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Espíritu Emprendedor

10 aspectos definen el espíritu emprendedor:

Espíritu emprendedor 1. Piensa en el éxito

Para alcanzar cualquier tipo de éxito que quieras, necesitas soñar en grande.

Cada historia de éxito empieza con un gran sueño. Necesitas tener una visión

clara de lo que quiere es alcanzar. Pero no se detiene en simplemente soñar.

Tienes que” verte exitoso”. En algunos estudios de psicología con respecto a

aquellas personas que alcanzan la perfección en su actividad (como los

deportistas, los emprendedores exitosos, etc.), se determinó que ellos utilizan

la visualización como una herramienta efectiva para desarrollar sus tareas.

Por ejemplo, un jugador de básquetbol visualiza su tiro libre antes de tocar la

pelota. Con esto logra una mayor probabilidad encestada el balón. Lo mismo

pasa con el emprendedor, requiere visualizarse alcanzando sus metas para

tener mayor probabilidad de éxito.

Espíritu emprendedor 2. Pasión en lo que haces

Cuando inicia su negocio, se pretende cambiar una parte o toda tu vida. Para

alcanzar este cambio, se necesita desarrollar y descubrir una intensa pasión

personal sobre alguna actividad. El éxito le llega fácil a aquellas personas que

aman lo que hace.

Porque? Porque tienen mayor perseverancia en alcanzar sus metas. Esto

significa que no se rinden a la primera, que trabajan a pesar de los obstáculos,

sabiendo que a largo plazo están haciendo lo que les gusta, a pesar de no

tener resultados inmediatos. Si odia su trabajo ahora mismo, ¿crees que vas a

tener éxito?

Puede que lo hagas bien, o que seas competente en ello, pero a largo plazo,

tus metas son muy distintas a aquellas de la persona que lo hace por amor. Los

emprendedores a veces trabaja de 15 a 18 horas al día, no por el hecho de

querer ganar más dinero, sino porque se emergen en el trabajo por la pasión

de los mueve.

Espíritu emprendedor 3. Enfócate en tus fortalezas

Cada uno de nosotros tiene distintas fortalezas y debilidades. En

administración se utiliza un análisis muy conocido como FODA, de las siglas

fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. Este análisis no sólo aplica

las empresas, sino las personas.

Al hacer una tabla con cuatro espacios, podemos hacer una lista de cada uno

de los aspectos que nos representan.

Por ejemplo, en el caso de las fortalezas, pregúntate: que hago bien, sin que

tenga experiencia, en que fue bueno, qué características de mi personalidad

son poderosas; en el caso de las debilidades, pregúntate: en que soy malo, en

que he fallado, qué características de mi personalidad me afectan. Una vez

hecho este análisis, olvídate de las debilidades, y empieza a trabajar en tu

iniciar un negocio basándote en tus fortalezas.

Espíritu emprendedor 4. El fracaso

El fracaso es una palabra que hemos determinado como negativa, una forma

de humillación a nuestra persona, ante haber intentado alguna acción, cuyo

resultado fue negativo. El emprendedor exitoso no usa en su vocabulario esta

palabra.

Para el emprendedor del éxito, es necesario intentar las cosas, y sea cual sea

el resultado, habrá un aprendizaje en todo momento. Incluso ante el éxito

continuo, hay una menor cantidad de aprendizaje generada contra una lección

de fracaso. Más allá de esto, creo que el problema de muchas personas que

quieren ser emprendedor, no es tanto el fracaso sino el miedo al fracaso. El

miedo a perder.

Esto es un comportamiento natural en el ser humano, se aplica por ejemplo en

la Bolsa de Valores, cuando terminamos perdiendo mucho antes de salirnos del

mercado cuando empezamos a perder. Igual pasa en los hombres, ante el

miedo de acercarse a la mujer y recibir rechazo. Estoy de acuerdo que no en

todos podemos ser temerarios, pero por lo menos ante los negocios, si

queremos tener éxito, tenemos que tomar el riesgo.

Espíritu emprendedor 5. Planeación

Ya tienes tu visión, ya tienes el entusiasmo, ya sabes lo que quieres hacer. En

este momento, te podrías lanzar a empezar un negocio, sin embargo sería un

error. Una parte fundamental del emprendedor exitoso radica en planear antes

de actuar. Es decir, medir el riesgo y saber

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