INSTITUCIONES FAMILIARES DEL RERECHO ROMANO
Enviado por Milagros Gomez Avila • 21 de Marzo de 2017 • Documentos de Investigación • 1.012 Palabras (5 Páginas) • 1.356 Visitas
INSTITUCIONES FAMILIARES DEL RERECHO ROMANO:
El Concubinato.
Era la unión entre dos personas fuera del matrimonio, como actualmente podríamos decir novios, pero con la diferencia de que nunca llegarían al matrimonio. El concubinato aparece a causa de una ley establecida por Augusto en la cual no podían contraer matrimonio de distinto rango social. El matrimonio en Roma estaba movido por la avaricia y por la conveniencia, por lo que el amor quedaba desbancado en éste, y de ahí surge el concubinato. Dos enamorados podían estar juntos bajo el concubinato, del cual no gozaban las mujeres casadas, al contrario que los hombres, que si tenían este derecho. La poligamia estaba prohibida, pero el concubinato se permitía, siempre y cuando la concubina no quedara embarazada, puesto que la ‘‘función de procrear’’ era de la esposa. El emperador Augusto reconoció esta institución en la ley Iulia de adulteriis, donde se estableció esa posibilidad para quien no hubiera contraído justas nupcias. Desde entonces le fueron impuestas ciertas condiciones para precisar los límites por los cuales ya únicamente existía un comercio ilícito. Por eso el concubinato solo estaba permitido en personas púberes, y no en parientes en el grado prohibido para el matrimonio, entendiendo que es grado prohibido para el matrimonio, el parentesco por consanguinidad legítima o natural sin limitación de grado en la línea recta, ascendente o descendente. En la línea Colateral igual, el impedimento se extiende a hermanos y medios hermanos. En un principio el concubinato no producía ninguno de los efectos civiles unidos a la ¨justae nuptiae¨, por eso la mujer no era elevada a la condición social del marido, pues aunque algún ciudadano hubiere tomado para concubina a alguna mujer de su mismo rango, lo cual era muy raro no era nunca tratada como “uxor” en la casa en la familia, de donde venía el nombre de “inaequale conjungium” aplicado a esta unión.
Precisamente la estabilidad del concubinato fue la característica que lo distinguió de otras relaciones esporádicas y pasajeras, consideradas ilícitas. El concubinato fue muy frecuente en la época imperial, y constituía uno unión de hecho perfectamente lícita. La causa de su difusión parece encontrarse en la recordada legislación matrimonial de Augusto que prohibía el matrimonio con personas de rango social inferior: así un senador, al no poder contraer matrimonio con una liberta o con mujer de dudosa reputación, acudía al concubinato y tomaba una concubina; en la misma situación se encontraban los soldados, quienes desde Augusto no podían contraer matrimonio hasta que hubiesen finalizado el servicio militar, y dado que su duración era muy dilatada, resultaba inevitable que recurriesen al concubinato. Esta injusta prohibición auspiciada por Augusto, fue derogada doscientos años más tarde por Septimio Severo. El concubinato era bien visto por la iglesia, pero algunos emperadores cristianos querían hacerlo desaparecer ofreciéndole a parejas de concubinos legitimar sus hijos, pero aun así subsistió. Justiniano favoreció al concubinato convirtiéndolo en una especia de matrimonio inferior. Los hijos, frutos de esa unión de hecho eran sui iuris, o sea no reconocían vínculo agnaticio (parentesco civil) con el padre, pero eran cognados (parientes de sangre) de la madre. Para recordar como se constituían los vínculos parentales en Roma. En la época del emperador Constantino pasan a ser hijos naturales, y con el emperador Justiniano se le impuso al padre natural la obligación de brindarles alimentos, reconociéndoseles derechos sucesorios a estos hijos, con respecto a su padre. Sin embargo, en lugar de seguir evolucionando la institución para logar mayores derechos para el concubinato. Con la adopción del cristianismo por parte del imperio romano, el concubinato fue perdiendo su reconocimiento como institución legal, pues se consideraba que afectaba a la Institución matrimonial que era un sacramento Los emperadores cristianos buscaron la manera de hacer desaparecer el concubinato y procuraron convencer a los concubinos de que contrajeran matrimonio. Constantino creyó acertar ofreciendo a las personas viviendo entonces en concubinato, y teniendo hijos naturales , legitimarlos siempre que transformasen su unión en justae nuptiae siendo también acordado por Zenón este mismo favor sin ningún reparo.
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