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Investigacion Salud


Enviado por   •  6 de Noviembre de 2012  •  8.472 Palabras (34 Páginas)  •  632 Visitas

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NUTRICIÓN Y POBLACIÓN

Durante la segunda mitad del siglo XX, la población mundial experimentó cambios demográficos a un ritmo sin precedentes. De acuerdo con estimaciones de las Naciones Unidas, la población mundial era 2521 millones de personas en 1950 y 6055 millones hacia la mitad del año 2000. Esto representa un crecimiento promedio anual del 1.75 por ciento y del 2.09 por ciento para los países en desarrollo. Al mismo tiempo, el promedio mundial de esperanza de vida al nacer incrementó en 9.5 años en tan sólo 15 años (de 46.5 años en 1950-55 a 56.0 años en 1965-70), mientras que en las regiones en desarrollo aumentó 11.3 años (de 40.9 años a 52.2 años), probablemente el ritmo más rápido de la historia humana. Los últimos datos de nacimientos sugieren que es muy probable que la población mundial alcance un máximo de 8 mil millones de personas en el año 2030, para después moverse con una tendencia negativa durante el resto del siglo.

Los programas que buscan disminuir el crecimiento poblacional y mejorar la calidad de vida bajo condiciones de poblaciones en crecimiento serán más exitosos si toman en consideración los numerosos vínculos que existen entre los cambios demográficos y la nutrición.

Los vínculos entre la nutrición y el cambio demográfico

Los cambios nutricionales y poblacionales están íntimamente relacionados de varias formas. Primero, la habilidad de una población de alimentarse a sí misma es un factor principal en las tasas de fertilidad y mortalidad. El estatus nutricional de las madres afecta la fecundidad y, por ende, la fertilidad. Esta relación ha sido observada durante las hambrunas, cuando las tasas de natalidad caen considerablemente.

Adicionalmente, una buena nutrición reduce la mortalidad materna, neonatal e infantil. Una mejora de la supervivencia infantil ayuda a frenar el crecimiento poblacional al aumentar los intervalos entre nacimientos y al reducir la demanda por tener familias numerosas. A su vez, una situación de menos embarazos reduce el riesgo de muerte materna.

Por varias razones, las madres bien alimentadas tienen mayor probabilidad de sobrevivir al parto y de dar a luz niños más sanos. La prevención del retardo de crecimiento entre las niñas les permite que alcancen su potencial de crecimiento, incluyendo el del arco pélvico, y ayuda a reducir tanto el riesgo de complicaciones obstétricas como del bajo peso al nacer. Los niños que reciben una buena nutrición después de nacer tienen mejores probabilidades de sobrevivir. Los niños severamente desnutridos tienen 8 veces mayor probabilidad de morir que sus contrapartes bien nutridos y los niños alimentados con fórmulas lácteas tienen 14 veces mayor probabilidad de morir que aquellos que recibieron lactancia materna. Tanto en África como Asia se ha demostrado que los programas de vitamina A pueden reducir las tasas de mortalidad en niños menores de cinco años. La lactancia materna, especialmente si es exclusiva durante los primeros 6 meses de vida, no sólo es importante para la nutrición del niño, sino también para reducir la fertilidad. La amenorrea de la lactancia es el proceso mediante el cual la lactancia suprime la hormona necesaria para la fertilidad.

La nutrición no sólo afecta el crecimiento poblacional y la salud reproductiva, sino que los cambios poblacionales y demográficos también influyen en el estado nutricional de las personas. Por ejemplo, en muchos países en desarrollo el crecimiento poblacional amenaza la disponibilidad de comida, especialmente en aquellos en los cuales se espera que la población se duplique en los próximos 20 a 25 años.

Existen otros cambios demográficos que afectan la calidad de vida de las personas y su estado nutricional. Por ejemplo, el número de personas mayores de 65 ha aumentado substancialmente en la mayoría de los países. De acuerdo con las estimaciones, aproximadamente el 60 por ciento de la población mundial mayor de 65 años vive en países en desarrollo.

Esta situación tiene un impacto significativo en los tipos de servicios sociales y de salud que la gente demanda. El sector de salud debe amoldarse al aumento de la incidencia de enfermedades no contagiosas que ocurren al envejecer. Además, la transición a alimentos altamente procesados y una reducción en la actividad física empeora los efectos de envejecer, con el resultado de que la obesidad ahora afecta a 250 millones de individuos en todo el mundo y el cáncer, la diabetes y las enfermedades coronarias se están volviendo cada vez más comunes en los países en desarrollo.

Componentes nutricionales en los programas poblacionales

Muchas políticas de población atacan los altos niveles de fertilidad a través de programas de planificación familiar diseñada para reducir el número de nacimientos por mujer y para aumentar los intervalos entre embarazos. También tratan de reducir la mortalidad materna y de asegurar los resultados de un embarazo saludable. Estos compromisos están resumidos en el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD), adoptado por los países signatarios de esta conferencia.

Los programas diseñados para desacelerar el crecimiento poblacional y alcanzar un mejor estado de salud deberían incluir no sólo las acciones que promueven la salud materna y un parto seguro, sino también las acciones que fomenten las inmunizaciones, la lactancia materna, la alimentación complementaria saludable para los infantes y niños pequeños, el consumo de micronutrientes y la educación del hogar para mejorar las prácticas de crianza.

El acceso universal a los servicios sociales básicos, incluyendo los servicios relacionados con la nutrición, es un “amortiguador social” que suaviza la transición de la pobreza a un estatus de mayor desarrollo. Los países que han invertido en servicios sociales básicos han logrado un mayor éxito en reducir la pobreza y en aumentar el desarrollo humano.

Las acciones nutricionales no sólo pueden asegurar que los rápidos aumentos en la población, en la esperanza de vida y en la urbanización estén acompañados por una mejor calidad de vida y un mayor desarrollo económico, sino que también pueden ayudar a desacelerar el crecimiento poblacional al reducir las tasas de fertilidad. El desarrollo de sistemas de alimentación rurales y urbanos sostenibles puede garantizar que las poblaciones en crecimiento sean alimentadas y que el medio ambiente sea conservado. Los programas de micronutrientes y de promoción de la lactancia materna pueden llevar a embarazos saludables y bien espaciados y pueden ayudar a reducir la mortalidad. Los sistemas de comunicación nutricionales pueden ayudar a revertir las tendencias hacia la obesidad y el aumento de las tasas de cáncer, diabetes y enfermedades coronarias

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