarse más allá del papel. El conocimiento o contenido que se tiene del tema se basa en fuentes cuya información es de muy heterogénea idiosincrasia, primordialmente los originarios de la época que, aunque siendo escasos, aún se conservan, las fuentes documentales del momento escritas o gráficas (recogidas en libros de fábrica o en manuscritos y cuadernos), representaciones artísticas y la tratadística posterior.

Desde el punto de vista tipológico, se produce una diversificación de los tipos de máquinas de construcción clásicas, casi limitadas a grúas para elevación de cargas, ingeniosos mecanismos para trasladar aquellos pesos que los hamaxaii no pudieran soportar y algunas máquinas de percusión para hinca de pilotes. En época medieval, las novedades tipológicas se producen en un doble sentido: aparecen nuevos tipos de grúas obviamente con muestras de mejoras y comienzan a emplearse máquinas para preparación y corte de los materiales de construcción y de pilotes. Pese a todo, perduran algunas máquinas clásicas como los martinetes tradicionales empleados para hinca de pilotes de cimentación en la construcción de azudes o esclusas, de obras portuarias y de pilas y estribos de puentes.

El transporte y la colocación de material de construcción en la obra sigue constituyendo uno de los principales problemas para el constructor medieval. Si bien en el transporte en horizontal se produce una evidente mejora, la utilización de llantas metálicas en los carros, las grandes novedades se referirán al transporte en vertical. En época medieval se utilizaron diferentes máquinas para elevación de carga, en función de la potencia de carga exigida, aunque las novedades fundamentales que aporta el momento se refieren a las grúas. En este sentido, podremos distinguir entre ergates o cabrestantes, cabrias y grúas.

La aparición de máquinas para preparación y corte de materiales generalmente madera y piedra, esto es una de las novedades de la Edad Media. Necesariamente encantadoras resultan las noticias existentes sobre máquinas podrán dar solución a uno de los problemas más impulsados, como lo es el corte de pilotes y estacas de cimentación bajo el agua a un mismo nivel en construcciones hidráulicas como las pilas de los puentes y los diques. La primera referencia, tanto escrita como gráfica sobre el tema es la de Villard de Honnecourt, quien en su Álbum muestra cómo, bajo el agua, los pilotes se podían aserrar mediante una sierra fijada horizontalmente a un armazón que sobresale del agua y que reposa en una plataforma, donde los obreros la deslizan imprimiendo un movimiento de ida y vuelta. En realidad, no se sabe si la máquina dibujada por Villard funcionaba realmente.

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