Hormonas Vegetales

Una hormona vegetal es una sustancia natural (es sintetizada por la propia planta) que a baja concentración (del orden de micro o nano molar) promueve, inhibe o modifica cuantitativamente el crecimiento o cualitativamente el desarrollo pudiendo actuar en una zona separada del lugar de su síntesis. Todas las hormonas vegetales regulan el crecimiento estimulándolo o inhibiéndolo actuando básicamente como interruptores que activan determinadas fases del desarrollo de la planta.

Sólo las auxinas presentan un transporte específico, denominado transporte polar. Las hormonas vegetales no tienen la misma especificidad que las animales, pero si puede decirse que presentan un efecto principal y otros secundarios.

Transducción de señales en plantas

Todo comienza cuando la hormona se une a su receptor. La intensidad de la respuesta desencadenada dependerá del número de receptores que están implicados. Este factor también está regulado por hormonas, ya que algunas regulan la síntesis de los receptores de otras hormonas o de los suyos propios. Se diferencian dos tipos de receptores: los intracelulares y los extracelulares; a los primeros sólo se unen las hormonas liposolubles, a los segundos, las liposolubles y las hidrosolubles.

Mientras que los receptores extracelulares son para giberelinas y citoquininas, los intracelulares son para giberelinas y auxinas. Estos últimos además están implicados en la degradación de represores transcripcionales. Los receptores pueden clasificarse también según sus dominios funcionales, diferenciando de ese modo 3 grupos:

Receptores con dos componentes; la hormona se une a una histidina que cede el fosfato a un residuo de aspartato. Dos ejemplos: citoquininas y etileno.

Receptores con repeticiones ricas en leucina (LRR). Un ejemplo son los receptores de sistemina y brasinoesteroides.

Receptores relacionados con la ubiquitanación de proteínas. Como ejemplo, auxinas y giberelinas.

Una vez unida la hormona a su receptor, se activa al menos una vía de señalización que suele estar mediada por calcio o proteínas quinasas y que conduce a cambios a corto plazo (relacionados con la permeabilidad celular) y largo plazo (relacionados con cambios en la expresión génica). Sea uno u otro el resultado es un cambio fisiológico en la planta.

La vía de la fosfolipasa regula la concentración de calcio en la célula. Empieza con una molécula que forma parte de la membrana plasmática: el fosfatil inositol bisfosfato PIP2. De esta molécula se obtienen dos segundos mensajeros: el diacilglicerol DGA y el inositol trifosfato IP3. Mientras que el primero se mantiene unido a la membrana, el segundo se separa; en animales esta molécula activa a una proteína quinasa C. Se piensa que el DGA es el precursor del ácido fosfatídico PA, que actúa como segundo mensajero. El inositol trifosfato

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