Impuesto a la ganancia ocasional

El impuesto a la ganancia ocasional en las empresas se genera debido a las ventas que no pertenecen al giro ordinario del negocio, es decir, que no están contempladas dentro de la razón social de la empresa, en otras palabras, son aquellos ingresos que no se reciben constantemente por la realización de determinada actividad. Este impuesto puede ser generado por varias acciones: la enajenación de algún activo fijo que estuviese presente en la empresa por un periodo igual o superior a dos años, la liquidación de la sociedad comercial debido al exceso del capital aportado o invertido cuando la ganancia no corresponde a utilidades que puedan ser repartidas de manera ordinaria en la empresa, siempre y cuando la sociedad al momento de hacerse la liquidación tenga dos o más años de existencia en el mercado laboral y también se puede dar la presencia de este impuesto cuando la empresa es participe y además ganadora de algún tipo de premio, rifa, apuesta o similares. Para dar mayor claridad se dará un ejemplo del primer caso presentado. Se toma una empresa del mercado colombiano que en su razón social tenga como objeto la venta de camas, es decir, que se dedique a la comercialización de estos objetos. La empresa en determinado momento decide vender un local en cual realizaban todas las operaciones necesarias para transformar la materia prima en productos ya terminados. El dinero obtenido por dicha venta se considera una ganancia ocasional, donde se toma una tarifa única que equivale al 10% según lo estipulado en el Estatuto Tributario. Este porcentaje, sumado a un sinfín de impuestos más que deben pagar las organizaciones para poder operar, como lo son: Impuesto de renta, Impuesto de Valor Agregado (IVA), ICA, Retención en la fuente, Impuesto al patrimonio, Gravamen a los Movimientos Financieros, entre otros, hacen que la empresa tenga un mayor número de gastos por los cuales responder ante las principales entidades del gobierno.

Cuando la empresa toma la decisión de vender parte de sus activos fijos, lo hace por varias razones, entre las cuales se destacan: expansión de la organización para asegurar un crecimiento en el mercado, cambio de estos activos ya sea por el deterioro o necesidad de innovar dentro de la organización, y en última instancia, por falta de recursos para continuar operando de manera ordinaria, siendo la ultima una de la razón más común por la cual la empresa empieza a decaer. Para evitar caer en quiebra la organización necesita buscar otras fuentes de ingreso, donde el endeudamiento es la solución más atractiva en ese momento de crisis, pero los gastos no cesan en ese momento, ya que al realizar una venta que no está relacionada con los giros ordinarios de la compañía, esta debe desembolsar cierto porcentaje al estado, haciendo aún más complicado la mejoría de la situación.

Estas situaciones se viven en el día a día de las empresas colombianas, en su mayoría

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