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Importancia Del Canal De Panama


Enviado por   •  1 de Octubre de 2011  •  10.429 Palabras (42 Páginas)  •  1.644 Visitas

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ANTECEDENTES

HISTORIA DEL CANAL DE PANAMA

Desde épocas tan remotas como el año 8000 A.C., el Istmo de Panamá era usado como ruta de tránsito por el hombre prehistórico que emigraba a través de Centroamérica para establecerse en Sudamérica.

En 1502, Cristóbal Colón llegó al Istmo de Panamá y años más tarde, en 1510, España inició la colonización del Istmo.

Desde épocas tan remotas, ya se veían las ventajas de contar con una ruta a través de Panamá y, es así, que en 1534 el Rey Carlos V de España, ordenó los primeros estudios topográficos para la construcción de un canal por una sección del Istmo de 80 kilómetros de ancho. Sin embargo, la construcción de dicho canal estuvo más allá de sus capacidades y la tecnología de la época.

Se sabe que el primer esfuerzo por llevar a cabo la construcción del Canal fue realizado por los franceses (siglo XIX). En el año 1878 se firmó un contrato entre la Nueva Granada y el ciudadano francés Lucién Napoleón Bonaparte Wyse, para la construcción de un canal por Panamá; luego este contrato fue traspasado a la compañía Universal del Canal Interoceánico, bajo la administración de Ferdinad de Lesseps. El pueblo francés respaldó la obra y los trabajos se iniciaron en 1882.

Cinco años más tarde los trabajos se suspendieron y la compañía se declaró en quiebra. Algunos factores que llevaron a el fracaso de la obra fueron: la epidemias, como la malaria y la fiebre amarilla, el clima mortífero de Panamá, la malversación de fondos, el desconocimiento de los estudios del Istmo realizados por Bonaparte Wyse.

Una vez agotados gran parte de sus fondos, tuvo que vender sus derechos y propiedades sobre el Canal al gobierno de los Estados Unidos. Un segundo esfuerzo fue el de los Estados Unidos. En 1903, después de la declaración de independencia de Panamá de Colombia, Panamá y los Estados Unidos firmaron el tratado Hay-Bunau Varilla, mediante el cual los Estados Unidos emprendieron la construcción de un Canal interoceánico a través del Istmo de Panamá. Al año siguiente, los Estados Unidos compraron los derechos y propiedades de la compañía francesa a un costo de $40 millones e iniciaron la construcción.

Tomó 10 años el trabajo de más de 75,000 hombres y mujeres y unos $400 millones para completar la obra. Los constructores del Canal enfrentaron problemas sin precedentes: enfermedades tropicales; la compleja geología del Istmo, que hizo de los derrumbes de tierra un constante peligro; el enorme volumen de excavación requerido; el gran tamaño de las esclusas; y la necesidad de establecer nuevas comunidades, importar hasta el último clavo y organizar el trabajo e una escala jamás vista.

La mayoría de los nombres de los hombres y mujeres que trabajaron en la construcción del Canal han sido olvidados, pero su legado sigue vivo. Entre los más recordados están el Coronel Williams Crawford Gorgas y su equipo médico, a quienes se les acredita la erradicación del a fiebre amarilla del Istmo y el control de la malaria; el ingeniero jefe John F. Stevens y su equipo de trabajo, quienes levantaron poblados, organizaron el sistema ferroviario para sacar la tierra excavada del Corte; y el Coronel George Washington Goethals y su personal, quienes merecen reconocimiento por los planos finales y por llevar a cabo la construcción de las esclusas, la represa de Gatún y la excavación del Corte.

El Canal de Panamá fue inaugurado el 15 de agosto de 1914 y, desde entonces, unos 850,000 buques lo han transitado. Un riguroso programa de mantenimiento y las constantes mejoras a su infraestructura y procedimientos han conservado al canal en óptimas condiciones de funcionamiento y han modernizado su operación.

HISTORIA DE LA TRIBUTACIÓN ADUANERA

La tributación aduanera se pierde en la historia, las referencias más antiguas las encontramos en el V milenio antes de Cristo, según el tratadista Salvador Oria, en los pueblos del Sumer a lo que agrega Pesagno, la india es el primer pueblo que adoptó el régimen de tributos aduaneros.

Los árabes crearon el tributo aduanero llamado “almojarifazgo”. Se llamaba de esta forma porque el encargado de la recaudación de este impuesto era el almojarife, término de origen árabe equivalente al de "inspector", dándole el carácter de contribución general sobre los productos que atravesaban sus fronteras. En su inicio, el almojarifazgo era un porcentaje sobre la importación de toda clase de productos, y su monto era fijado en relación con el valor de éstos en las Indias y no por el precio que tuvieran éstas en el puerto de embarque. Más tarde, se establecieron otros tributos que también tuvieron el carácter de aduaneros, como los "diezmos de puertos secos y mojados".

En Roma las aduanas existen desde la primera monarquía, y la creación se atribuye a Anco Marcio, quien fundó el puerto de Ostia, 640-616 A.C., en la desembocadura del Tiber, y lo abrió al comercio exterior, igualmente Génova y Pisa, fueron ciudades con aduanas de mucho movimiento, debido al gran comercio que hacían por sus puertos.

Las aduanas existieron en Atenas, desde los tiempos más remotos y se cobraba el 2% sobre las mercancías que se importaban o exportaban. Los fenicios, grandes navegantes, fueron los que iniciaron el registro para el comercio de importación y exportación; a ellos le siguieron los cartagineses, grandes comerciantes en el mar Mediterráneo. Después de las guerras púnicas, Roma se convirtió en un gran centro comercial, importando y exportando para todos los países vecinos. Venecia ofrecía las mayores franquicias al tráfico, pero en beneficio de sus naturales, de allí que todo extranjero pagaba en los puertos del Mediterráneo dobles derechos. En la Edad Media, Italia, Flandes y las ciudades Anseáticas, fueron muy activas como importadoras y exportadoras. A principios del siglo VIII, España fue invadida por los árabes, e introdujeron las aduanas en dicho país, y llamaron pontazgo el derecho que pagaban las mercaderías que se transportaban de un lugar a otro. El derecho de pontazgo fue un tributo cuyos orígenes se encuentran en la Edad Media en toda Europa y por el cual aquellas personas que cruzaban un puente pagaban una cantidad, en forma de lo que en la actualidad se conoce como arancel o peaje, en función del lugar de su residencia, su número y los bienes que portaban al paso.

Durante el feudalismo constituyó un instrumento de financiación de los nobles en las tierras de su propiedad y que los vasallos debían pagar. Aquellos que residían en el señorío, o estaban exentos o pagaban cantidades reducidas; sin embargo, quienes procedían de otras tierras debían satisfacer cantidades mayores. Con la progresiva desaparición

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