IDEA DE NACIONALISMO EN DEUTSCHES REQUIEM

El Aleph, es un libro de cuentos, del escritor argentino Jorge Luis Borges, publicado en 1949 y reeditado en 1974 por el mismo autor. El libro contiene diecisiete cuentos, entre estos uno titulado con el mismo nombre de la obra y otro, del que deseo hablar, Deutsches Réquiem.

En este cuento, Borges toma a la literatura, narraciones que son tomadas muchas veces como irreales, fantásticas e inciertas, como foco para entender y comprender a fondo las razones para el surgimiento del nacionalismo y el nazismo en la Alemania de los años 30’s y 40’s. El autor trata de explicar el pensamiento nazi, a partir del pensamiento de uno de ellos, un nazi; se pone en la piel de uno de los defensores de este tipo de totalitarismo y narra la historia en primera persona, explicando desde la conversión de este personaje al nacismo, hasta el día anterior a su muerte, esperando su ejecución. El personaje protagonista de la obra, quien la cuenta y narra todo lo que ocurrió es Otto Dietrich zur Linde.

Zur Linde, ve en el nazismo y en el discurso nazi la perfecta idea de progreso, por medio de la superioridad de la raza alemana, la violencia y persecución contra las demás razas que para el son inmorales e impuras. Es evidente que el hombre es no solo un asesino y una genocida, él muestra en su narración no solo los hechos de su vida sino también habla de algunas de los autores y músicos que lo han influenciado, es un hombre que guarda dentro un espíritu humanista amante de la filosofía y la literatura, un hombre sensible que llego a sentir pesar y lastima por otro hombre a quien, finalmente, le hizo daño: el judío David Jerusalem, un hombre que perdió la razón, que fue destruido por el mismo zur Linde y como este último lo dice ”Yo lo destruí, para destruir mi piedad”. Como se ve en esta frase, él mismo se justifica con un supuesto ideal valido para todo y sobre cualquier persona que se imponga en contra o que simplemente no pertenezca a la raza pura alemana que para él impondrá un nuevo orden en el mundo, basado en pro de la humanidad, su evolución y avance. En el texto es evidente el poder que tiene es discurso nazi para convencer y ganar adeptos a su teoría de poder, zur Linde utiliza esto mismo para convencer del beneficio de la política nazi y del triunfo de esta, el triunfo de la violencia y hace ver a esta como una forma de conseguir el supuesto nuevo orden impuesto por Alemania. Hace ver, con su discurso, que no importaba que su propio país se destruyera, se podría decir que no importaba si se “inmolaba”, lo único que importaba era imponer el nuevo orden sin los débiles, sin los impuros. Seguramente él quiere hacer ver que de cualquier manera los nazis fueron los ganadores, si fuera de otra forma, ellos serían los débiles, esos que se debían eliminar.

Es Lógico el sentido con el cual Borges publica este cuento, entre la recopilación de los diecisiete cuentos en el Aleph. Seguramente, al elegir desarrollar este tema como el contexto donde se desarrolla la historia narrada, quería representar en cierta forma la ideología totalitaria que había surgido en su país natal, Argentina, a mediados de los años 40’s denominado el peronismo. Borges trata de bridar una visión crítica ante la situación que enfrenta su país partiendo de la ideología planteada por uno de los más importante totalitarismos desarrollados en la historia, el nacismo, y analizar qué hay detrás de este como lo hechos históricos, sociales, e incluso psicológicos que influyen en el convencimiento y el apego por esta ideología planteada por Hitler, que es nombrado por el mismo protagonista de la historia como aquel hombre que luchó no solo por su país sino incluso por aquellos países que detestaba. Nada más con esta forma de apreciar a su dirigente y jefe, se ve

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