Investigacion De La Practica Docente Propia

LECTURA 1. “Formación y primera recuperación de contenidos del fondo documental básico”. Juan Luis Hidalgo Guzmán

Ésta lectura se basa en las investigaciones que ha hecho el experto en la materia (con su participación durante más de 10 años en debates públicos sobre la educación en México), y quien nos proporciona, según mi entender, sugerencias para que los docentes recuperemos críticamente nuestra experiencia y revaloremos nuestro quehacer profesional, mediante crear nuestro fondo documental básico de un proyecto de investigación, es decir, que los docentes armemos nuestra biblioteca de fuentes bibliográficas. ¿Cómo hacerlo? Veamos.

FORMACIÓN Y PRIMERA RECUPERACIÓN DE CONTENIDOS DEL FONDO DOCUMENTAL BÁSICO.

En toda investigación, los docentes debemos respaldarla con teoría, con fuentes de información, incluyendo materiales informativos, tratados especializados, propuestas metodológicas, ensayos críticos, análisis para el debate, comentarios y referencias teóricas que tengan que ver con el tema.

No obstante, hay que entender que un problema no se soluciona solo con b y teoría, sino que es preciso también contraponer los referentes que abran problemas y generen el debate, es decir, entiendo esto como que además de ofrecer bibliografía y documentación, hay que darle un enfoque personal y plantear preguntas que inciten a nuestro lector a la reflexión.

Ahora bien, en cuanto a cómo clasificar nuestro fondo documental básico, es decir, nuestra biblioteca (fuentes bibliográficas que citaremos en nuestra investigación), el autor sugiere el siguiente orden:

1. Estructura analítico-conceptual: los documentos que aborden cuestiones metodológicas, los que cubran la estructura conceptual, los que enriquezcan las nociones empíricas, los que proponen procedimientos concretos, técnicas e instrumentos, los que hablen del contexto, y las crónicas, reportajes y artículos periodísticos.

2. Los extractos textuales y las fichas bibliográficas: éstos permiten encontrar el significado y la explicación del problema, facilitando el encontrar la fuente de información y no dejarlo a la casualidad, a la improvisación o “al ahí se va”, pues ya está sintetizada y concreta la información (es a lo que se refiere el autor con “no aleatorio). No se trata entonces de recopilar toda la información para ver qué sirve, sino que antes de añadirla a nuestro fondo documental ya lo debimos haber estudiado y seleccionado.

3. Monografías temáticas y glosarios para enriquecer el significado de los conceptos. Éstos los podemos anexar al final de la investigación como apéndice como apoyo del proyecto de investigación por si se requiere una justificación de nuestras citas.

DANIEL RAMIREZ IBARRA

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