IMPORTANCIA DE LA EVALUACIÓN DE PROGRAMAS SOCIALES.
Enviado por gabrielanunez31 • 22 de Agosto de 2013 • Ensayo • 3.206 Palabras (13 Páginas) • 575 Visitas
IMPORTANCIA DE LA EVALUACIÓN DE PROGRAMAS SOCIALES. UNA REVISIÓN DOCUMENTAL DE ALGUNAS PERSPECTIVAS. http://www.eumed.net/rev/cccss/20/vcgp.html
Rosa Vega Cano (CV)
rosavc@fevaq.net
Carlos Alberto Gómez Prado (CV)
caralberto79@hotmail.com
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
ResumengggGG
Las políticas sociales constituyen mecanismos de redistribución de recursos que buscan compensar las desigualdades sociales, puesto que tienen el objetivo principal de mejorar las condiciones de vida de la población.
En ese sentido es importante considerar la evaluación de programas públicos, puesto que ésta permite establecer en qué medida tiene lugar el cumplimiento de metas y la correspondencia entre gasto y objetivos.
Algunos autores señalan que en México la evaluación de programas sociales es considerada un elemento técnico que corrige el diseño y operación de los programas como base para la implementación del presupuesto por resultados; pero que, aun a pesar del interés gubernamental por impulsar la evaluación cuantitativa basada en métodos cuasi experimentales con técnicas econométricas, se enfrenta a deficiencias y dogmatismos en el uso de esa metodología y en su aplicación técnica.
Se puntualiza también que las evaluaciones de políticas y programas públicos en México, sobre todo los concernientes al desarrollo social, adolecen de calidad técnico-metodológica y se concluye que México sólo reporta avances en la consideración de la participación social y ciudadana en sus normas jurídicas y en su planeación, pero en la práctica no hay evidencias de gestión ni de evaluación participativas.
Palabras clave: evaluación, Políticas Sociales, Programas Sociales, Metodologías, México.
El presente artículo constituye uno de los resultados de la primera etapa del Proyecto de Investigación: “Evaluación del Programa de Fortalecimiento Comunitario en el Estado de Michoacán”. Aprobado por el Consejo de la Investigación Científica de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en abril de 2011. Oscila cita
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Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Vega Cano, R. y Gómez Prado, C.: "Importancia de la evaluación de programas sociales. Una revisión documental de algunas perspectivas ", en Contribuciones a las Ciencias Sociales, Abril 2012, www.eumed.net/rev/cccss/20/
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Introducción
En años recientes se ha notado un importante incremento en el interés por la valoración de las acciones y actuaciones de los gobiernos con la intención de lograr la eficiencia en la aplicación de los recursos públicos, lo cual se traduce en una necesidad de llevar a cabo evaluaciones constantes y permanentes de los programas que integran la política pública en sus diversos ámbitos, con el objetivo de seleccionar los más eficientes y prescindir de los que resulten improductivos.
Esto resulta fundamental, sobre todo en el terreno de las políticas sociales, puesto que éstas tienen por objetivo explícito mejorar las condiciones de vida de la población, al constituir mecanismos de redistribución de recursos que buscan compensar las desigualdades sociales, siendo guiadas por el criterio de equidad.
Aspectos generales del concepto de Evaluación
Existen diferentes niveles desde los cuales se puede observar la evaluación. En su nivel más genérico o abstracto, evaluar supone la implantación de un cierto tipo de metodología que se caracteriza por tener una terminología propia, un conjunto de herramientas conceptuales y analíticas específicas, y unos procesos, fases y procedimientos del mismo modo específicos.
En su nivel más concreto, evaluar implica la aplicación de aquel modelo o metodología de intervención capaz de producir información válida y confiable que permita el establecimiento de juicios sobre el qué y el cómo de los logros de una determinada actuación.
Naturalmente, esto puede significar el uso de uno o más tipos de evaluación (evaluación de necesidades, de calidad, de resultados e impactos, de eficiencia, etc.) y su realización en varios momentos (ex–ante, on–going, ex–post). Del mismo modo, dependiendo de quién se encargue de llevar a cabo la evaluación, ésta puede ser externa, interna o autoevaluación. (Salle, 2003).
Realmente, dentro de una nueva visión alrededor del quehacer evaluativo, se reconoce ya ampliamente que la evaluación como capacidad técnica funcional es un componente clave en todo el ciclo de los programas y proyectos. (Espinoza y Van de Velde, 2005)
De acuerdo con el Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES, 2011), la Evaluación es un “estudio, que utiliza un conjunto de información ordenada y relacionada según un marco metodológico y que tiene por finalidad emitir juicios sobre aspectos concretos de un ámbito del quehacer público, como ser una política, un programa o un proyecto, y con base en las conclusiones, emitir recomendaciones en orden a contribuir a su mejoramiento”.
En este sentido, la evaluación permite en primera instancia establecer en qué medida tiene lugar el cumplimiento de metas; cuál es la eficiencia operativa; el costo–beneficio de los programas; su adecuación a las normas operativas y la correspondencia entre gasto y objetivos.
La evaluación ayuda a mejorar la gestión y los resultados e impactos porque produce la información necesaria para identificar y entender las causas de los logros, los fracasos o problemas del desempeño individual y colectivo, dentro de un contexto de planeación estratégica (Bryson, 1988).
La evaluación tiene dos papeles: a) la retroalimentación permanente, en fases de diseño o de ejecución (aporta al proceso de aprendizaje institucional, y mejoramiento del desempeño de los Programas Públicos) y b) dar a conocer, a partir de criterios técnicos, el proceso de toma de decisión sobre la asignación de recursos públicos.
Puede deducirse, entonces, que la Evaluación trae consigo ventajas evidentes, como son: establecimiento de los niveles de responsabilidades de los funcionarios públicos y su obligación de dar cuenta de ellas; garantiza, en cierta medida, una gestión más transparente; contribuye al mejoramiento de la calidad en los servicios prestados por el sector público y con ello, su productividad; además de generar información sobre la eficiencia del uso de recursos.
Ahora bien, la Evaluación puede llevarse a cabo en distintos niveles (ILPES, 2011):
• Evaluación del desempeño de los empleados públicos, quienes participan en una
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