Hombre y Mundo

Hombre y Mundo

“Yo soy yo y mi circunstancias”

En este capítulo, Acevedo, muestra que cada ser, es único según su entorno, sus ideales y su esencia. Y para poder lograr el entendimiento, me da a entender que cada cual debe de autocriticarse e irse percatando de las cosas que deben de ser relevantes para ir integrando, la cita y nombre de este capítulo, “yo soy yo y mi circunstancia”, de una forma más compleja.

El “yo soy yo y mi circunstancias”, hace énfasis en lo que cada cual es, en todo lo que ha hecho, hace y en lo que pretende ser, aunado con todo el entorno en donde se vayan presentado los momentos de la vida, y también, con la relación que se tiene con la vida de los otro, porque ellos también forman parte de la construcción de la de cada ser, aunque no debe de ser tan intrigosa (como regularmente se ejecuta).

Y todo lo expuesto, anteriormente, conduce al forjamiento del proyecto de vida, que se va construyendo con todo lo aprendido, de manera formal e informal, propia o impropia, etcétera. Todo ello, para tener una existencia sin dificultad.

Así mismo, todo es una organización ejemplificada en el entendimiento de un complejo juicio perminente, donde se concentra la realidad racional, que permite un aclaramiento pleno a lo que se pretende, desee, sienta, etcétera, hacer en su programación vital.

Tener un razonamiento crítico y hacer una planeación de un proyecto de vida, es vehemente, pero no imposible; así que cada ser, tiene que ser autodidacta, para poder sobrellevar las circunstancias que se presenten en la vida, los cuales, te llevan a entender lo que en realidad es ser uno (el famoso “yo soy yo”). Y al tener claro quién se es; se podrá ejecutar el programa vital, y satisfacer el juicio (propio o impropio), de que tan viable es lo expuesto.

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