LA CARRERA DE PARTOS Y SU RELACIÓN CON LA CARRERA DE ENFERMERIA
Enviado por Davidsilva37 • 24 de Enero de 2015 • 1.212 Palabras (5 Páginas) • 2.991 Visitas
La participación de la mujer en el cuidado de la salud data desde los primeros tiempos de la humanidad hasta nuestros días, y son ellas quienes principalmente ´procuran la salud familiar, relacionándose en todos lo9s niveles de su atención de su comunidad, hasta Instituciones de tercer nivel de alta especialidad, con funciones de prevención atención, rehabilitación, enseñanza e investigación.
La práctica de esta profesión en nuestro país se muestra en las civilizaciones mesoamericanas. Desde el momento en que la mujer se sabía preñada la ponían bajo el cuidado de una partera, la cual recomendaría ejercicios y prácticas destinadas al buen uso del embarazo. En el momento del parto la partera permanecía siempre con la parturienta, cuidando de ella y del niño.
La partera era educada generacionalmente y poseía conocimientos amplios, habilidades y un dominio extenso de la herbolaria.
Con la llegada de los Españoles se quiebra su tradición y se altera su postura, pero no logra eliminarla; es hasta que en la segunda mitad del siglo XIX que obtiene un reconocimiento educacional.
En la época Virreinal las profesiones enfocadas a la curación y educación de los enfermos estaban a cargo del Tribunal de Protomedicato fundado en 1527, siendo hasta el 21 de Noviembre de 1831, que extiende sus funciones con la Ley de Cesación del Tribunal del Protomedicato y la creación de la Facultad Medica del Distrito Federal.
La Escuela de Medicina del Distrito Federal ofrecía estudios para obtener el título de médico cirujano, farmacéutico, dentista y partera, siendo esta ultima la especialidad más breve, con tan solo una duración de dos años, durante los cuales las interesadas tenían que cumplir 70 guardias de 24 horas en el Hospital de Maternidad. La enseñanza de esta profesión estuvo presente en el Distrito Federal y en algunos Estados como Puebla, Oaxaca y el Estado de México, y era ejercida exclusivamente por mujeres.
La instrucción formal de las parteras en toda la República tenían un lugar distinguido, con 8na practica no enfocada al lucro. La mayoría se encontraba en una situación educativa privilegiada ya que estaban en un país en donde el analfabetismo predominaba y en donde la educación primaria no correspondía a la gran mayoría de las mujeres a quienes se les consideraba incapaces de estudiar una carrera universitaria.
Ya para el siglo XIX la mayoría de las universidades del país ofrecían la carrera de partera, su preparación era muy heterogénea según el Estado y por la autonomía se legislaba en forma independiente sobre las profesiones.
Desde 1833 en la Escuela de Medicina se establece que para ser partera era necesaria la educación ´primaria, aprobar al ingreso un examen preparatorio y tener conocimiento del idioma francés, la carrera duraba dos años y recibían su enseñanza en un cadáver y en piezas anatómicas artificiales. Mientras que la situación de la Enfermera era muy distinta, ya que al nombre de enfermero se le denominaban actividades que mujeres y hombres realizaban en los hospitales fundados desde el siglo XVI en la Nueva España. Se les relacionaba con la categoría de sirvientes ya que además de atender a los enferm0s se especifica su ubicación laboral como enfermera lavandera, enfermera cocinera y enfermera lavandera. En esas mismas la partera de encontraba dentro del personal científico y administrativo y su salario era tres veces mayor al de las enfermeras.
La profesionalización de las parteras y enfermeras permite avances notables en la práctica sanitaria.
En nuestro país con el triunfo de los liberales el Estado li8mita la participación del clero en la salud y en la educación, despertando así el interés de las mujeres por prepararse
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