Incentivacion A La Lectura

Incentivación a la literatura.

Vivimos en una sociedad “apurada”, ocupada donde no hay tiempo para la literatura, los chicos pasan muchas horas frente a una pantalla de televisión, de computadora, de celular; no quiero decir que las nuevas tecnologías sean malas pero cuando son mal utilizadas provocan pérdidas importantes. Muchas personas han decidido investigar con respecto a esto y han llegado a conclusiones alarmantes.

Por ejemplo, el diario clarín el día 20 de Abril de este año público que los chicos pasan aproximadamente 13 horas por día en la web.En la Argentina, “según estudios de bienes culturales, hay más pantallas que bienes gráficos. Hay más teles, más compus, celulares y aparatos de dvd que libros y revistas. No responde a una cuestión económica, porque es más caro, sino que es por las prioridades que los padres tienen en el tiempo de ocio de los chicos. Y la verdad es que los padres prefieren las pantallas”

En el libro “Los adolescentes del siglo XXI, los consumos culturales en un mundo de pantallas”, escrito por Roxana Morduchowicz, directora del programa Escuela y Medios del Ministerio de Educación de la Nación, da cuenta de que en un año, en promedio, los chicos pasan más tiempo con los medios de comunicación y las tecnologías (TV, Internet, teléfono celular) que con cualquier otra actividad, incluyendo la escuela. Los niños de 5 a 16 años, construyen centros multimedia en sus habitaciones que constan de videoconsolas, acceso a Internet y reproductores, MP3, televisión, dvd; con los que se despiertan por la mañana y se duermen por la noche y el 38% se lleva la consola al momento de irse a la cama en lugar de un libro.

En primer lugar es necesario preguntarnos ¿para qué leer? Alicia Zaina plantea que…“se puede leer por placer, para buscar información precisa o de carácter general, para aprender, para seguir instrucciones, etc.”…

Los libros nos ofrecen un mundo de posibilidades, como imaginar, crear, expresar sentimientos, sensaciones, permiten desarrollar habilidades cognitivas y lingüísticas como escuchar, hablar, incrementar el vocabulario, favorecer el desarrollo de un espíritu crítico, reflexionar, entre muchas otras cosas.

Que incentivemos a los niños desde temprana edad es nuestro deber, y para ello contamos con una gran variedad de literatura como por ejemplo, los cuentos que son un recurso importante.

Los niños, desde su nacimiento están un mundo alfabetizador. Según estudios realizados, en los hogares en los que la lectura y la escritura constituyen situaciones frecuentes, los niños en sus primeros 6 años de vida participan de aproximadamente 3.000 horas de experiencias alfabetizadoras. Al ingresar al jardín se continúan alfabetizando al participar activamente de situaciones de lectura y escritura; aun cuando ellos no escriban ni lean de forma convencional. La interacción entre el maestro y sus alumnos, donde escuchen leer y “lean” será un espacio de motivación permanente. Además estas prácticas le permitirán una gran oportunidad de aprendizaje.

Desde hace mucho tiempo se sabe que la conciencia fonológica facilita el aprendizaje de la lectura y de la escritura. Los niños que en el jardín de infantes adquieren habilidades de conciencia fonológica, no sólo aprenden más rápidamente a leer y a escribir, sino que también su desempeño posterior en lectura es mejor a diferencia de otros pequeños que no han tenido esas oportunidades.

La lectura es fundamental en el proceso de enseñanza –aprendizaje porque, le permite al niño adquirir o modificar habilidades, destrezas, incorporar conocimientos, razonar y observar.

En relación a la enseñanza, la autora Davini María Cristina, expresa que, “la enseñanza es una práctica social e intrapersonal que permite transmitir un conocimiento o saber, favorecer el desarrollo de una capacidad, corregir y apuntalar una habilidad”.

La enseñanza implica intenciones de transmisión cultural, es decir que busca transmitir un saber valido social y culturalmente.

La propuesta de una secuencia metódica de acciones para que quienes aprendan puedan elaborar su aprendizaje, implica un tiempo, un proceso ya sea esta enseñanza como instrucción o como guía.

La enseñanza tiene implícita la dinámica entre autoridad y autonomía y siempre es necesario que quien enseña reflexione sobre sus prácticas para tomar las mejores decisiones que den por resultado una buena enseñanza.

Este proceso de enseñanza e incentivación a la literatura necesita de la mediación del docente, ya que creo que el placer de leer también se enseña, pero es el docente quien debe primero demostrar la satisfacción y placer que le produce la literatura.

Por otra parte es necesario señalar, como lo marca el diseño curricular de nuestra provincia, la necesidad de recuperar para la literatura su propia especificidad estética. Durante mucho tiempo se viene usando y abusando de los textos literarios, al ser utilizados en propuestas de enseñanza de diversos contenidos, cómo por ejemplo utilizar cuentos para enseñar a los niños distintos valores, el buen comportamiento o el compartir; entre muchos otros temas. Provocando de esta manera una obstrucción de su valor específico y dando como resultado una pseudoliteratura.

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