Intervencion Del Trabajo Social En El Campo De La Salud
Enviado por lunaweaslye • 1 de Septiembre de 2014 • 2.066 Palabras (9 Páginas) • 484 Visitas
La intervención del Trabajo Social en el campo de
la Salud Mental. Algunos interrogantes y perspectivas
Por Alfredo Juan Manuel Carballeda
Alfredo Juan Manuel Carballeda. Trabajador Social.
1- La singularidad de la Intervención en lo Social
Pensar lo social en términos de intervención implica la construcción de un punto de encuentro
entre sujeto y cultura donde los aspectos contextuales dialogan, se entrecruzan y elaboran
diferentes tipos de demanda ligadas a la cuestión social. El Trabajo Social esta allí donde el
padecimiento se expresa en esos encuentros singulares que van mas allá del dato estadístico o la
descripción de problemas vinculados con poblaciones determinadas o clasificadas. El trabajo
Social desde una perspectiva histórico social, se construye a fines del siglo XIX como campo de
conocimiento e intervención en un contexto de fragmentación de la sociedad, malestar y
desigualdad. Surge, teniendo como mandato fundacional la transformación de los efectos de ésta a
través de diferentes objetivos y metas.
Las demandas actuales en el campo de la salud mental están atravesadas por una serie de
cuestiones que se expresan a través de una creciente complejidad ligada a las características del
clima de época que franquean nuestras sociedades. Lo social, mirado desde lo singular, fue
incorporando nuevas categorías de análisis orientadas a acrecentar la intervención. Esta puede ser
entendida como un proceso el análisis del contexto y los diferentes escenarios donde transcurre la
vida cotidiana, su devenir y el impacto en la esfera de lo subjetivo.
Lo social en términos de intervención puede ser pensado en tres órdenes. Por un lado, la acción
interventiva de los trabajadores sociales se desenvuelve, dialoga y entrelaza con los diferentes
dispositivos de Protección Social. En otras palabras, la intervención del Trabajo Social incluye en
mayor o menor medida una forma de encuentro, diálogo y transformación a través del sistema de
protección que posee una sociedad. Esto es, instituciones, políticas, planes y programas que en la
singularidad de cada situación tendrán algún tipo de expresión.
Por otra parte, un segundo orden de los aspectos intrínsecos del Trabajo Social, se vincula con la
intervención en las tramas sociales que rodean, construyen y se generan desde esa singularidad del
sujeto de intervención. Las tramas sociales, pueden ser entendidas desde una mirada sociológica,
ligadas a la noción de lazo social como elemento de articulación e integración del sujeto al todo
societario.
El lazo social, desde esta perspectiva, construye subjetividad a través de diferentes modalidades
de relaciones, intercambios y formas de reciprocidad entre los individuos. De esta manera, la
intervención en lo social, transcurre, generando desde lo micro social el encuentro entre sujeto
sociedad y cultura en cada circunstancia singular.
Las décadas de neoliberalismo implicaron una ruptura de tramas y lazos sociales que anunciaban
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la muerte de la sociedad y su eventual reemplazo por el mercado. Esta noción muy en boga en los
años noventa partía de la premisa que “la sociedad no existe”, solo están los individuos y el
mercado. En este aspecto, la intervención del Trabajo Social se fue orientando en relación a estas
nuevas expresiones de la cuestión social, en ese caso mas relacionadas con la problemática de la
integración de la sociedad como un todo y los diferentes problemas que surgen desde esa ausencia
de totalidad.
A su vez, un tercer orden que termina de delimitar “lo social” del campo del Trabajo Social,
remite a la relación gestada con mayor intensidad en estas últimas décadas entre la noción de
necesidad social y problema social. El Trabajo Social, en su construcción histórica como disciplina
se funda dentro de un paradigma vinculado con la resolución, a través de diferentes dispositivos de
protección, de las necesidades sociales de poblaciones clasificadas y predeterminadas. El propio
devenir de la disciplina, sus aportes teóricos además de su participación en cuestiones que van mas
allá de la necesidad, hizo que desde la intervención se actúe también sobre los problemas sociales.
Históricamente, éstos fueron campo de la sociología desde el análisis de su génesis como las
posibilidades de resolución desde lo macro social.
Desde hace varias décadas, el Trabajo Social se involucra con problemas sociales que pueden
contener dentro de ellos mismos necesidades o no y con necesidades que pueden contener
problemas sociales. En la actualidad es mas el “problema social” el lugar de demanda hacia la
intervención, que la resolución de necesidades. En el campo de la salud mental estas cuestiones se
hacen mas visibles, pero esta construcción de demanda de intervención en lo social atraviesa
campos como, el conflicto con la ley, el consumo problemático de sustancias, el ausentismo y
deserción escolar, las pericias judiciales, y el carácter material y simbólico de la aplicación de
políticas sociales de diferentes características, justamente a partir de una nueva serie de relaciones
entre problema social y necesidad.
En síntesis, desde el análisis de la práctica cotidiana del Trabajo Social como disciplina
especialmente desde una perspectiva procesual, éstos tres órdenes están presentes con diferentes
maneras de presentación e importancia de acuerdo a la singularidad del proceso de intervención en
lo social.
2- Los nuevos escenarios de intervención
Es posible pensar las características de éstos nuevos escenarios como espacios de tensión y puja
donde la caída del relato neoliberal, acompañada de la persistencia de algunos de sus rasgos mas
sobresalientes, entra en coalición con un nuevo relato, aún no construido del todo. En esos espacios
transcurren las prácticas inteventivas, mas allá de los campos que se analicen. El conflicto, es
justamente lo que va paulatinamente construyendo esa nueva forma de presentación de problemas.
En otras palabras, el neoliberalismo no fue solo una corriente económica, sino que actuó como
constructor de sentidos y subjetividad, se entrometió en la vida cotidiana, generó nuevas formas de
relación social y elaboró una forma de comprensión y explicación que aún hoy muestra
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