Hombres Lobo
Enviado por • 17 de Marzo de 2015 • 1.884 Palabras (8 Páginas) • 333 Visitas
ORIGEN DEL MITO
El hombre lobo es una antigua leyenda que narra la transfiguración de un ser humano en hombre animal y suele aparecer como una proyección física de seres humanos bestiales. Existen variantes que dependen de la distribución geográfica; el hombre-jaguar (leyenda extendida entre las mitologías precolombinas), el hombre-pantera, el hombre oso o el hombre-hiena (en Africa).
En relación al hombre lobo en particular, la leyenda, arraigada en las tradiciones europeas, parece estar inspirada en la figura de Lycaón, un mito griego que narra la historia del fundador y monarca de la ciudad de Licasura, que cometió la imprudencia de querer burlar a Zeus y el dios supremo lo condenó a él y a su descendencia convertirse en lobo. He allí el origen de la palabra licantropía (Lycaon -lobo- y anthropos -humano-)
En tiempos medievales, los relatos sobre hombres lobos estaban muy difundidos en territorio europeo y hasta principios de la modernidad, se los vinculaba con la brujería y la herejía: la acusación de licantropía tenía el costo de la hoguera. Padecer de hirsutismo (enfermedad que hace crecer excesivamente el vello corporal) era algo “sospechoso” que podía transformar al enfermo en una víctima de la inquisición. Ahora bien, mientras que los verdaderos hombres lobos, en realidad padecían la maldición de transformarse en bestias, los magos y hechiceros sin sufrimiento alguno, podían transformarse en hombres lobos a voluntad sin perder sus capacidades humanas en ningún momento.
En la actualidad, la leyenda del hombre lobo refiere por lo general a un ser humano que como consecuencia de alguna maldición, se convierte, en las noches de luna llena, en un animal salvaje que sale a cometer atrocidades, volviéndose peligroso incluso para sus seres queridos, ya que desgarra sin piedad a las víctimas y luego devora su carne cruda.
¿Por qué un humano puede llegar a convertirse en un hombre lobo? Al respecto existen diferentes versiones: haber sido concebido o dormir desnudo durante un plenilunio, cubrirse con pieles de lobo, haber sido víctima de un hechizo, pactar con el diablo, o ser el séptimo hijo varón en una familia (lobizón). Sin embargo, existía por mucho tiempo una explicación menos fantasiosa para este supuesto fenómeno y era que se creía que la mordedura de un lobo podía traer como consecuencia esta transfiguración bestial en la víctima.
LUGARES DONDE SE EXPANDE EL MITO
ARGENTINA
Según la cual el séptimo hijo varón al llegar a la adolescencia se transforma en lobizón los martes y los viernes por la noche. Para poder cumplir con este proceso se revuelca sobre algún elemento desintegrado, como por ejemplo arena, ceniza o la tumba de un cementerio. Al volver el día recupera la forma humana. Para convertirse en animal debe cumplir ciertos ritos, como girar tres veces sobre su cuerpo.
Una forma de romper el hechizo es bautizando al niño en siete iglesias distintas. También puede librarse si es bautizado con el nombre de Benito, y si el mayor de los siete hermanos es su padrino. Se lo representa como una mezcla de perro y cerdo, muy peludo y con grandes orejas, que recobra su fisonomía humana si alguien sin conocerlo lo hiere, o si un hombre lo muerde. Se cree que se alimenta de chicos no bautizados, excrementos y de desperdicios que encuentra en los basurales de las estancias. Se caracteriza por el fulgor de la mirada ("echa fuego por los ojos"). Es inmune a las armas de fuego, y solo se lo puede herir con un arma blanca. En presencia de su propia sangre recobra la forma humana, pero se convierte en enemigo mortal de quien descubrió su secreto y no se detiene hasta matarlo.
El lobizon ataca y puede traspasar el mal. No lo transmite mordiendo, sino pasando entre las piernas de alguien. A partir de allí la víctima se convierte en lobizon, y el anterior escapa al maleficio. Si bien tiene forma perruna, los demás perros le ladran constantemente, si bien no atinan a morderle.
En Argentina la costumbre de que su hermano mayor sea el padrino, se cambió luego por el padrinazgo presidencial. Se sabe a través de relatos orales, ya que los archivos se quemaron a mediados de siglo, que en 1907 se realizó el primer bautismo con padrinazgo presidencial para revertir el maleficio, en la localidad de Coronel Pringles. Un inmigrante ruso padre de un séptimo hijo varón importó una tradición que cumplía rigurosamente los zares.
En 1973 el presidente Perón legalizó a través del decreto 848 una costumbre que ya se había generalizado en la práctica. Según el decreto los padres pueden optar por el padrinazgo "moral" (ya que raramente concurren) del Presidente de la Nación. Asimismo, los integrantes de la División de Padrinazgos de la Casa de Gobierno se encargarán de hacerle llegar una medallita de oro y un diploma conmemorativo. También tendrán una beca para sus estudios primarios y secundarios.
El decreto aclara que "el padrinazgo no crea derechos ni beneficios de naturaleza alguna en favor del ahijado ni de sus parientes".
Actualmente hay en Argentina un promedio de 300 padrinazgos anuales, de los cuales sólo el 30 por ciento corresponde a mujeres.
PARAGUAY
Luisón es el séptimo hijo de Tau y Keraná; considerado señor de la muerte, debido al gusto que tiene por rondar cementerios y alimentarse de la carne de los cadáveres. Es uno de los mitos más terroríficos del folklore guaraní. Se dice que los martes y viernes, Luisón pierde la forma humana y se convierte en un perro de apariencia lúgubre, con grandes colmillos y que emana un olor muy desagradable. Recupera sus formas humanas al aclararse el nuevo día, donde es hombre nuevamente, pero de apariencia triste; está sucio y cansado. Se dice que el séptimo hijo de cada mujer será Luisón.
ITALIA
Tal vez el mito clásico más conocido acerca del lobo está en la leyenda de la fundación de Roma, según la cual el dios Marte se enamoró de Rhea Sílvia, una virgen vestal; de su unión nacieron los gemelos Rómulo y Remo, que fueron introducidos en una cesta y lanzados al río Tíber, del cual los rescataría una loba y los criaría como si fueran sus propios cachorros, hasta el momento en el que el pastor Faústulo los recogería y los dejaría al cuidado de Acca Larentia. Algunos autores apuntan que Acca Larentia pudiera ser en realidad la loba, la palabra latina lupa, designa a un mismo tiempo loba y prostituta. En todo caso, la loba pasó a ser el emblema de Roma, apareciendo en sus monedas y monumentos.
El
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