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Historia territorial de Brasil


Enviado por   •  6 de Abril de 2014  •  Ensayo  •  14.366 Palabras (58 Páginas)  •  261 Visitas

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Historia territorial de Brasil

Amazonia Azul, zona económica exclusiva de Brasil.

La formación del actual territorio de Brasil se remonta al siglo XIV, comienzo de la llamada Era de los descubrimientos, cuando se impuso la división de las tierras descubiertas y por descubrir entre las monarquías ibéricas, pioneras en las grandes empresas de navegación. Suceden desde entonces una serie de iniciativas y cuestiones, que culminan a principios del siglo XX con la definición de las fronteras terrestres, y hasta hoy, en el establecimiento de límites marítimos, los cuales enmarcan la zona denominada por la Armada de Brasil como la "Amazonia Azul".

Brasil limita al norte con Guyana, Surinam, la Guayana Francesa y Venezuela; al noroeste con Colombia, al oeste con Perú y Bolivia, al suroeste con Paraguay y Argentina, al sur con Uruguay y al este con el Océano Atlántico

Antecedentes

Considerando como punto inicial de la expansión marítima europea la conquista de Ceuta en el norte de África, en 1415, la baja rentabilidad de la conquista llevó a que Portugal se comprometiera en la búsqueda de las fuentes de oro ubicadas presumiblemente al sur del desierto del Sahara, la cual fue una empresa coordinada por el Príncipe Henrique (1394-1460). Los descubrimientos resultantes de las grandes inversiones necesarias y el deseo de los beneficios de exclusividad de explotación dieron inicio a varios conflictos con Castilla, que conduce a la mediación de la Santa Sede, única autoridad supranacional reconocida por los reinos cristianos. De tal modo que el Papa Nicolás V en enero de 1450 confirma los derechos de Portugal sobre todas las tierras descubiertas, dando al príncipe Enrique el monopolio de la explotación de la India. La Bula "Romanus Pontifex" (8 de enero de 1454) del mismo pontífice igualmente legitima los objetivos expansionistas de Portugal, estableciendo además la conquista colonial como un instrumento de la propagación del cristianismo, al conceder al rey de Portugal y el príncipe el derecho de todas sus conquistas marítimas, incluyendo Madeira, las Azores, Cabo Verde y Santo Tomé y Príncipe.1

Una nueva etapa comenzó después de la muerte del Príncipe. Dicha etapa estará marcada por la negociación y la firma del Tratado de Toledo (6 de marzo de 1480) entre Alfonso V de Portugal y los reyes católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla. Por medio de esta ley, se entregó la propiedad del archipiélago de las Islas Canarias a España, dejando a Portugal todas las tierras descubiertas o por descubrir "abajo de las Canarias y de Guinea". Este tratado confirmó el Tratado de Alcáçovas (o "Asociaciones do Moura"), que terminó la guerra dinástica en la Península Ibérica (4 de septiembre de 1479) y fue ratificado por la Bula "Aeterni Regis" del Papa Sixto IV (21 de junio de 1481).

El Meridiano de Tordesillas según diferentes geógrafos: Ferber (1495), Cantino (1502), Oviedo (1545), los peritos de Badajoz (1524), Ribeiro (1519), Pedro Nunes (1537), João Teixeira Albernaz, el viejo (1631, 1642) y Costa Miranda (1688).

Una tercera etapa se establece después del descubrimiento de Cristóbal Colón, al servicio de los Reyes Católicos en 1492. Las incertidumbres derivadas de la posesión de nuevas tierras en el oeste, alteraron el equilibrio de poder en el Océano Atlántico. Por lo tanto, la diplomacia española obtuvo del Papa Alejandro VI una serie de Bulas que definían el derecho a posesión de tierras de ambos reinos:

• Bula "Eximiae Devotionis" e "Inter Caetera" (3 de mayo de 1493), que concedió a España el derecho a las tierras que no pertenecían a los príncipes cristianos.

• Una segundo Bula "Inter Caetera" (4 de mayo de 1493), que dio a España las tierras descubiertas y por encontrar al oeste de un meridiano 100 leguas al oeste y al mediodía (sur) de las islas Azores y Cabo Verde.

• Bula "Dudum Siquidem" (26 de septiembre de 1493), que confirma los primeros folletos.

Insatisfecho con el arbitraje del Papa, João II de Portugal negocia directamente con los Reyes un tratado en la ciudad castellana de Tordesillas, oficialmente llamado "Capitulación de la Partición del Mar Océano" (7 de junio de 1494). Este nuevo tratado dividió al mundo descubierto y por descubrir, estableciendo un meridiano a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde entre las Coronas de Portugal (a quien se le concedía el oriente) y España (a quien se le concedía el occidente), preservando los intereses de cada una de las Coronas. Coincidencia o no, por el nuevo tratado pertenecían a Portugal parte de las tierras de Brasil, que se descubrieron sólo seis años más tarde, en 1500. Firmado dos años después del descubrimiento de América por Cristóbal Colón, pero seis años antes del descubrimiento de Brasil por Vicente Yáñez Pinzón, Diego de Lepe, y de Pedro Álvares Cabral, este tratado garantizaba los intereses portugueses sobre África y la ruta marítima a la India.

Si bien el Tratado fue aprobado por el Papa Julio II en 1506 mediante la Bula "Ea Quae Pro Bono Pacis", los términos no fueron reconocidos por las demás potencias europeas, excluidas de las conquistas y la riqueza del Nuevo Mundo. Además, la indeterminación del meridiano y los conflictos posteriores generados en América (por la posesión de la cuenca del Río de la Plata, por ejemplo) y el Pacífico (la posesión de las islas Molucas, entre otras), condujo a la adquisición de las Molucas (incluidas las Filipinas, Timor y Solor) de Portugal a España a través de laCapitulación de Zaragoza (23 de abril de 1529).

El Brasil colonial

Desde el comienzo de la colonización a la dinastía Filipina

Mapa de 1602 que refleja el concepto de la "Isla Brasil".

Las capitanías hereditarias.

Las oscilaciones que se observan en la línea de Tordesillas en el siglo XVI no sólo se debían a la inexactitud de los medios cartográficos de la época, sino también los errores intencionales, de carácter político-ideológico. De su análisis, se percibe el afán portugués de definir los límites de su territorio en el continente suramericano por el control de sus dos ríos principales: el río Amazonas al norte y al Río de la Plata hacia el sur. Esta opinión fue apoyada por el historiador y diplomático Jaime Cortesão, que demuestró que los mapas portugueses del Brasil refleja la leyenda de una unidad territorial como una gran isla, rodeada por las aguas de dos grandes ríos, cuyas fuentes se encuentra en un lago central. Así pues, la unión de las dos grandes cuencas fluviales, posiblemente, mostró el deseo de portugueses

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